Jorge Muñoa. Madrid, 26 oct. 2008 (EFE).- El Cajasol acudió al Palacio Vistalegre con bajas, último y sin conocer la victoria y lo abandonó reforzado por un enorme encuentro concretado en una prórroga que resistió con cuatro hombres eliminados por faltas para acabar tumbando al Real Madrid en su propio feudo.
El tercer cuarto concluyó con el Cajasol por delante (73-73). No era la primera ventaja del equipo sevillano, un equipo a la desesperada en el Palacio Vistalegre, al que ingresó como colista de la Liga ACB, cuatro partidos perdidos y ni una sola victoria. La necesidad, y una acertada dosis de buen juego también, revitalizaron al Cajasol, que en el último minuto del segundo cuarto dominaba con una renta de seis puntos (41-47).
Una vez más, el italiano Andrea Pecile se erigió en pulmón de su equipo. Y, una vez más, Felipe Reyes fue el mejor, no ya en el Real Madrid, sino el mejor del partido. Una combinación perfecta de intensidad, anotación y rebotes. Un bálsamo para la formación dirigida por Joan Plaza.
Los blancos sólo controlaron el arranque (14-5 m.5). El resto de la mañana la pasaron en manos del Cajasol que, a través de Pecile, del estadounidense con pasaporte georgiano Tyrone Ellis y la combinación de cualquiera de éstos con otro base o con otro exterior como Andrés Miso, marcó la cadencia del juego.
Otro arma fundamental de los sevillanos para plantar cara a un Madrid que se aferró a Reyes para sostenerse en pie apareció en el arco de triples. El Cajasol alcanzó un alto porcentaje de efectividad más allá de los 6,25 metros.
Una técnica a Tyrone Ellis por protestar cortó la progresión andaluza en el momento menos oportuno. La diferencia visitante estaba en seis puntos (41-47) y el segundo cuarto descontaba los segundos previos al descanso. El estadounidense nacionalizado cometió falta y recibió la técnica, lo que dio pie para que el Real Madrid se marchase al vestuario por delante con un 49-47.
Los blancos, que dieron pista al hispano-estadounidense Venson Hamilton pero dejaron todo el partido en el banco al griego Lazaros Papadopulos, volvió a encontrarse complicaciones en el tercer periodo.
El buen juego del Cajasol y, sobre todo, su alta efectividad en los triples (doce de veintitrés al final del último cuarto, un 52 por ciento), daban todo tipo de quebraderos de cabeza al titular del terreno. Hasta forzar un final a cara o cruz.
Pecile, que firmó un excelente encuentro, empató a 94. El estadounidense Louis Bullock acababa de igualar con un triple. El americano siempre aparece en el momento de la verdad y, en la lotería de los tiros libres de un final en el límite, transformó los dos tiros libres que permitieron al Madrid entrar en la prórroga después de que Ellis no pudiese lanzar el último balón (99-99).
Pero Ellis abrió la prórroga con un triple y el Cajasol anotó seis puntos sin recibir ninguno a cambio (99-105 m.42). Instante para Bullock -veintiocho puntos- que el escolta encaró sin titubeos. Hizo el triple del 104-105. Y también el del 107-106 a menos de dos minutos para el final.
Sin embargo, los andaluces insistieron, olvidaron que tenían cuatro eliminados por faltas, se fajaron en el rebote defensivo y acertaron con los tiros libres decisivos dejando atrás dos triples intentados y fallados por Bullock, que asumió toda la responsabilidad.
Comas: "Un señor me enseñó una placa y me dijo que me iba a detener"
Manel Comas, entrenador del Cajasol, que ganó al Real Madrid a domicilio por 109-116 en la prórroga, aseguró en el programa radiofónico Radio Estadio de Onda Cero que, a falta de diez minutos para el final del último cuarto del choque, "un señor vestido de paisano" le enseñó una placa de policía y le dijo que le iba "a detener" después de que golpease una silla.
El técnico cajista golpeó la silla después de que los árbitros señalasen una falta a Ignacio de Miguel en el rebote producto de un tiro libre madridista en un momento vital pues el marcador iba 96-98 y el Real Madrid conseguía dos tiros libres, a renglón seguido, de uno transformado por Sergi Llull.
"Cuando estaba hablando con mis ayudantes aparece un señor vestido de paisano que me enseña una placa de policía y me dice que es el representante gubernamental en el pabellón y que yo no tengo ningún derecho a echar nada hacia el público", explicó Comas.
"Yo lo único que había hecho había sido pegar una patada a la silla y había salido -despedida- una botella a dos o tres metros. Me dice que me va a detener y yo le digo que me deje en paz, que no tiene ningún derecho a estar ahí", prosiguió el preparador del Cajasol.
"Mis ayudantes han tenido unas palabras con él y se ha calmado la cosa pero, desde luego, es una cosa realmente intimidatoria a falta de diez segundos para el final y, sobre todo, es la primera vez en mi carrera, que llevo muchos años, que me pasa una cosa parecida", aseguró Comas.
El catalán señaló que no entiende "el motivo ni el porqué -del incidente-. La gente que ha visto el partido por televisión sabe que estas cosas ocurren", dijo.
"Y más a mi, que tengo a mi ayudante entrenado para que, cuando me giro, aguante la silla. Esta vez le he pillado de improviso y he arreado a la silla. Es una anécdota que contaré en mis memorias", quitó hierro Comas.
El preparador del equipo sevillista recalcó que la falta señalada a De Miguel era clave: "Era una manera de hacerte perder un partido y el Real Madrid podrá quejarse del arbitraje igual que nosotros, pero a lo largo del partido habíamos sufrido alguna situación parecida y, en esta última, todo el esfuerzo se podía ir al garete. El baloncesto es así y creo que se ha visto un buen espectáculo".
"-La ACB- es la segunda mejor liga del mundo y ahora estamos buscando un sustituto a Elmer Bennett -el estadounidense se ha retirado esta semana-. Estamos buscando jugadores en Italia que quieren salir de allí para jugar en España. Hemos dado la imagen de lo que podemos ser", aseguró un Comas satisfecho no sólo de haber competido ante el Real Madrid y haberle ganado, sino también porque cree que el Cajasol "está en la línea buena".
109 - Real Madrid (21+28+24+26+10): Sánchez (3), Bullock (28), Mumbrú (11), Massey (8), Reyes (22) -cinco inicial-, Hosley (8), Hervelle (9), Hamilton (2), López (3) y Llull (15).
116 - Cajasol (19+28+27+25+17): Pecile (23), Ellis (15), Carter (14), Ignerski (8), De Miguel (-) -cinco inicial-, Triguero (-), Rivero (13), Savanovic (19), Ilic (9) y Miso (15).
Árbitros: Pérez Pérez, Guirao y Pérez Niz. Excluyeron por personales a Ignerskiy (m.36), Carter (m.38), De Miguel (m.40) y Misó (m.40). Señalaron técnica a Manuel Comas, entrenador del Cajasol, y a Ellis, a ambos por protestar.
Incidencias: encuentro correspondiente a la quinta jornada de la primera fase de la Liga ACB 2008-09 disputado en el Palacio Vistalegre Arena ante unos 9.000 espectadores.