El UCAM Murcia, que regresaba a la Copa del Rey 26 años después, hizo historia este viernes tras eliminar, en una batalla épica que no se decidió hasta el último segundo, a un Valencia Basket de dos caras que, aunque llegaba como cabeza de serie y con el cartel de favorito, se va para casa a las primeras de cambio víctima de su pésima primera mitad y de la ilusión y el empuje de un grupo liderado por Thad McFadden (83-86).
El partido tuvo dos caras bien diferentes. Unos primeros veinte minutos en los que el conjunto murciano bordó el baloncesto, desarboló a su oponente y logró irse al descanso con 17 puntos de renta y una segunda mitad en la que los taronjas resucitaron con un parcial de salida de 21-0 gracias al empuje de un inmenso Jasiel Rivero y al acierto de Klemen Prepelic, que no les bastó para seguir vivos en la Copa.
El choque pareció arrancar al ralentí, con los habituales nervios del estreno en unos y otros y numerosos errores en el tiro, aunque solo fue un espejismo ya que McFadden, con sendos triples, dio las primeras ventajas a los suyos ante un adversario que intentaba mover el balón pero se mostraba negado cara ala aro y erraba seis de sus siete primeros lanzamientos.
Con el paso de los minutos, el equipo universitario siguió creciendo y poniendo en práctica la intensidad defensiva y la velocidad que le han llevado hasta la Copa del Rey. A un par de buenas acciones del pívot cubano Jasiel Rivero respondieron con descaro un inspirado Isaiah Taylor y un omnipresente Augusto Lima. Al verse 11 abajo tras ocho minutos para olvidar, Joan Peñarroya se vio obligado a pedir su primer tiempo muerto para despertar del letargo a sus hombres.
Saltaban chispas en ambas zonas, donde se peleaba hasta el límite por cualquier balón, y el quinto triple del UCAM, con la firma de James Webb, disparó a su equipo hasta el 14-28 con el que terminó un primer cuarto de claro dominio murciano como reflejaba en la estadística la valoración global de unos y otros (33-10).
Peñarroya movió banquillo en busca de un quinteto más fiable pero nada cambio en el parqué granadino con su segunda unidad. El UCAM seguía mucho más metido en la eliminatoria y enchufado desde fuera. Nemanja Nedovic se sumó a la fiesta del triple con dos consecutivos y Chris Czerapowicz acertó con un tercero que encendió las alarmas en el banquillo valenciano verse por primera vez en la tarde veinte abajo a seis minutos del descanso (19-39).
El Valencia hacía aguas por todos lados, negado desde el perímetro y sometido por un adversario crecido que jugaba a su antojo, al ritmo que más le convenía y que, con un par de marchas más en su juego y la moral por las nubes, pareció irse a los vestuarios con el partido encarrilado (33-52, min 20).
Los diez triples del UCAM en los primeros veinte minutos contrastaban con el 2/15 que reflejaba la estadística de los de Joan Peñarroya, que también perdían la batalla del rebote (24-17).
Pero el panorama cambió radicalmente al inicio del tercer cuarto, con un inesperado giro del guión. El Valencia Basket, obligado a reaccionar, salió a por todas y en un minuto y medio enlazó un parcial a favor de 10-0 gracias a un par de aciertos de Rivero y a los triples de Dubljevic y Hermannsson, que obligaron a Sito Alonso a pedir tiempo muerto para evitar males mayores.
Pero el festival taronja siguió al ritmo que marcaba el pívot cubano, que estaba desatado y jugaba a su antojo. Con doce puntos en seis minutos, revolucionó el choque. Enfrente, el UCAM Murcia parecía otro equipo. No encontraba el camino al aro, abusaba del individualismo y sus cuatro minutos y medio sin anotar los pagó caros, porque el Valencia Basket, con un parcial de salida de 21-0, recuperó el mando del partido en un abrir y cerrar de ojos.
La batalla se equilibró con empates sucesivos hasta el final de un tercer acto de absoluto dominio valenciano (31-9) que le permitió llegar a los diez minutos definitivos con una renta de tres puntos, algo impensable poco antes (64-61, min 30).
Llegó entonces el momento de los tiradores. McFadden se echó a su equipo a la espalda y golpeaba de tres en tres, pero el Valencia encontró a Dimitrijevic y Prepelic, que también enchufaban todo lo que les llegaba a sus manos y prolongaban la incertidumbre de un partido de alto voltaje que apuntaba a final de infarto.
Las ventajas cambiaban constantemente. Prepelic pareció sentenciar desde el arco a un minuto del final pero en la siguiente jugada Webb le devolvió la moneda. En la ruleta final, el Valencia no acertó con el aro y McFadden, desde el tiro libre, selló una clasificación histórica para semifinales y desató la fiesta en el Palacio de Deportes de Granada.
83 - Valencia Basket (14+19+31+19): Hermannson (10), Prepelic (19), Pradilla (2), Puerto (-) y Dubljevic (8) -cinco inicial-, Van Rossom (-), Rivero (20), Labeyrie (-), Dimitrijevic (13) Claver (2), López-Arostegui (7) y Tobey (2)
86 - UCAM Murcia (28+24+9+25): McFadden (20), Taylor (16), Rojas (2), Webb (13) y Lima (9) -cinco titular-, Bellas (7), Radovic (10), Davis (4), Cate (2) y Czerapowicz (3).
Árbitros: Juan Carlos García González, Benjamín Jiménez y Carlos Cortés. Eliminaron por faltas a Jaime Pradilla.
Incidencias: Tercer partido de cuartos de final de la Copa del Rey de Granada disputado en el Palacio Municipal de Deportes de la ciudad andaluza ante 6.159 espectadores.