Julián Sánchez Romero, ex árbitro ACB, presenta "El Anticuario"

Redacción, 9 mar. 2009.- Julián Sánchez Romero es catalán de nacimiento y vasco de adopción. En San Sebastián vive desde 1993 y allí tendrá lugar la presentación de su primera novela, “El Anticuario”, que por fin ve la luz tras casi 14 años buscando un editor.

El autor, ex árbitro ACB, ha vivido siempre dedicado a sus dos pasiones, el deporte y la literatura, por eso, reconoce que son dos ámbitos muy diferentes. “En el mundo del deporte uno depende un poco de lo que hace: de su concentración, de los resultados, de su esfuerzo, pero en el mundo editorial no. Dependes únicamente de que a un editor le guste tu obra”.

Eso explica por qué la novela ha estado guardada durante tantos años en un cajón. “Este libro lo escribí en mi primer año en la ACB, en 1995. Era el segundo que escribía y después he escrito otros cinco más, pero sí es el primero que voy a publicar. La novela es exactamente la misma ahora que hace 14 años y sin embargo la editora, Blanca Rosa Roca de Roca Editorial, cuando la leyó me llamó entusiasmada diciendo que era una novela entretenidísima y que no entendía por qué no me la habían publicado antes. Esto te hace pensar quién es el que se equivoca, si ella al publicarla ahora o los otros que no quisieron hacerlo. Es algo muy curioso”, reconoce el autor.

“El Anticuario” es una novela de intriga. En ella se relata un asesinato, provocado por un misterio que el protagonista intentará resolver. “Como sucede en las novelas de misterio, la trama se va enredando, va cambiando de rumbo, lo que hace que el lector esté siendo continuamente sorprendido. Según va avanzando la historia hay un salto en el tiempo y aparece una pequeña trama histórica que es en la que se fundamenta la novela, aunque la acción se desarrolle en la actualidad”, explica Julián Sánchez.

Como el propio autor declara, su obra puede recordar en cierto sentido a otras como “El Código da Vinci” o “La Catedral del Mar”, pero “esta novela es casi un antecesor, porque curiosamente está escrita antes. Cualquiera que no sepa esto diría que me he aprovechado del tirón de estas obras, pero no es así, porque estaba escrita mucho antes”.

Las primeras impresiones sobre la novela “son muy buenas, es una obra entretenida cuyo objetivo es que aquel que la esté leyendo tenga ganas de seguir pasando las páginas para saber qué es lo que va a pasar”, declara.

Julián Sánchez Romero comenzó a arbitrar en 1983, ascendiendo a la ACB en 1995, categoría en la que se mantiene durante temporadas. En la actualidad es profesor de Reglas y director técnico de la Federación Vasca de Baloncesto. Pese a esta trayectoria profesional, él mismo considera que fue “antes novelista que deportista, porque aunque empecé a arbitrar con 15 años y pude llegar a la ACB con 27, la determinación de ser escritor la había tomado ya con 10 años y más concretamente después de leer “Martin Eden” de Jack London. Tenía clarísimo que igual que este hombre fue capaz de escribir yo también quería hacerlo, aunque no fue hasta los 20 años cuando empecé a hacerlo de manera regular”.

Esta primera novela publicada por el ex colegiado saldrá a la venta el próximo 23 de marzo y será presentada el día 31 de este mismo mes en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de San Sebastián, con la presencia del alcalde de la ciudad, Odón Elorza, del presidente del Bruesa GBC, Miguel Santos y de Mitxel Ezquiaga, redactor jefe del Diario Vasco.

Ahora, el siguiente proyecto para Julián Sánchez “es intentar dar salida a los demás libros. Me gustaría mucho desarrollar una carrera literaria. Yo he escrito toda mi vida porque para mí era una afición y una ilusión. Según el éxito que pueda tener esta novela, es muy probable que surjan otras editoriales que puedan tener interés en mi obra. Por eso ahora estoy intentando contactar con algunos agentes literarios que sí han manifestado ya su interés por leer otros de mis escritos”.

Lo que tiene muy claro el autor es que “ha sido una pena que no se publicara en el momento en que la escribí, cuando aún estaba en la ACB, porque así la repercusión hubiera sido muchísimo mayor”.