Crónica

El CAI Zaragoza llama con fuerza a las puertas de la ACB (96-81)

CAI Zaragoza recupera la sonrisa. Tras doce años de ausencia, el conjunto maño regresó con mucha fuerza, superando al potente DKV Joventut en la segunda semifinal de la Supercopa ACB ante el delirio de un Príncipe Felipe ilusionado con su equipo. El conjunto de Curro Segura supo resistir el vertiginoso ritmo del primer cuarto del DKV Joventut y, de la mano de un mágico Paolo Quinteros, acabó sentenciando a su rival tras el descanso

Taurean Green jugó un fantástico encuentro y anotó 18 puntos
© Taurean Green jugó un fantástico encuentro y anotó 18 puntos
  



Zaragoza, 26 Sep. 2008.- El CAI Zaragoza no pudo debutar mejor en su estreno oficial en una competición ACB tras más de una década apartado de los más grandes. El conjunto zaragozano vivió una jornada histórica por numerosos motivos. Pasa a la final de la Supercopa, lo hace tras dominar con suficiencia a uno de los conjuntos más fuertes de la liga y, para más inri, todo lo logra en casa, delante de unos seguidores que supieron sufrir con su equipo sin abandonarle en los malos momentos y que hoy se merecen volver a reconocer el sabor de la gloria.

En la segunda semifinal de la Supercopa ACB predominaba la ilusión. La ilusión de un Príncipe Felipe ansioso por volver a ver a los suyos codearse entre los más grandes sólo era comparable a la ilusión que genera de por sí el proyecto del DKV Joventut, repleto de jóvenes valores de la cantera capaces de todo. Dos de ellos, Henk Norel y Pere Tomàs fueron los encargados de contrarrestar el fulgurante arranque del CAI Zaragoza (7-2) con sus puntos y determinación.

Espectáculo ofensivo en los primeros minutos

El ritmo del primer cuarto fue vertiginoso, una maravillosa locura para los amantes del basket y un quebradero de cabeza para técnicos de ambos equipos. En tres minutos, el resultado era de 11-13 para el cuadro de Badalona y el ritmo no decaería durante el primer parcial. Los ataques lúcidos de ambos conjuntos se sucedían, en una espiral de aciertos y de canastas de todos los colores. Todos sumaban.

DKV Joventut supo hacer valer su profundidad de banquillo en las primeras rotaciones del partido y su dominio en el aspecto reboteador. Simas Jasaitis convertía en canasta cada balón que llegaba a sus manos y tras un triple de Demond Mallet, su equipo amagó con escaparse. Paolo Quinteros y Taurean Green, este último con un triple a falta de pocos segundos para el final del primer periodo, aceptaron el reto y resistieron el infernal ritmo de su rival. Sin embargo, otro triple de Bracey Wright sobre la bocina hacía sentirse al DKV Joventut dominador del encuentro al término del cuarto inicial: 27-33.

El conjunto de Sito Alonso no pudo prolongar su estado de gracia en el segundo periodo. La defensa del CAI Zaragoza se hizo más intensa y los porcentajes de tiro de la 'Penya' se vieron resentidos. El conjunto maño tiró de garra para evitar que su oponente se escapara más en el marcador. Además de neutralizar el ataque de su oponente, encadenó varias acciones ofensivas de mérito, lo que le valió, merced a un parcial de 10-0, para darle la vuelta al marcador, cambiar el guión del partido (37-33, min. 13) y hacer rugir a los aficionados zaragozanos.



Paolo Quinteros toma el control

El DKV Joventut replicó a base de triples, lo que le valía para no perder la estela de su rival pero no para recuperar la iniciativa del partido. Mientras tanto, el cuadro local era fiel a su estilo de juego y con un baloncesto más equilibrado y regular se hacía con el timón del choque. Buena culpa de ello la tuvo Paolo Quinteros. El argentino sumó un triple y un 2+1 tras un impresionante coast-to-coast y puso a su equipo con ventaja. No la volvería a dejar escapar. Una postrera canasta de Roberto Guerra puso la máxima ventaja para el CAI Zaragoza justo antes del descanso: 50-44. Golpe de moral.

Como si el descanso jamás hubiera existido, como si el tercer cuarto se tratase de una prolongación natural del segundo, el CAI Zaragoza continuó su dulce racha tras el intervalo. Una canasta de Rubén Garcés elevaba el colchón de puntos del anfitrión por encima de la decena de puntos (57-46) y dos tiros libres de Matías Lescano dejaba el parcial en estos minutos en 14-2 y amenazaban con sentenciar el partido: 64-46 (min.25).

El CAI Zaragoza movía el balón con criterio y paciencia y por minutos congelaban el tiempo. Como si estos doce años de ausencia en ACB sólo fueran una pesadilla, como si jamás hubiera dejado de ser un grande. Mas si algo tiene el conjunto badalonés es fe en sus posibilidades y confianza en su juego. Un par de canastas de Wright y Jagla dejaban con vida a los visitantes y Sito Alonso, en esos momentos, apostó por un zona efectiva zona 2-3 que nubló la inspiración maña.

CAI Zaragoza resiste las embestidas de su rival y completa la gesta

El lituano Simas Jasaitis, que desde los Juegos Olímpicos no deja de ilusionar a la afición de su nuevo equipo, se encargó de animar el partido (64-57, min. 28). Sin embargo, el ritmo de los dos últimos minutos del cuarto se alocó y el CAI Zaragoza se vio beneficiado de esta situación. Paolo Quinteros, opositor a revelación de la temporada ACB a base de partidazos, volvió a asumir el liderazgo de los suyos y con un par de triples hizo saltar al Príncipe Felipe. Ondrej Starosta, con dos puntos cuando el cuarto agonizaba, permitió que su equipo volviera a respirar con más tranquilidad: 74-61.

El periodo definitivo comenzó con una nueva exhibición de tiro de Demond Mallet, cuyo quinto triple neutralizaba el recital previo de Quinteros (74-67, min. 33). En esos instantes, la afición de la Penya se hizo notar pero fue replicada por la hinchada local, que empujó con más fuerza si cabe a sus jugadores.

Green completó tu doctorado en canastas imposibles con una penetración que permitía que la diferencia a favor de su equipo superara nuevamente la frontera de los diez. Pero no fue hasta el quinto triple de Quinteros cuando se tuvo la certeza de que el CAI Zaragoza, ahora sí, volvería a saborear la victoria en una competición ACB. Los puntos de Quinteros, el triple final de Iván García, las manifestaciones de alegría de la plantilla maña… argumentos para soñar.

"Ya estamos aquí”, cantaban los seguidores locales a falta de pocos segundos para la conclusión de un partido que han terminado con quince puntos a favor: 96-81. Razón no les falta. Se hicieron esperar, sí, pero ya están aquí. El CAI Zaragoza, a la final de la Supercopa. A tenor de lo visto, la victoria no es ninguna quimera.