Redacción, 18 jun. 2009.- ¡Título para el Regal FC Barcelona! Los de Xavi Pascual han acabado con su sequía en Liga doblegando a un durísimo TAU Creámica por 90-77, que ha sabido sufrir hasta el final, sobreponiéndose a las lesiones y el cansancio.
El equipo catalán supo jugar sus bazas, dosificar a sus jugadores clave y sacar el máximo provecho de unos excepcionales Juan Carlos Navarro y David Andersen (37 puntos entre los dos). Pero aunque llegaron a tener ventajas de 18 puntos, su dignísimo rival no se lo puso nada fácil.
El conjunto de Dusko Ivanovic no perdió la cara al encuentro y vivió de sus baluartes, el infalible Igor Rakocevic (pasando de 20 puntos de nuevo), el incansable Tiago Splitter y hoy Fernando San Emeterio, que aportó aire cuando más falta hacía. Pero no fue suficiente. La Final ACB ha sido demasiado larga para los vitorianos, que han tenido que tirar de épica para estar -y desde luego lo han conseguido- a la altura de un magnífico campeón de Liga.
Bola de nieve blaugrana
Salió el TAU Cerámica con lo que tiene, sin el renqueante Pete Mickeal y con Vidal de titular, pero en menos de dos minutos contrarrestaron el triple inicial de Navarro sacando dos faltas a Daniel Santiago. El Regal FC Barcelona introdujo una interesante novedad en el inicio: cambiar el marcaje en todos los bloqueos, lo que generó desajustes defensivos que se tradujeron en faltas (4 en tres minutos).
Prigioni y Rakocevic querían dejar claro desde triple que su derrota se vendería cara. Mantenían el alto ritmo anotador del partido, a pesar del juego lento, pero la segunda falta de McDonald dio dos libres más a Andersen (5/5 en un inicio perfecto) y obligó a meter en pista al tocado Teletovic.
Un potentísimo mate en contraataque de Fran Vázquez y un triple de Basile empezaban a hacer mella en un TAU Cerámica que no podía permitirse ni un error (20-14 en el minuto 7). El gallego impuso su ley en los dos aros, secando a un voluntarioso pero desacertado Splitter en los apenas cinco minutos que estuvo en pista. Un triple de Lakovic ponía el partido a ocho (25-17) y bastante cuesta arriba para los visitantes, aparentemente hundidos.
El juego del Regal FC Barcelona fue creciendo como si de un vaso comunicante se tratara, reduciendo al mismo tiempo el acierto visitante. El azar parecía ponerse del lado de los locales y los de Ivanovic se perdían un poco más a cada minuto que pasaba (Splitter lanzó un tiro libre sin tocar aro). El resultado al final del primer cuarto lo decía todo: 27-18. Era el turno del TAU para demostrar que no estaban ante una bola de nieve.
El partido se duerme y el TAU aguanta el golpe
El descanso y las rotaciones frenaron el ritmo ofensivo de los locales, pero a pesar del coraje de Prigioni y la lucha de Splitter, el marcador no daba tregua a los vitorianos (29-24 fue lo máximo que se acercaron). El equipo de Xavi Pascual parecía perdonar a un rival muy tocado, pero el talento de Navarro (dos triples consecutivos y 14 puntos en la primera parte) y Andersen volvió a plasmar en el marcador lo que se veía en la cancha (39-26).
El TAU Cerámica no encontraba la forma de atacar ni parecía creer en sus tiros exteriores. La garra aún no había salido a relucir y el momento para hacerlo se les escapaba de las manos. A pesar de todo, a pesar de las dificultades y de la dinámica del entorno y del partido, el TAU Cerámica se fue al descanso habiendo parado el golpe, sólo 10 puntos por debajo (43-33).
El TAU Cerámica no se rinde
El partido se reanudó caliente, con una antideportiva de Pete Mickeal a Roger Grimau en un rebote y la consiguiente tensión entre los jugadores. Prigioni y Rakocevic se negaban a dar la Final por perdida y seguían martilleando el aro blaugrana, pero la calidad de Andersen no dejaba margen para la remontada. El partido iba perdiendo ritmo, pero el dúo Andersen-Navarro volvió ser el más determinante de la Final.
Tras llegar a perder de 18 puntos (59-41), el TAU Cerámica, visiblemente agotado física y mentalmente, opta por uno de sus últimos cartuchos, la frescura de San Emeterio (5 puntos consecutivos) y, como viene sucediendo desde el segundo partido, jugando sin un base puro. Se sumó a la esperanza Sergi Vidal con un triple y Splitter forzando dos tiros para reducir la diferencia a nueve puntos (63-54) tras un parcial de 2-9.
San Emeterio desquició a Santiago en el poste bajo y lo eliminó por faltas. Con un -8 se despidió el puertorriqueño. Rakocevic desde el triple mantuvo el partido dentro de los 10 puntos de ventaja, pero el Barça parecía poder atacar desde todos los ángulos, pero la Final consumía diez minutos más y el TAU seguía más que vivo: 71-60 después de un canastón de Mickeal.
Una liga hay que sudarla
Rakocevic, como en toda la Final, siguió acertadísimo y con buena parte de culpa de que el partido no se decidiera en el tercer cuarto. El problema para el TAU era que los minutos pasaban y la barrera de los ocho puntos no parecía franqueable, pero seguían echándole casta y valentía. Vidal, Splitter, San Emeterio (11 puntos en el partido)... en sus caras se veía que aún creían en la victoria.
El TAU fue duro hasta el último segundo. Navarro encuentra un triple... San Emeterio responde con otro. Pero Juan Carlos se cansó de los ocho de diferencia y sirvió un alleyoop para Fran Vázquez que selló definitivamente el título (87-75 a falta de 2:39). ¡Qué gran Final! Qué épica y con cuanto talento. Sin duda, los dos mejores equipos de la ACB esta temporada han dejado su huella en la Final.
Los últimos dos minutos fueron un festival del Barça que se gustó ante un público entregado. Fue un colofón quizás demasiado cruel para una Final de pedigree entre dos equipos de raza.