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TAU Cerámica: ¿Maldición olvidada?

Poco acostumbrado a sentenciar en su pista, el TAU Cerámica acabó con esta maldición el pasado sábado al vencer al Real Madrid en el partido de desempate. Ahora, en la Final ACB, el conjunto baskonista intentará que esta racha se mantenga ante el Regal FC Barcelona

El TAU Cerámica espera mantener ante el Regal FCB la racha positiva en el Buesa Arena
© El TAU Cerámica espera mantener ante el Regal FCB la racha positiva en el Buesa Arena
  

El factor cancha, considerado por la mayoría como desequilibrante a favor de quien lo posee, no ha sido tradicionalmente una ventaja que el TAU Cerámica haya sabido aprovechar en los desempates disputados en el Buesa Arena. El triunfo en el tercer choque de semifinales frente al Real Madrid parece confirmar que los vitorianos están en disposición de invertir la tendencia.

El 89 a 80 con el que finalizó el tercer y último encuentro de la eliminatoria que enfrentó a TAU Cerámica -campeón de la liga regular- y Real Madrid –cuarto-, en las semifinales de la Liga ACB, certificó el pase a la gran final de los vascos, quienes deshicieron en su feudo el empate que dominaba la serie hasta ese vital y definitivo partido. Pero además del pase a la final, la victoria ha podido suponer un extra de confianza en una escuadra acostumbrada a sufrir en los desempates que se disputan en el Buesa Arena.

Repasando la historia reciente de los vitorianos en Playoff, encontramos varios ejemplos de lo que podría denominarse como “la maldición del Buesa Arena”. El caso más recordado, y también el más doloroso para el TAU Cerámica, tuvo lugar en la temporada 2004-2005, en la final contra el Real Madrid. En aquel ‘minuto imposible’, los blancos dieron la vuelta a un partido que tenían perdido para acabar venciendo por 69-70. El triple desde la esquina de Herreros significó el 2-3 en la eliminatoria y un nuevo título de Liga ACB para el club ‘merengue’.

Pero aquél no fue el único caso en el que el TAU se vio privado del éxito en un desempate ante su público. Un año antes, en la temporada 2003-2004, fue el Estudiantes de Pepu Hernández el que, gracias a un extraordinario quinto partido de Loncar (23) y Felipe Reyes (21), hacía saltar los pronósticos por los aires con un triunfo por 84 a 97 que eliminaba a los vascos de las semifinales por 2 a 3.

Más tarde la historia se volvería a repetir, esta vez con Dusko Ivanovic sentado en el banquillo contrario, dirigiendo al F.C. Barcelona. Fue en la temporada 2006-2007, y también en semifinales. En el quinto y definitivo partido en Vitoria, Navarro y Basile asumieron el papel de verdugos y sumaron en conjunto 47 tantos, impidiendo al TAU Cerámica disputar una nueva final.

No es de extrañar, por tanto, que un cierto halo de nerviosismo sobrevuele las gradas del Buesa Arena antes de la disputa de un partido de desempate de Playoff. La victoria frente a los blancos el pasado sábado puede, no obstante, haber variado definitivamente una “maldición” que ya la temporada pasada quedó en entredicho. Partizan, en Euroliga, y Pamesa, en cuartos de final, fueron las víctimas de la presión del Fernando Buesa Arena, que resolvió sendas eliminatorias con idéntico resultado, 2 a 1, a favor del TAU.

Los más veteranos en estas lides, Vidal y Splitter, muestran su satisfacción por lo que parece ser un adiós definitivo a las decepciones acumuladas como local. Así, el poste brasileño reconoce que “es verdad que ganar el tercero ante el Real Madrid en casa, en el desempate, ha podido ser como quitarse un peso de encima para nosotros. El último desempate que sacamos adelante en casa fue con el Partizan de Belgrado el año pasado para meternos en la Final Four, y luego al Pamesa en cuartos de la Liga ACB. Creo que venciendo al Real Madrid hemos demostrado que en el Buesa somos un gran equipo y que es muy difícil ganarnos en nuestra casa”.

Vidal, como capitán, se expresa en términos similares: “Es cierto que a la hora de la verdad en el Buesa no hemos sido capaces de llevarnos la alegría que igual nos esperábamos en ocasiones anteriores. Los que llevamos mucho tiempo sabemos que es así, lo piensas, pero una vez que empieza el partido ya te olvidas del tema. Pero bueno, esta vez ha sido diferente, era un partido decisivo y lo hemos conseguido”, aseguraba tras el duelo del sábado.

Los ‘nuevos’, lógicamente, ven el asunto con una perspectiva algo diferente. Así, Victor Baldo, última incorporación baskonista, revela que “nadie comentó nada al respecto hasta un rato después del final del partido, mencionando algunos finales que se les podían haber podido escapar. La verdad que ante el Real Madrid se fueron contagiando unos a otros, con esa convicción que tienen, para sacar el partido adelante”. Lucas, penúltimo en llegar, no notó más nervios de los normales en sus compañeros: “No, no estábamos nerviosos para nada. El entrenador nos preparó bien, como hemos preparado los partidos anteriores. Sabíamos que teníamos que dejarlo todo en la cancha, sin pensar en nada más”.

San Emeterio, en su primera temporada en Vitoria, era quizás el más consciente de entre los ‘primerizos’ de lo que podía significar el triunfo baskonista: “La verdad es que sí que se hablaba de que sólo se había ganado al Partizan en la Euroliga en un partido de desempate en casa, y que en ACB se perdían siempre. Ha habido un momento difícil al descanso y a la salida del descanso cuando se han ido 5 arriba. Pero estuvimos tranquilos, que es como se ganan partidos como ésos”, asegura. Rakocevic, en su habitual línea de practicidad, considera más que zanjado el asunto: “No creo que haya habido muchos jugadores a los que les hayan podido afectar anteriores derrotas en casa en partidos de desempate. Creo que aquí todos jugamos pensando en el presente inmediato y en el futuro, y no veo razón alguna para pensar que lo que haya pasado puede volverse a repetir”, reconoce con optimismo.