Valladolid/Manresa, 15 Mar. 2013 (EFE).- El Blancos de Rueda buscará mañana un triunfo ante el Bàsquet Manresa, que supondría no sólo dar un buen empujón a los vallisoletanos, de cara a esa lucha por la permanencia, sino además herir a un rival que ocupa la última plaza y del que le separan cinco victorias.
Aunque los catalanes sólo cuentan con cuatro partidos ganados en su casillero, el técnico del conjunto morado, Roberto González, ha advertido que "no será un partido fácil, puesto que Manresa ha tenido muy mala suerte y ha perdido encuentros en la prórroga y en los últimos minutos, pero tiene gente con buena mano".
"Si ellos meten, ganan a cualquiera, porque cuando meten, meten mucho, a un nivel espectacular, con lo que si jugamos a meter más que ellos podemos salir escaldados", ha comentado en rueda de prensa González, quien podrá contar con todos sus efectivos para este importante enfrentamiento.
El Bàsquet Manresa visita la pista vallisoletana con la novedad del ala-pívot serbio Nemanja Aleksandrov, el último fichaje de los catalanes y que podría debutar en tierras pucelanas.
Aleksandrov (de 25 años y 2,10 metros de altura) debe ayudar a los manresanos a remontar el vuelo en la Liga Endesa, donde son colistas con solo cuatro victorias. El Blancos de Rueda Valladolid, en cambio, afronta este encuentro con menos urgencias, pues tiene tres victorias de renta respecto a los puestos de descenso.
Jaume Ponsarnau, entrenador del conjunto catalán destaca que el Blancos de Rueda es "un equipo muy complejo, contra el cual es muy difícil jugar. Sus jugadores entienden muy bien este juego y saben hacer cosas un poco diferentes al resto".
El técnico cree que es difícil prepararse para enfrentarse al cuadro pucelano, "porque juegan poco mecánicos y muy creativos", y en defensa "tiene muchos detalles tácticos y buscan minar la confianza del rival".
"Por lo tanto, en ataque tenemos que anotar y jugar con determinación", ha añadido Ponsarnau, quien reconoce que de estas cualidades su equipo precisamente no va suficientemente sobrado.
Sobre Aleksandrov, que ayer se entreno por primera vez con el Manresa, Ponsarnau ha destacado que "es un jugador listo y con mucho talento", pero que habrá que esperar algunos partidos para verlo en plenitud.
"Cuando esté adaptado, nos podrá ayudar muchísimo. Ahora quiere hacer las cosas con mucho rigor y, como que aún no tiene las mecánicas de nuestro juego, probablemente irá un punto tarde a todos lados", ha indicado.
En las filas del Blancos de Rueda, el Manresa se reencontrará con Román Montañez, David Navarro y Jordi Grimau, que fueron titulares en el último partido.
"Me alegra mucho que lo estén haciendo muy bien. Cada uno ha encontrado su juego demostrando sus virtudes, como el talento ofensivo de Román, la inteligencia de Jordi, y David que es muy bueno en el uno contra uno y uno de los mejores de la liga en saliendo al contraataque", ha comentado el técnico catalán sobre sus expupilos.
"Para nosotros, todos los partidos van a ser muy difíciles y, desde luego, no hay ninguno ganado, por lo que es fundamental que mantengamos la concentración y el espíritu de competición", ha declarado el técnico de los pucelanos, Roberto González, quien confía en que "las cosas salgan como se ha entrenado esta semana".
La última incorporación del Blancos de Rueda, el base argentino Antonio Porta, ha logrado adaptarse en tiempo récord y, aún podrá aportar más "porque sabe llevar a un equipo", ha reconocido el responsable del banquillo vallisoletano.
González también ha admitido que le hubiera gustado contar con algún refuerzo más y que, el finalmente frustrado fichaje de Will Hanley, ha supuesto "un ahora sí y luego no", que se ha unido a "un presidente que se va", de lo que han intentado "abstraerse al máximo" y "pensar sólo en el baloncesto".
"Para mí todo esto son malas noticias, porque lo mejor es que no pasara nada. Cada uno tiene que tratar de hacer bien su trabajo y el nuestro es jugar e intentar ganar, aunque es complicado lidiar con esta situación, ya que al baloncesto se juega con las manos, pero también con la cabeza", ha asegurado González.
En este sentido, el técnico vallisoletano confía en que "no haya más sorpresas" en el equipo, que "está al límite" y, por tanto, reconoce "no saber hasta dónde va a llegar", ya que se han reducido los efectivos.
"Si el equipo hace puf no vamos a ser capaces de levantarlo", ha concluido Roberto González, que no ha querido hacer una valoración de la gestión del ya ex presidente del club, José Luis de Paz, quien presentó su dimisión el pasado martes, y prefiere seguir centrado en transmitir la mayor confianza y tranquilidad a sus jugadores.