Málaga, 5 Feb. 2011 (EFE).- El Unicaja recibe este domingo al Baloncesto Fuenlabrada en un partido que necesita ganar para no descolgarse de su objetivo de acabar la liga regular entre los ocho primeros y disputar la fase por el título.
En la actualidad, el equipo malagueño ocupa la undécima posición con nueve victorias, a dos del octavo puesto, donde se encuentra el DKV Joventut, por lo que un descuido le dejaría con pocas opciones de clasificarse para jugar por el título.
El rival está por delante en la clasificación con dos victorias más y cuenta en su plantilla con una de las revelaciones de la temporada, el alero cedido por el Barcelona Xavi Rabaseda, además de dos ex jugadores del Unicaja, el escolta croata Davor Kus y el alero Jon Cortaberría.
El Baloncesto Fuenlabrada es el cuarto mejor ataque con 76.47 puntos por partido; la cuarta peor defensa, encajando 76.05 puntos en cada choque, y el cuarto también en asistencias, justo un puesto por debajo del Unicaja, que es tercero, con 15.58 pases de canasta como media.
El alero del Unicaja Carlos Jiménez, es duda por una lesión de rodilla que le impidió jugar ante al Lietuvos Rytas en la Euroliga, por lo que está convocado el alero del Clínicas Rincón Pablo Almazán, y regresa al equipo el pívot Guillermo Rubio, que fue dado de baja esta semana.
El Baloncesto Fuenlabrada, tras superar con dos victorias consecutivas su frustrante exclusión de la Copa del Rey, acudirá al feudo del Unicaja de Málaga con la legítima intención de obtener la quinta victoria de 13 visitas en los dominios de uno de los grandes de la Liga ACB.
El encuentro de la vigésima jornada de la competición (12.30 h.) une a los habituales alicientes varios significativos y emotivos reencuentros.
Así, Chus Mateo, entrenador del Unicaja, era hasta hace aproximadamente un mes primer técnico ayudante del Fuenlabrada, entidad en la que había permanecido dos temporadas y media. Los escoltas, asturiano y estadounidense, Saúl Blanco y Gerald Fitch, ahora en Málaga, forman parte de la historia más reciente del club madrileño. Del otro lado, el alero donostiarra Jon Cortaberría llegó al cuadro fuenlabreño procedente de la entidad 'cajista'.
Salva Maldonado, entrenador del Baloncesto Fuenlabrada, que viajará junto a todos sus efectivos, salvo el alero checo Lubos Barton, lesionado de larga duración, alertó de que los últimos cambios que ha experimentado su adversario aumentan su potencial.
"Jugamos en una cancha emblemática, que es la de un grande y ante un equipo con entrenador recién estrenado y con varios jugadores, muy buenos, nuevos en el equipo, por lo que su intención de agradar a sus aficionados es total. Será un partido duro y físico al que habrá que adaptarse. Hace dos jornadas, frente al CAI Zaragoza, Unicaja dio una exhibición. Y viene de ganar en Euroliga", advirtió.
Acerca de Chus Mateo, este domingo adversario y hasta hace muy poco ayudante, Maldonado reconoció que su conocimiento del equipo que dirige es total, aunque se remitió a los jugadores: "Nos conoce perfectamente, claro, pero a la cancha saltan los jugadores, ni Chus ni yo ganamos partidos", explicó.
Ferran Laviña, escolta y uno de los capitanes del Fuenlabrada, reconoció el favoritismo del Unicaja, pero no descartó las opciones de su equipo al afirmar que "con paciencia, sin urgencias en la tabla, ganar en Málaga es posible".
"Hemos de aprovecharnos de nuestra situación, de sus urgencias y no desperdiciar las opciones favorables que, seguro, se plantearán durante el partido", declaró.