Málaga, 13 Feb. 2010 (EFE).- El Unicaja afronta este domingo el derbi regional ante el Cajasol de una manera un tanto desigual después de varios años de supremacía del equipo malagueño, ya que actualmente el conjunto sevillano está clasificado para la Copa del Rey y supera a su rival en tres victorias.
El Unicaja ocupa la séptima posición con diez triunfos y su objetivo es acabar entre los ocho primeros e incluso entre los cuatro para ser cabeza de serie en la fase por el título, aunque para ello debería ganar la mayoría de los partidos que quedan para que concluya la Liga regular.
La irregularidad del Unicaja, que es capaz de vencer por más de veinte o perder contra equipos teóricamente inferiores como el Asseco Prokom, causa sorpresa y ahora, tras dos victorias consecutivas y por jugar como local, puede ser el favorito para este partido.
Además de las lesiones que ha tenido el conjunto malagueño durante la campaña, en las últimas horas se ha añadido un episodio más, el positivo en un control antidopaje del escolta estadounidense Juan Dixon, que ha sido suspendido provisionalmente a la espera del contra análisis.
El Cajasol con Joan Plaza en el banquillo ha logrado los tres últimos triunfos, por lo que es quinto con trece victorias e intentará repetir el resultado del partido que se disputó en Sevilla, en el que se impuso por 63-61.
Además, será un día de efemérides porque el técnico del Unicaja, Aíto García Reneses, cumple novecientos partidos en la ACB, por encima del que fue entrenador del Cajasol la pasada temporada Manel Comas, con setecientos cuarenta y cuatro.
Aíto, es el técnico más laureado con nueve Ligas, cinco Copas del Rey, dos Copa Korac, una Copa Uleb, una Eurocopa Fiba y una Recopa de Europa, junto con la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Pekín con la Selección Española.
El pívot inglés Joel Freeland, es baja por problemas físicos, y su sustituto será el pívot brasileño Augusto Lima, y ha sido dado de alta el escolta francés Joseph Gomis, recuperado de una lesión en lugar de Dixon.
Ppor su parte, el cuadro hispalense viaja a Málaga con la intención de romper las estadísticas en sus confrontaciones con Unicaja, al que aún no ha vencido en el pabellón José María Martín Carpena.
Así, los sevillanos, que no han vencido en tierras malagueñas desde hace doce años, pues el último triunfo se produjo en noviembre de 1998 -entonces denominado Caja San Fernando-, quieren aferrarse a su buen momento para quebrar un balance desfavorable.
El quinto puesto y las tres victorias de diferencia a favor son los argumentos de los sevillanos para optar a un triunfo que sería histórico en el José María Martín Carpena.
Para el encuentro en el Martin Carpena distintas peñas del Cajasol han organizado el desplazamiento y se calcula al menos dos centenares los aficionados sevillanos que viajarán a Málaga.