El Real Madrid no cesa de hacer de la victoria costumbre y logró la decimocuarta en catorce partidos oficiales durante lo que va de curso, esta por aplastamiento (91-68) ante un Zunder Palencia que se estrenaba a domicilio en el feudo de los blancos como equipo de la máxima categoría del baloncesto español.
La primera canasta del duelo la transformó Brandon Brown. No fue tema menor porque el fogonazo hizo que se escuchara desde el principio a los múltiples aficionados del cuadro palentino desplazados hasta el WiZink Center, dispuestos a arropar a los suyos en el que se vaticinaba como uno de los enfrentamientos más complicados de la temporada.
Ese pronóstico fue tomando forma pronto. El anfitrión, aún con la resaca emocional de ampliar su cartel de invicto en el "Clásico" de Euroliga contra el Barça pese a sus pecados ofensivos, metió pronto la directa. Cuatro puntos de Fabien Causeur, inédito ante los de azulgrana, y un triple de Facundo Campazzo generaron un intimidatorio parcial de 7-0. Sobre él sentaron las bases de lo que estaba por venir.
Imponiendo su ritmo contra un Zunder Palencia al que le costaba sacar tiros cómodos y limpios ante la imposibilidad de mover el balón (solo una asistencia en la primera mitad), en cinco minutos se pasó del 16-7 al 30-11 con el que se encaró el segundo acto.
Lejos de bajar el ritmo, los de Chus Mateo, siguieron entregados a la causa de encarrilar el triunfo pronto en medio de un calendario en el que cualquier espacio para la dosificación es bienvenido. Así, volvieron al parqué exhibiendo un 9-3 favorable que les dejó al borde de triplicar en puntos al rival (36-13, min.23).
Conscientes de que su destino pintaba aciago, los visitantes comenzaron a soltarse las amarras y a disfrutar, coincidiendo con las rotaciones en el Real Madrid. Emergió entonces su mejor versión y con ella el equilibrio, siendo el resultado de 16-12 desde ese momento hasta el descanso (52-25, min.20).
Ese impulso que dio a los de morado el no tener nada que perder en el contexto en el que se desarrollaba el duelo les hizo salir valientes de los vestuarios. El premio fue un parcial de 1-9 en el que despuntó el joven y prometedor Ousmane Ndiaye. A efectos prácticos esa reacción no tuvo muchas consecuencias, pues la desventaja no bajó de los 20 puntos, pero fue celebrada con gritos de "Palencia, Palencia" desde los asientos y les ayudó a "ganar" el tercer cuarto (67-43, min.30).
Los diez minutos decisivos apuntaban a trámite, pero hay jugadores que no entienden de eso. Es el caso de Sergio Rodríguez, que quiso dejar detalles a modo de asistencia antes del cierre; y del croata Mario Hezonja y el francés Vincent Poirier, autores entre los dos de 17 de los 24 puntos en ese tramo.
91 - Real Madrid (30+22+15+24): Causeur (8), Campazzo (9), Deck (5), Musa (13), Tavares (8) -cinco inicial-, Hezonja (16), Sergio Rodríguez (4), Poirier (8), Llull (7), Abalde (3), Hugo González (2), Ndiaye (8).
68 - Zunder Palencia (11+14+18+25): Brown (5), Benite (13), Ortega (7), Kamba (3), Haarms (2) -cinco inicial-; Franke (2), Van der Vuurst (11), Rodríguez (-), Ndiaye (11), Ubal (6) y Pasecniks (8).
Árbitros: Carlos Peruga, Andrés Fernández y Guillermo Ríos. Sin eliminados.
Incidencias: partido de la séptima jornada de la Liga Endesa de baloncesto disputado en el WiZink Center ante 9.106 espectadores.