Vitoria/Valladolid, 21 Feb. 2014 (EFE).- El Laboral Kutxa recibirá mañana al CB Valladolid en una semana marcada por el terremoto del fichaje de Lamar Odom, aunque la exestrella de la NBA no debutará ante los pucelanos.
El técnico baskonista Sergio Scariolo desveló el jueves que para ver a Odom a un nivel "óptimo y aceptable" habrá que esperar un mes y que ha sido el propio jugador el que ha solicitado "algún día más" antes de volver a la competición.
Al margen de la revolución mediática por este fichaje, el Laboral Kutxa tiene la obligación de enderezar el rumbo, ya que ha encadenado ocho derrotas consecutivas y no ha ganado un partido desde el pasado 19 de enero.
La marcha del equipo en 2014 no invita al optimismo porque de los 13 partidos disputados este año solo ha conseguido ganar tres, con lo que las urgencias para lograr los objetivos empiezan a acosar a los azulgranas. La visita del colista puede ser una buena ocasión para volver a conseguir una victoria.
El CB Valladolid tratará de buscar la fuerza de grupo para intentar sorprender al Laboral Kutxa. Según ha explicado hoy el entrenador del conjunto vallisoletano, Ricard Casas, "nuestro talento es bajo y, por tanto, la única opción es estar bien como equipo y hacer las cosas en conjunto", un aspecto que no han sabido desarrollar y que les ha lastrado en el juego, hasta meterles en el pozo en el que se encuentran.
El técnico vallisoletano ha recibido esta semana el respaldo de los dirigentes del club, tras poner su cargo a disposición de éstos al término del último encuentro ante Tuenti Móvil Estudiantes, "por honradez y dignidad" al ver que "empujaba pero no veía respuesta", y se ha mostrado dispuesto a "seguir dando el cien por cien".
"Yo no soy el mejor entrenador y, por tanto, siempre se puede hacer más y lo haré, dentro de los límites que tiene cada uno", ha asegurado Casas, quien ha pedido a sus jugadores "que den un paso hacia adelante" junto a él, ya que la única fórmula para mejorar es "estar todos unidos".
El entrenador del CB Valladolid ha aclarado que "los jugadores trabajan en el día a día y, si a alguno no le han gustado las críticas, su obligación es afrontarlas y espabilar para tratar de cambiarlas, dando lo mejor de sí mismos".
La llegada del joven Pepe Pozas al equipo debería servir como acicate para jugadores como Jason Rowe o Hordur Vilhjamsson, los otros bases del CB Valladolid, que han mostrado un bajo rendimiento, y también para aportar "más energía e intensidad" a la dirección del juego.
Para Casas, el Laboral Kutxa "tiene una gran capacidad de juego, con 'cuatros' muy abiertos, bloqueos directos y capacidad física en la zona". El técnico espera que su equipo "afronte esa dureza en la zona y defienda bien los bloqueos para poder estar en el partido".
Aunque es consciente de la dificultad que implica sacar algo positivo de Vitoria, el técnico catalán quiere "mantener el trabajo con la máxima energía" y centrarse "en el día a día", para mirar al futuro con algo más de optimismo.
Se da la circunstancia de que los vallisoletanos no ganan en el Fernando Buesa desde 2003 y que, de las 34 ocasiones en que se han enfrentado a los vitorianos, sólo han ganado ocho partidos, por 26 de los vascos, lo que deja constancia de la gran diferencia que siempre ha habido entre ambas escuadras.
Para este cruce Scariolo recupera a Thomas Heurtel, que ha superado un esguince de tobillo, aunque el francés reapareció ayer en la derrota ante el FC Barcelona en la Euroliga y acabó con dolores. Tampoco estarán Giuseppe Poeta, con una rotura de fibras, y Lamont Hamilton, con una fascitis en el pie izquierdo.
El Laboral Kutxa ha vencido al Valladolid en las últimas nueve visitas y espera confirmar esta buena racha para salir así de la espiral de derrotas del último mes.