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Descenso a los infiernos

Descenso a los infiernos en Argentina´90. La dirección de Antonio Díaz Miguel, la escasa operatividad de algunos jugadores, las bajas de otros' Cada uno tenía su argumento para explicar el castigo al que fue sometido una selección obligada, posteriormente, al destierro de Salta para disputar la infame liguilla del deshonor. Egipto, China, Venezuela' Menudo papelón

Jordi Villacampa no pudo evitar el desastre español
© Jordi Villacampa no pudo evitar el desastre español
  

Y eso que el primer día recibieron un aviso de lo que les esperaba en caso de no citarse con los mejores, en Buenos Aires. El hecho de que Fernando Romay tuviese que pedir el cambio instantes después del salto inicial de la segunda mitad contra Corea porque el conjunto rival presentara cinco jugadores por debajo del 1.90 indica muchas cosas. Por algo Ferrán Martínez (30 tantos) y Paco Zapata (21) se pusieron las botas casi tanto como el samurai Chon-Hee (35, con 6 triples antes del descanso). Los asiáticos se llevaron los puntos (130 encajados, por 101 anotados) y nosotros los palos (sobre todo en la segunda mitad, cuando el encuentro se hallaba absolutamente decidido).

Quizá hubiera venido mejor un estreno algo distinto para preparar el partido ante Grecia. Dicho de otro modo, EL PARTIDO. Aunque esto se sabía desde meses atrás, tan sólo Villacampa (20 puntos en la primera parte, 47-54) pareció tenerlo meridianamente claro. Los griegos, sin Gallis (en su casa) pero con Christodolou (32 puntos, con sus últimas cuatro acciones de valor triple), superaron absolutamente (93-102) a un bloque sin rumbo y hasta despreciador de los tiempos muertos (no se solicitó ninguno tras la reanudación). Cualquier palabra posterior no hacía sino echar sal en la herida: 'Nos ha faltado de todo, tiro, rebote, defensa, para ganarles. La juventud del equipo no ha tenido nada que ver' (Montero); 'simplemente, es un paso más de cara a ese objetivo que es Barcelona'92' (Díaz Miguel).

Mejor imagen (a buenas horas, mangas...) ofrecieron ante Estados Unidos, de nuevo con el estandarte de la Penya como gran estilete del contragolpe hispano (35 puntos), que tanto gustaba, dicho sea de paso, a la nutrida afición portorriqueña. Lástima que Krzyzewski rompiera ciertos códigos norteamericanos con una zona que innegables daños provocó (del 25-19 al 27-35) en un grupo anímicamente roto y que, ya cuando se quedaba sin pivots (Romay, eliminado en el minuto 25' aunque estuvo jugando con un brazo roto; Martínez en el 27; y Andreu 30 segundos después), no le restó otra cosa que aguardar el final (85-95). O su equivalencia, el destierro a Salta, aquella ciudad donde los periodistas se autodenominaban 'castigados especiales'.

Pobrecillos ellos, que debieron relatar los duelos, por utilizar algún sustantivo de combate, ante Egipto (107-73, sin los lesionados Romay y Martínez), China (130-86, el día que Herreros dijo aquello de que 'los mundiales de baloncesto tenían que ser como los de fútbol: si te eliminan, te vas para casa. Jugar esta fase de consolación es un aburrimiento total') o Venezuela (122-102, ya con más detalles que contar: la actuación del futuro madridista Herrera, 17 puntos, por 29 de su par, Jiménez; el récord de anotación, todavía en vigor, de Villacampa, con 48 tantos; el tiempo muerto de Antonio Díaz Miguel a 51 segundos del final y con 16 arriba...). Lo dicho, una pasada.

Ya de regreso al baloncesto (puestos del 9 al 12), esperaba lo mismo que en el Mundial'86, sólo que unos peldaños más abajo (del 5º al 8º fue lo que se dilucidó en Madrid). Es decir, Canadá (84-75: Herreros y Jiménez tomaron el relevo de Villacampa, con una luxación de hombro desde el minuto 10) e Italia (83-106, choque sumamente demostrativo de que lo de Grecia no fue sólo una casualidad, con España sin atinar un triple y el tándem Riva-Pessina sumando 59 tantos). Andrés Jiménez, el único superviviente deportivo de la plata de Los Ángeles (Fernando Romay había sido facturado y embarcado hacia Madrid con el brazo en cabestrillo), cierra esta crónica con un intento de explicar lo inexplicable: 'La mentalización no ha existido porque estábamos hartos de este Mundial'.

Los partidos de España

PRIMERA FASE

España, 130 (67) - Corea, 101 (43)
ESPAÑA: Villacampa (18), Arcega (7), Antúnez (1), Jofresa (0), Jiménez (13), Romay (10), Montero (5), Herreros (5), Bosch (11), Martínez (30), Andreu (9) y Zapata (21).
COREA: Won-Woo (2), Dong-Hee (8), Chon-Hee (35), Hyun-Jun (10), Hur (9), Byung-Shik (1), Kim (1), Yoo-Taek (28), Dae-Seong (0), Jae-Kun (7), Pil-Song (0) y Hin-Yhung (0).

España, 93 (47) - Grecia, 102 (54)
ESPAÑA: Villacampa (32), Arcega (3), Jofresa (11), Jiménez (13), Romay (4), Montero (12), Bosch (0), Martínez (13), Andreu (3) y Zapata (2).
GRECIA: Patavoukas (5), Yannakis (31), Kambouris (4), Stergakos (5), Galakteros (10), Fassoulas (15), Iannov (0) y Christodoulou (32).

España, 85 (43) - Estados Unidos, 95 (51)
ESPAÑA: Villacampa (35), Jofresa (5), Jiménez (14), Romay (3), Montero (10), Herreros (2), Bosch (1), Martínez (0), Andreu (7) y Zapata (8).
ESTADOS UNIDOS: D. Smith (8), Randall (4), Mayberry (9), Williams (0), Day (0), C. Smith (10), Anderson (19), Sith (5), Laettner (17), Owens (16) y Mourning (7).

FASE DE CLASIFICACIÓN

España, 107 (56) - Egipto, 73 (36)
ESPAÑA: Villacampa (17), Arcega (2), Antúnez (0), Jofresa (1), Jiménez (12), Montero (18), Herreros (17), Bosch (16), Andreu (13) y Zapata (11).
EGIPTO: Aboli (6), Ashraf Siaky (2), S. Soliman (2), Alan Attalla (0), M. Soliman (0), Ahr Abou (10), Asraf Elqorai (6), Mahmoud (18), Ahmed (6), Abdelaziz (11) y Elsanadilly (12).

España, 130 (64) - China, 86 (41)
ESPAÑA: Villacampa (12), Arcega (5), Antúnez (8), Jofresa (4), Jiménez (13), Montero (23), Herreros (19), Bosch (3), Andreu (23) y Zapata (20).
CHINA: L. Gong (13), Z. Wang (0), F. Wang (11), D. Zhang (8), Sun (10), Wa (16), Y. Zhang (17), Shan (4) y X. Gong (7).

España, 122 (61) - Venezuela, 102 (60)
ESPAÑA: Villacampa (48), Antúnez (5), Jofresa (0), Jiménez (27), Montero (12), Herreros (2), Bosch (9), Martínez (2), Andreu (11) y Zapata (6).
VENEZUELA: Díaz (0), Echenique (2), Becker (0), Solórzano (2), González (4), Jiménez (9), Sheppard (25), Herrera (19), Portillo (13), Estaba (19) y Melcha (9).

DEL 9º AL 12º

España, 84 (47) - Canadá, 75 (37)
ESPAÑA: Villacampa (0), Arcega (0), Jiménez (20), Montero (16), Herreros (16), Bosch (14), Andreu (6) y Zapata (12).
CANADÁ: Jackson (4), Olh (0), Pasquale (10), Kazakowski (8), Simms (16), Mahar (3), Zoet (4), Steinfeld (9), Walton (10) y Fox (11).

España, 83 (39) - Italia, 106 (50)
ESPAÑA: Villacampa (24), Arcega (0), Martínez (2), Antúnez (4), Jofresa (2), Jiménez (21), Montero (5), Herreros (6), Bosch (8), Andreu (5) y Zapata (6).
ITALIA: Rossini (3), Pittis (16), Niccolai (0), Tolotti (0), Vescovi (2), Cantarello (2), Dell'Agnello (2), Bosa (10), Brunamonti (5), Riva (34), Pessina (25) y Viannini (7).

¿Sabían que'?

  • El mejor español del Mundial fue Vicente Sanchís, árbitro, que dirigió la finalísima entre Yugoslavia (sin Radja, con un pie escayolado) y la U. R. S. S (sin lituanos, aunque con Vladas Garastas en el banquillo). En dicho encuentro se confirmaba lo ya apuntado en la liguilla de cuartos (aplastante victoria balcánica por 100 a 77). La mejor generación 'plavi' de todos los tiempos -Perasovic, Petrovic, Cutura, Kukoc, Paspalj, Zdovc, Obradovic, Divac, Komazec, Savic, Curcic y Jovanovic eran los doce hombres dirigidos por Ivkovic- se colgó el oro con absoluta facilidad (92-75, 52-34 al descanso), pues algunas estrellas rivales (Volkov tardaba 11 minutos en anotar y Tikhonenko 23) no estuvieron a una altura que tampoco alcanzaría Estados Unidos (98-91 en semifinales, con 31 puntos de un motivadísimo Petrovic, no en vano llevaba una temporada entera chupando banquillo en la NBA).


  • La clasificación final quedó como sigue: 1. Yugoslavia, 2. U. R. S. S., 3. Estados Unidos, 4. Puerto Rico, 5. Brasil, 6. Grecia, 7. Australia, 8. Argentina, 9. Italia, 10. España, 11. Venezuela, 12. Canadá, 13. Angola, 14. China, 15. Corea del Sur y 16. Egipto.


  • Aíto García Reneses, entrenador del F. C. Barcelona, aprovechó su estancia en Argentina como comentarista de TVE para fichar a José 'Piculín' Ortiz (descartado por Wayne Brabender para el Real Madrid), después de una reunión en la habitación 527 del hotel Sheraton de Buenos Aires. El pívot fue uno de los protagonistas en el excelente papel de su selección, Puerto Rico, que no perdió un solo encuentro hasta semifinales (98-82, ante la U. R. S. S.). Posteriormente, sólo una canasta de Kenny Anderson, en la prórroga (107-105), les impedía volver a imponerse a Estados Unidos (ya lo hicieron en la liguilla de cuartos de final, 81-79) y, de esta manera, alzarse con la medalla de bronce.


  • Claro que el encuentro que los boricuas vencieron a Yugoslavia (82-75), en la primera fase, tiene tela, pues al descanso ganaban los europeos tan cómodamente (39-54) que nada hacía presagiar el increíble parcial de 19 a 43 del segundo período. Con este resultado, los futuros campeones quedaron encuadrados en el grupo de Grecia, U. R. S. S. y Brasil, en vez de integrar el de Australia, Estados Unidos y Argentina. Piensa mal'


  • También la canasta más lejana del torneo la firmaba un puertorriqueño, Federico López, que decidió el encuentro ante Angola (78-75), de la primera jornada, desde su propia zona.


  • Ese mismo día sorprendieron, y mucho, los incesantes ánimos que el público tributó a la selección de Brasil (¡¡¡argentinos animando a brasileños!!!), durante su encuentro ante Italia. Claro que no hubo que pensar demasiado para darse cuenta que todo se debía a una venganza por lo acontecido unas semanas antes en el Mundial de fútbol (Italia'90), donde Maradona y el resto de albicelestes fueron vilipendiados por haber eliminado, en los penaltis, a los 'azzurri'.


  • Pero para sobresaltos, el que se llevaba el 'speaker' de la sede de Villa Ballester (grupo C) cuando le llegó el turno de presentar a los entrenadores de Estados Unidos (Mike Krzyzewski) y Grecia (Efthimis Kioumourtzoglou). Por menos ha dimitido mucha gente.


  • Otra peculiaridad de la afición local es la fama de gafe que, para con ellos, tenía el entonces presidente de la nación, Carlos Ménem, gran aficionado a los deportes, por otro lado. Si hasta había canciones al respecto' 'Vamos, vamos Argentina / que si no viene Ménem / ganaremos otra vez''.


  • Estados Unidos jugaba sus partidos de la primera fase a las 13:00 horas. Pues bien, ello no fue óbice para que Alonzo Mourning -a eso de las diez y media de la mañana- se desayunara cuatro huevos revueltos, cuarto kilo de bacon, un tazón de cereales, siete piezas de fruta y tres yogures. Casi nada.

  • Mateovic
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