Manresa (Barcelona), 19 Ene. 2003 (Europa Press).- El Bàsquet Manresa continúa firme en el Nou Congost tras lograr hoy una merecida victoria, la séptima en nueve partidos jugados ante su afición, sobre un Caprabo Lleida (81-68) que, por el contrario, encadenó su tercera derrota consecutiva y no gana a domicilio desde el pasado mes de octubre.
El primer duelo de la historia entre ambos equipos en la Liga ACB tuvo un claro color local en el primer cuarto, donde la concentración y la agresividad del Manresa le permitió dominar con mucha facilidad a un Caprabo sin rebote ofensivo, al que le costaba mucho entrar en el encuentro (7-2, min.2) y que sobrevivía como podía gracias a los puntos de un Bramlett que lo hacía todo.
La buena defensa de los de Ricard Casas y su facilidad para entrar en la zona de su rival, con una gran aportación de todo su quinteto inicial, obligó al técnico del Lleida, Edu Torres, a mover constantemente su banquillo, pero no pudo evitar que la diferencia desfavorable fuera aumentando hasta los 11 puntos (23-14, min.8 y 25-14, min.9) y llegar al final del primer periodo con un 27-16.
El decorado cambió, sin embargo, en el segundo cuarto. El Caprabo entró por fin en el choque, mientras el Manresa encallaba su máquina, apretó en defensa y fue recortando las distancias poco a poco (30-25, min.16) coincidiendo con la aparición de Roger Grimau, decisivo con sus diez puntos anotados en el segundo periodo, contrastando con la apatía de los lanzadores locales.
El base catalán lideró la reacción de un Lleida que, pese a seguir inédito en el lanzamiento exterior, mejoró sensiblemente en la captura del rebote en ataque y traspasó los problemas que había acusado en los primeros minutos a su rival, que empezó a perder balones.
Del 35-25 (min.17) se pasó al 37-35 (min.19), en un parcial de 2-10 con un triple de Grimau incluido, evidenciando la clara mejoría del Lleida en un encuentro muy intenso y dejando el desenlace muy abierto de cara a la segunda parte (38-35, al descanso).
De todas formas, el Bàsquet Manresa no había tirado la toalla, ni mucho menos, y lo demostró con otra salida en tromba, similar a la del inicio del choque, que le situó con un 51-39 (min.25). Peñarroya cogió aquí el mando y con ocho puntos consecutivos parecía encarrilar de nuevo la contienda para su equipo, cuya cerrada defensa fue clave para secar el bagaje ofensivo del Lleida.
El Caprabo, sin el desaparecido Grimau, sólo fue capaz de anotar 10 puntos en el tercer cuarto, continuando con su nefasto lanzamiento, unas estadísticas opuestas a las de su rival, que llegó a los 16 puntos de diferencia (55-39, min.7 y 57-41, min.8), aunque Grimau y Comas establecieran el 57-45 con el que empezaría el último periodo.
La sentencia definitiva del Manresa llegaría en los primeros instantes del definitivo cuarto, al alcanzar la máxima ventaja del choque (64-46, min.32) con un parcial de 7-1, lo que le permitió afrontar el tramo final con mucha tranquilidad y atajar sin problemas los intentos del Lleida, con cambios defensivos, de soñar con la remontada. Al final, justa victoria local por 81-68 que deja sumido al Caprabo en una crisis.
Casas: "la clave ha sido la aportación del banquillo"
El entrenador del Bàsquet Manresa, Ricard Casas, compareció ante los medios de comunicación contento de la contundente victoria lograda por su equipo frente al Caprabo Lleida (81-68) en el enésimo derbi catalán de la temporada y calificó como clave la aportación del banquillo en el triunfo final.
"Se ha visto un partido con mucho dinamismo y con una muy buena predisposición de mi equipo. Hemos tenido una regularidad muy alta, excepto en el segundo parcial del encuentro", expuso Casas que agreró: "La clave de esta regularidad ha sido la aportación que han hecho los hombres de banquillo como Jordi Singla o Joan Peñarroya. Tenemos que estar contentos porque hemos jugado a un gran nivel".
De la misma forma, el preparador catalán quiso hacer un balance muy positivo de la primera parte de la Liga para un conjunto recién ascendido y que tiene que tener como principal objetivo la permanencia. "El objetivo del equipo es conseguir la permanencia", comentó Casas, que reconoció que sus hombres estan jugando "a un nivel muy alto, un nivel que lo necesitamos para poder ganar partidos".
"Es difícil pensar que puedes estar en la clasificación por encima de un gran equipo como el Lleida", dijo como palabras de elogio hacia sus pupilos, antes de aseverar: "De hecho, estamos gratamente contentos, no sorprendidos, porque sabemos que el trabajo que estamos haciendo es bueno".
Torres: "Se ha visto un equipo confiado y otro con dudas"
Por su parte, el técnico del Caprabo Lleida asistió a la rueda de prensa posterior a la tercera derrota consecutiva de su equipo, lo que le sitúa en la zona media baja de la clasificación, muy contrariado por el rendimiento de sus jugadores, a los que señaló como un equipo con "dudas" frente a un conjunto confiado.
"Hemos visto un equipo con confianza en la pista y otro con dudas", comenzó su discurso Torres, que añadió con rotundidad: "El nivel de exigencia para mi equipo es más alto que la realidad de lo que demuestra nuestro juego. Entre todos debemos bajar nuestras exigencias y tocar de pies al suelo".
En este sentido, el entrenador ilerdense, que apuntó que "hemos de tener un poco más de humildad, porque no siempre se consiguen milagros", admitió con dureza que "somos un equipo peor de lo que pensábamos" y no dudó en criticar a la prensa de Lleida por exigir con rapidez resultados positivos a su equipo.
Finalmente, Torres, en referencia al encuentro disputado en el Nou Congost de Manresa, aseguró que "hemos tenido un pobre acierto y ha sido imposible remontar ante un equipo como el Manresa que estaba volcado y apoyado por una afición entregada a su equipo" y señaló como clave dos triples de Peñarroya en un momento importante del choque
Árbitros: De la Maza, Hierrezulelo y García. Eliminaron a Cilla por el Básquet Manresa y a Comas y Grimau por el Caprabo Lleida.