El Iberostar Tenerife logró este sábado una trabajada e importante victoria sobre el Joventut de Badalona (86-82) en un duelo que se decidió por pequeños detalles y que permite a los tinerfeños seguir invictos tras cinco partidos disputados en la Liga ACB.
El duelo entre los dos equipos de la zona alta de la clasificación no defraudó ya que ambos desplegaron desde el inicio sus mejores armas en busca de intentar dominar el choque lo antes posible y ganar el partido.
El triunfo se decidió por pequeños detalles y los errores en un encuentro igualado puede suponer mucho al final. Lo cierto es que el Joventut de Badalona dominó el rebote durante los tres primeros periodos, pero fue el Iberostar Tenerife más efectivos en los lanzamientos exteriores.
Canarios y catalanes ofrecieron unos primeros diez minutos llenos de intensidad y con unas defensas muy férreas. Los dos equipos intentaban aprovechar las mínimas opciones que su rival les daba, aunque los visitantes parecían tener más alternativas ofensivas, con Ventura, Tomic, Rivas y Bassas. En el equipo local entre Huertas y Shermadini lograban anotar con cierta facilidad, y esta vez se les unió también Cavanaugh.
Tras terminar en empate a 22 puntos el primer cuarto, el Iberostar Tenerife salió mucho más acertado en el segundo. Los aciertos exteriores de Sergio Rodríguez –tres triples consecutivos y el último con adicional- y el poder de Shermadini en el interior con la ausencia en cancha de Tomic, permitió al equipo tinerfeño tomar una pequeña pero importante diferencia en el marcador (31-22, min.13) y que se fue hasta los doce de ventaja (36-24), máxima diferencia hasta el momento.
Tras un tiempo muerto de Carles Durán volvió a la cancha Ante Tomic. Con el pívot en pista el Joventut fue más intenso y peligroso en ataque. De ello se beneficiaron los exteriores quienes tuvieron más espacio para anotar. Poco a poco el equipo catalán fue recortando diferencia, tanto con puntos anotados en la pintura como desde el exterior, llegándose al descanso con empate en el marcador a 43.
Tras la reanudación no cambió la tónica del partido en el que los dos equipos pusieron mucho énfasis en el trabajo defensivo y buscando el error del rival. Ninguno de los dos oponentes logró tomar diferencias en el electrónico. Intercambios de canastas y ventajas mínimas.
Fue el Iberostar Tenerife el que, tras un triple del uruguayo Bruno Fitipaldo logró tomar una ventaja de cinco puntos (67-62, min.30), pero el Joventut de Badalona pronto lo neutralizaría con otro triple de Brodziansky (67-65).
En el último cuarto las canastas fueron muy caras y la mayoría de los puntos se consiguieron en los tiros libres. Zagars, con un triple, puso a su equipo por delante (69-70) y Dimitrievic aumentó la diferencia para su equipo con una nueva canasta (69-72).
Doornekamp, con un triple, y Salin volvieron a poner a su equipo por delante (74-72) y se repitió una vez más el intercambio de canasta hasta que dos errores ofensivos de los visitantes permitieron al Iberostar Tenerife ponerse seis puntos arriba en el marcador (81-75), a falta de algo más de un minuto para el final.
No estaba decidido todo aún porque el Joventut de Badalona no estaba dispuesto a rendirse. Un triple de Dimitrievic puso el 81-78, Huertas el 83-78 y Bassas el 83-80, a falta de 38 segundos, pero un triple de Doornekamp a 17 segundos del final acabó con las opciones del equipo de Carles Durán que, pese a intentarlo hasta el final no pudo recuperar esa diferencia, llegándose al final del choque con un ajustado 86-82 que mantiene invicto al equipo canario.
86 -Iberostar Tenerife (22+21+26+17): Huertas (10), Salin (5), Doornekamp (9), Cavanaugh (8), Shermadini (16) –inicial-, López (-), Fitipaldo (14), Sergio Rodríguez (14), Guerra (8) y Sulejmanovic (2)
82 - Joventut (22+21+24+15): Bassas (10), Ribas (8), Ventura (5), Morgan (7), Tomic (18) –inicial-, López Arostegui (-), Zagars (5), Parra (-), Brodziansky (15), Birgander (4) y Dimitrijevic (10).
Árbitros: Pérez Pizarro, Martínez y Fernández.
Incidencias: Pabellón de Deportes Santiago Martín, Partido disputado a puerta cerrada.