Fuenlabrada / Zaragoza, 18 Oct. 2008 (EFE).- El CAI Zaragoza intentará ofrecer mañana en el pabellón Príncipe Felipe, a sus más de diez mil seguidores, su primera victoria como local frente al Alta Gestión Fuenlabrada, un rival que califican como directo para pelear por su principal objetivo, la permanencia.
Los zaragozanos, que vivieron su jornada de descanso la pasada semana, no pudieron disfrutar con sus seguidores de la victoria que obtuvieron en Gran Canaria ante el Kalise y ahora intentarán confirmar su buen inicio de competición.
Para el conjunto que entrena Curro Segura el partido frente a los madrileños se afronta como una más de las numerosas finales que preven en la temporada de su debut en la Liga ACB para no verse sorprendidos y sufrir el menor número de sobresaltos posibles para consolidarse, aunque el desarrollo de la competición pueda deparar a posteriori el tener opciones para aspirar a cotas mayores.
Después de la derrota ante el Pamesa Valencia, en el partido de su debut en la ACB, los zaragozanos confirmaron que para poder ir acumulando en su casillero victorias no pueden bajar los brazos ni un minuto de los cuarenta y que cualquier error o falta de concentración se termina pagando.
En la pista zaragozana se espera vivir un buen duelo entre los dos mejores anotadores de la competición hasta el momento, el argentino Paolo Quinteros y el estadounidense Brad Oleson, pero una excesiva atención sobre estos dos jugadores puede permitir que sea alguno de sus compañeros el que termine asumiendo el rol de hombre decisivo.
Para este partido, el técnico granadino tendrá a todos los componentes de la plantilla a su disposición incluido Sergio Pérez ,que arrastraba problemas en el tendón de Aquiles.
En el otro bando, el Alta Gestión Fuenlabrada viaja a Zaragoza para enfrentarse mañana al CAI con el objetivo de lograr un triunfo que, caso de producirse, les permitiría concluir la cuarta cita de la Liga ACB, la última antes de que el equipo fuenlabreño descanse la jornada pertinente a causa de que competición de la regularidad sólo cuenta con 17 equipos, en un posición de "notable alto a estas alturas", según fuentes de la propia entidad del sur de Madrid.
La plantilla que dirige el entrenador sevillano Luis Guil sufre, al igual que la semana pasada, las bajas por lesión del escolta serbio Vuk Radivojevicy la del pívot madrileño Rafael Vidaurreta, que, curiosamente militó en el equipo zaragozano al igual que el segundo entrenador de Fuenlabrada, Jesús Mateo, que en su día y en la LEB, fuese primer técnico del CAI.
El adversario que mañana tendrán enfrente los de Luis Guil, es, en efecto, un equipo recién ascendido desde la LEB Oro, pero, en opinión del entrenador de los madrileños, con una serie de particularidades que no les otorga el papel de equipo debutante, tras su refundación, en la Liga ACB al uso: "El CAI es un recién ascendido atípico en el sentido de que se trata de un club y una afición con muchos años de trayectoria en ACB que cuenta con una plantilla muy capacitada para luchar por estar en la Copa del Rey o, incluso, en las eliminatorias por el título", advirtió.
El malestar que aún perdura en el plantel y cuerpo técnico del Alta Gestión tras perder en feudo madrileño el pasado domingo ante el Kalise Gran Canaria un partido que, a mitad del tercer cuarto tenían prácticamente ganado, debe servir, según Guil, de acicate a la hora de afrontar el envite de mañana, en el que, también según Guil, será fundamental que los suyos eleven sus prestaciones defensivas.
"Vamos mentalizados para tratar de quitarnos el mal sabor de boca que nos dejó el final del partido de la anterior jornada. Sabemos que todas nuestras posibilidades de triunfo pasan por subir nuestro nivel defensivo, no debemos dejarnos llevar por el intercambio de canastas. Ahí está buena parte de nuestro margen de mejora", explicó y, a la vez, concluyó.
Los únicos precedentes en partidos oficiales entre ambos conjuntos se remontan a la temporada 2004/2005 en la que ambos coincidieron en la LEB y que concluyó con el ascenso del Fuenlabrada. Entonces, los fuenlabreños se impusieron tanto en su campo como en su visita a Zaragoza.