Madrid, 19 Jun. 2015.- Hace exactamente un año, el 19 de junio de 2014, el FC Barcelona tomó la cancha madridista para dar un golpe a la postre mortal a la eliminatoria. La historia dice que quien gana primero, gana. En 29 de 31 ocasiones, un impresionante, 93,5%. Ilusiona, asusta. Todo depende de en qué lado esté tu equipo, sin en la sonrisa o la tristeza.
A diferencia de la pasada campaña, la felicidad fue blanca. Con un Barclaycard Center abarrotado y una afición entregada, los blancos tomaron el mando en el minuto 9 y pese a la insistencia del Barça en recuperar el liderazgo, éste no volvió a cambiar. El Real Madrid exhibió la solidez y constancia que careció hace 365 días, esa que le ha convertido en campeón de absolutamente todo en los últimos nueve meses.
El Real Madrid supo aguantar incluso cuando le fue mal. Se pasó 24 minutos (¡27!) con una diferencia a su favor entre 5 y 11 puntos, aguantando ante un Barça que no cejó en su intento y acabó poniendo el corazón en un puño a los blancos con la aparición final de un majestuoso Mario Hezonja. 18 puntos del croata llevaron al Barça de un -11 a 6 minutos (66-55) a un -2 (70-68) a 2:30 del final, pero el corazón de un también formidable Rudy Fernández y el temple de Sergio Rodríguez acabaron de decidir el primer punto de la final.
Igualdad al principio y explosión blanca para acabar el primer cuarto
Ni nervios ni muñecas frías. El Playoff Final comenzó con un continuo toma y daca. El Barça inauguró la cuenta con DeShaun Thomas y luego mantuvo cierta iniciativa con los puntos de un acertado Maciej Lampe, pero la pronta segunda falta de Ante Tomic se convirtió en peor noticia que la igualdad en el resultado. El Real Madrid buscaba el interior y las penetraciones de Rudy, pero no le entraban los tiros exteriores, por lo que el choque iba de lo más igualado (16-17).
Y en esas, explotó el arsenal ofensivo blanco: triples de Chacho, Rudy y Nocioni y en apenas un minuto el marcador se había disparado a 25-17. Poco después, dos tiros libres de un activo Rudy Fernández fijaba el +10 (27-17), antes de que el segundo triple del factor sorpresa culé, Mario Hezonja, cerrase el cuarto casi sobre la bocina (27-20).
27 minutos entre 5 y 11 puntos de diferencia
Navarro acompañó al croata en el inicio del seguundo cuarto, frenando la escapada del Real Madrid pero no enmendándola. Los de Pascual se acercaron hasta a cinco puntos en varias ocasiones del segundo cuarto, pero no lograban dominar los tableros, ni en el rebote ni sacando ventajas al poste bajo. Tomic y Doellman (2 puntos, 3 rebotes y -2 de valoración al descanso) no sumaban y el Real Madrid encontraba argumentos para devolverle a su rival cada triple o canasta de media distancia. Cada picotazo de Huertas o Navarro era devuelto, y la renta se mantenía.
Con 31-26, Carroll tuvo su momento: seis puntos seguidos que contuvieron un momento delicado para los de Laso. Más tarde, eran Reyes y Rudy quienes fijaban de nuevo un +9 antes de que Lampe llevara el choque al descanso con tablas en el segundo periodo: 20-20 para 47-40 global.
La segunda mitad empezó con una premisa clara para el Barça: recuperar a Doellman y Tomic. Los primeros balones fueron para ellos, pero sus primeros tiros tampoco entraron y un triple de Rudy devolvía el +10 (50-40). Pero el Real Madrid ya no encontraba la misma facilidad para anotar, enfrentado a una pegajosa defensa mixta culé, y tras cuatro minutos en blanco, los primeros cinco puntos de Doellman apretaban el choque de nuevo (50-45, m.25). Pero ahí se frenó de nuevo el Barça, cayendo en un notable desacierto conjunto (7-5 en 7:30).
Realmente, el tercer cuarto era idéntico al segundo, simplemente a menor ritmo anotador: de +9 a +5, de +5 a +9, y así. Una falsa comodidad para el Real Madrid, que no terminaba de escaparse, y una cierta desesperación para un Barça que por más que lo intentaba veía morir en la orilla cada intento de remontada. En esa franja se cerró el tercer cuarto, con +6 para el Real Madrid (59-53) ante un Barça que, ahora sí, había mostrado síntomas de continuidad.
La estadística ofrecía un dato curioso: 7/17 de tres y 6/8 en tiros libres para ambos, con la única diferencia en tiros de dos. El Real Madrid llevaba 16/30 por 13/28 del Barça. Un acierto y dos posesiones más, penalizando las pérdidas. Ésa era toda la diferencia en los primeros 30 minutos.
El Real Madrid aprieta a +11 pero aparece Hezonja
Dos minutos y 24 segundos. Eso es lo que se tardó en inaugurar el marcador del último cuarto, de mano de un Felipe Reyes que acabó con varias jugadas de tremendo desacierto en ambos equipos. A Felipe le siguió Huertas y el partido se liberó. El problema para el Barça, que lo hizo del lado madridista: triple de Maciulis, canasta de Sergio Rodríguez y nueva máxima en el encuentro, 66-55 a 6:19. El Barça ahora sí que estaba contra las cuerdas.
Pero había alguien empeñado en darle vida a los blaugrana: Mario Hezonja. El croata se marcó tres triplazos, además de buenos pasos cuando tenía una doble defensa, para elevar su cuenta a 18 puntos y 5/5 triples y poner el partido en un brete: 70-66 (m.37).
El Real Madrid no falla en el final igualado
Un palmeo de Pleiss a 2:30 llevaba al Barça de nuevo al partido, culminando un parcial 4-13 para colocarse a dos (70-68). Era el momento de los cracks, y Chacho Rodríguez y Brad Oleson se turnaron para meterse hasta la cocina y llevar el +2 hasta el último minuto (72-70).
Los pequeños detalles cuentan y un rebote salvado por Rudy, sacando luego dos tiros libres en la penetración, lo hicieron. El Real Madrid se iba +4 y al Barça se le agotaba el tiempo. Se salió una entrada de Satoransky y un intento heroico desde ocho metros de Hezonja, y Sergio Rodríguez acabó de sentenciar desde los tiros libres.