Vitoria, 23 de Sep. 2016. Elogio de la solidez, el Herbalife Gran Canaria prosiguió su pletórico septiembre venciendo al Baskonia (80-84) para alcanzar su primera Final de la Supercopa Endesa. Es la confirmación de un equipo que ha alcanzado resultados históricos en las últimas temporadas y que no se conforma con ellas. Su granítico núcleo marcó la diferencia en un encuentro grande en el que su rival no dejó de empujar hasta el minuto final.
El Buesa Arena sigue siendo una plaza talismán para el club canario, pues allí alcanzó sus primeras semifinales de Liga Endesa y Copa del Rey (temporada 2012-13). Vitoria-Gasteiz será, también, el lugar donde el Herbalife Gran Canaria intente obtener su primer título en la final del sábado (19:00). Argumentos no le faltan para opositar a él. Un Kyle Kuric en absoluto estado de gracia; Albert Oliver restando años a su DNI; unos fichajes perfectamente mentalizados de dónde están y una profundidad de banquillo envidiable.
Para el Baskonia, que no pudo contar con varias de sus incorporaciones clave, motivos de optimismo. La comunión con la afición continúa en sus cotas más altas, Shane Larkin promete ser uno de los jugadores más desequilibrantes de la campaña y el crecimiento personal de tipos como Hanga, Shengelia y Voigtmann da para soñar. Próxima parada para ellos: el inicio de la Liga Endesa 2016-17 la misma semana que viene.
Bo abre fuego
Bo McCalebb, uno de los fichajes del verano, anotó la primera canasta de la temporada oficial 2016-17. Fue muy propia del eléctrico e incontrolable base de New Orleans. Ataque estático, rotura por velocidad a su par y bandeja elevada a tabla. Anuncio de lo que está por venir. Las primeras acciones positivas del Herbalife Gran Canaria vinieron de su mano, en esa conexión con Richard Hendrix que puede dar mucho que hablar. Pero no estaban solos.
Después de romperlo este mes con Hungría, obteniendo una histórica clasificación para el Eurobasket 2017, Adam Hanga dejó claro que es uno de los líderes del Baskonia. Jugador total que amenaza desde cualquier posición, siempre atento para lucir sus reflejos felinos y atrapar pases descuidados de sus rivales. Con dos de estos últimos disparó a su equipo 11-5 en un momento. Junto a la aplaudida salida desde el banco de Shane Larkin y Tornike Shengelia, la grada local tenía motivos para sonreír.
No obstante, no es casualidad que el Herbalife Gran Canaria estuviera invicto en la pretemporada, y eso quedaría demostrado claramente en adelante. Con la segunda unidad por completo en pista, el equipo de Luis Casimiro exhibió una de sus grandes virtudes: la constancia. Planinic y Pasecniks creaban enigmas con su política de ocupación de espacios mientras Oliver sentaba cátedra desde una dirección pausada pero siempre con sentido. El equipo amarillo convirtió desventaja en renta (13-17, final del primer cuarto). Y no era coyuntural.
El color amarillo de sus camisetas aparecía por todos lados, sinónimo de convicción. La de, por ejemplo, un Kyle Kuric que sigue amenazando con hacer una campaña memorable. Uno, dos, tres… ¡¡cuatro triples solo en el segundo cuarto!! y su equipo de repente había abierto brecha (21-30, m. 17). Pero en el Buesa Arena los partidos hay que ganarlos más de una vez.
La vida en una canasta
El Baskonia puso coto a su inferioridad bajo tableros (11 capturas en ataque del Herbalife en el primer tiempo), a lo que sumó una mayor efectividad en el tiro exterior. Trevor Cooney, dos veces, y Rafa Luz, otra, acertaron desde el perímetro en un parcial 9-0 (34-32, m. 22) que cambió las tornas. Disparado por el viento de cola, el Baskonia olvidó las estrecheces del primer tiempo, donde se habían quedado en 25 puntos, y volvió a creer.
Larkin apareció para, con su verticalidad, sumar puntos rápidos, mientras el alemán Voigtmann enseñaba su manita desde lejos (48-44, m. 26). Golpe a golpe se ilusionaba el equipo alavés, carente de Bargnani y Beaubois, pero su rival esta tarde era una roca.
Planinic se hacía coloso en unas pinturas que conoce a la perfección y Oliver aportaba el sentido común, y por mucho que acertaba su rival, siempre encontraban la manera de recobrar la compostura. Con 53-53 la semifinal se encaminaba a un último cuarto de infarto.
El desenlace puso a prueba la concentración de los diez que cada momento estaban en cancha. Numerosos empates en el marcador con canastas inverosímiles o de gran ejecución. Con todo en el aire, en esos momentos que definen los momentos especiales, los actores de la primera semifinal de la Supercopa Endesa sacaron lo mejor de sí mismos. Kuric, anticipándose y machacando hasta dos veces. Larkin sacándose un triple de ocho metros sobre la bocina. Diop, en combinación con su base.
El Herbalife Gran Canaria refrendó su trabajo con los triples providenciales de Salin (67-70) y McCalebb (71-74), de esos que desnivelan o dan alas tu rival. La mano no tembló en los tiros libres decisivos y el equipo amarillo se subió de nuevo a su sueño. ¿Será esta vez la definitiva? El sábado lo sabremos.
Estadística completa del partido