Inés Morencia. Valladolid, 29 ene. 2012 (EFE).- El Blancos de Rueda Valladolid mantiene el rumbo fijo hacia el descenso, tras un partido que dominó sin problemas el CAI Zaragoza y sin necesidad de desplegar su mejor juego, ya que con los rebotes y el tiro exterior se aseguraron el control, ante la ineficacia local.
El primer cuarto sirvió para que ambos equipos mantuvieran la primera toma de contacto, si bien el cuadro zaragozano se mostró más seguro en la faceta ofensiva, mientras que a los vallisoletanos les costaba más anotar, aunque las diferencias apenas se percibieron hasta que el tiro exterior decantó la balanza del lado visitante.
Con el 12-19, a falta de 40 segundos para la finalización de los primeros diez minutos, Luis Casimiro se vio obligado a solicitar un tiempo muerto para tratar de reorganizar defensivamente a sus jugadores que, además, tampoco se estaban encontrando cómodos en ataque.
Pero sería Wright el que anotara una última canasta, para situar el 12-21 y empezar a crear tensión en el conjunto vallisoletano, que no se mostró centrado ni encontró referentes.
Esa presión se hizo patente de inmediato, traducida en errores defensivos, en errores de circulación y en fallos en lanzamientos fáciles, con lo que el CAI siguió aumentando su renta (16-29), sin apenas tener que esforzarse, puesto que controlaban todas las facetas del juego.
La línea de flotación del barco vallisoletano estaba totalmente dañada, y los errores se sucedieron, en gran medida fruto de la falta de un director de juego que estableciera las pautas necesarias, por lo que los maños conservaron una ventaja de 14 puntos antes del descanso (29-43).
El Blancos de Rueda Valladolid salió tras la reanudación dispuesto a vender cara la victoria y, merced a un buen juego colectivo y la mejoría defensiva, recortaron diferencias para situarse a seis puntos (43-49), lo que llevó a Abós a solicitar un tiempo muerto para frenar la remontada local.
Parón que supo amortizar a la perfección el cuadro aragonés, ya que volvió a apretar en defensa, bloqueando la reacción vallisoletana, para recuperar una renta de once puntos (43-54), que terminó de horadar el ánimo de los locales y que alcanzaría los 15 puntos (45-60), al término del tercer cuarto.
Aunque el Blancos de Rueda aumentó la presión defensiva, no fue suficiente para impedir que el CAI siguiera dominando la faceta reboteadora, lo que les permitía contar con segundas y terceras jugadas, con lo que pudieron mantener una ventaja de once puntos (52-63), a falta de cinco minutos para la conclusión.
El público empezó a pedir la dimisión de Casimiro y del director deportivo, Eduardo Pascual, representativo de la impotencia de un equipo que en ningún momento llegó a inquietar a su rival, ya que las reacciones fueron meros espejismos en un desierto de constantes errores e imprecisiones, que les hicieron sumar una nueva derrota.
58 - Blancos de Rueda Valladolid (12+17+16+13): Uriz (3), Udrih (4), Robinson (13), Touré (9), Borchardt (8) -cinco inicial-, Diego García (8), López 11), Hernández-Sonseca (2), Nacho Martín (-), Zamora (-) y Anagonye (-).
73 - CAI Zaragoza (21+22+17+13): Cabezas (8), Wright (16), Steffanson (6), Archibald (6), Hettsheimeir (15) -cinco inicial-, Van Rossom (8), Aguilar (4), Toppert (10), Almazán (-) y Fontet (-).
Árbitros: Arteaga, Bultó y Sánchez Mohedas. Eliminaron por cinco faltas personales a Archibald (min.34), del CAI Zaragoza y Borchardt (min.39), del Blancos de Rueda.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la decimoctava jornada de Liga Endesa, disputado en el pabellón Pisuerga ante 4.900 espectadores.