Fuenlabrada (Madrid), 21 ene (EFE).- El Baloncesto Fuenlabrada se jugará este domingo, en un encuentro con muchos atractivos, su presencia en la Copa del Rey en un momento complicado para el equipo, ante un Valladolid que llega muy necesitado de victorias desde su posición de colista de la Liga.
El plantel de Porfirio Fisac dista mucho del que comenzó la temporada. El técnico ha tenido que reorganizar el juego y buscar tácticas más oportunas para los efectivos con los que ahora cuenta, por lo que no parece éste el momento más apropiado para un encuentro de esta envergadura.
De hecho, ante Valladolid se estrenará con el equipo la última incorporación, el joven pívot senegalés Michel Diouf, que firmó el pasado lunes y debutará ante la afición el norteamericano Mike Hall, que firmó hace ocho días después de una semana a prueba.
También llegaron en este 2012 Saúl Blanco y Robert Joseph, toda una revolución en el juego interior y exterior que necesita tiempo para asentarse.
Quienes no estarán mañana son el checo Lubos Barton, a causa de una lumbalgia, ni el argentino Leo Mainoldi, que lleva lesionado tres semanas por un traumatismo en su rodilla derecha.
El encuentro tiene, además, una importante carga emotiva, puesto que Fisac llegó este verano a Fuenlabrada desde Valladolid, un equipo al que después del ascenso ayudó a asentarse en la máxima división del baloncesto nacional y que ahora es el farolillo rojo.
El Blancos de Rueda aspira a terminar con victoria la primera vuelta liguera, para lo cual habrá de superar al Fuenlabrada, un equipo sólido y consistente que realiza un buen baloncesto y que, de la mano del segoviano Porfi Fisac, aún tiene opciones de clasificarse para la Copa del Rey.
Precisamente éste será uno de los hándicap a los que deberán hacer frente los vallisoletanos, que viajan a Madrid con las máximas expectativas, ya que en el "debe" de su cuenta de activos se incluye una mejoría que no desemboca en triunfo, por lo que se mantienen como colistas de la clasificación.
Para el Blancos de Rueda, la única opción posible es ganar, ya que eso supondría dar un importante paso de cara a la permanencia, de ahí que los jugadores hayan pasado página después de la decepción que supuso perder ante Bilbao, cuando tenían el partido a su favor, y confíen en sumar el segundo triunfo a domicilio.
Para lograrlo será fundamental conservar la intensidad y regularidad durante los 40 minutos, tal y como han reconocido los jugadores, y evitar rachas negativas que descentren a la plantilla y les impidan rematar el buen juego realizado anteriormente, como sucedió ante el Gescrap Bizkaia.
Cabe esperar que los vallisoletanos desplieguen todas sus armas en el juego interior, a través de Curtis Borchardt y de Eduardo Hernández-Sonseca, que sigue trabajando duro para encontrar su forma óptima y podría debutar mañana ante el cuadro madrileño.
Sobre los precedentes, de los 13 partidos disputados en el Fernando Martín, nuevo se han saldado con victoria para Fuenlabrada, por sólo cuatro de los vallisoletanos, quienes se anotaron el último encuentro jugado allí la temporada pasada, rompiendo una racha de ocho derrotas seguidas.
El partido se disputará a partir de las 12:30 horas, en el pabellón Fernando Martín de Fuenlabrada.