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España se despide de los Juegos Olímpicos frente a una gran Bélgica (66-79)

La selección española fue eliminada en cuartos de final de los juegos Olímpicos al caer derrotada por Bélgica (66-79). España no pudo ofrecer su mejor versión y siempre fue a remolque del equipo belga.

FIBA/JJOO
© FIBA/JJOO
  

España cayó en cuartos de final de los Juegos Olímpicos tras caer frente a Bélgica 66-79. El equipo belga comenzó muy enchufado, primero con Emma Meesseman liderando la ofensiva (19 puntos y ocho rebotes) y posteriormente con Kyara Linskens haciendo mucho daño en la zona (la pívot anotó 19 puntos cuando en los tres partidos previos había sumado 26).

Si la final del pasado Eurobasket estuvo marcada por la defensa, la primera parte fue un recital ofensivo belga al que sólo Megan Gustafson (anotó 17 de sus 21 antes del descanso) pudo dar respuesta. España, que pudo contener el primer arreón, se quedó más de cuatro minutos sin anotar en el segundo cuarto y encajó un parcial (0-12) con lo que se fue al descanso con un adverso 37-48.

Lejos de cambiar, el tercer cuarto agravó los problemas ofensivos de una selección española que llegó a estar 22 puntos abajo. En el peor día posible para fallar, a España no le salió el partido deseado y el sueño de las medallas se tornó en pesadilla por mor de una excelsa Bélgica.

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La puesta en escena fue todo lo que el equipo español hubiera deseado evitar. Meesseman abrió el partido con dos triples en sus dos primeros ataques y Bélgica acertó tres de sus primero cuatro triples para mandar un serio aviso (8-15). No era la mejor forma para entrar en acción y eso lo entendió Miguel Méndez que llegó a solicitar un tiempo muerto que anuló cuando España encadenó triples de Maite Cazorla (13 puntos) y María Conde para ponerse a dos.

La pausa técnica, empero, llegó minutos más tardes cuando Bélgica logró irse nuevamente hasta los siete de ventajas. Meesseman se iba a los 10 puntos, sus compañeras encontraban sus puntos y alguien tenía que dar un paso al frente en el bando español. Esa fue Megan Gustafson que fue la encargada de anotar 10 puntos seguidos para dar la vuelta al marcador en el inicio de segundo cuarto y hacer que España por primera vez mandase en el marcador (29-26).

Fue un instante de felicidad dentro de la tensión que el partido destilaba. Que su gran primer cuarto hubiera quedado en nada no desesperó a Bélgica y construyó una nueva ventaja agarrándose a Linskens. La pívot, con una discreta actuación en la fase grupos, volvía a ser la pesadilla del pasado Eurobasket y dio continuidad al ataque belga cuando Meesseman se tomó un respiro.

El plan de juego ofensivo funcionaba en Bélgica, pero también su defensa. Desde el principio se mostró muy preocupada por colapsar la zona por más que España, gracias a los triples de Cazorla, Conde y Gustafson, hubiera gozado de un 50% de triples al inicio del segundo cuarto. La trampa era dejarles tirar (España tiro 16 lanzamientos de tres al descanso y 22 al final del encuentro) porque sabían que el error aparecería y cuando así fue aprovechó para escaparse en el marcador con un parcial 0-12.

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Ni siquiera el descanso pausó el vendaval que era Bélgica y ésta, que también dominó la batalla del rebote (capturó nueve rechaces más que España), arrancó la segunda parte con un nuevo arreón que elevó su ventaja hasta los 18 puntos (39-57). Méndez trató de revertir la situación, pero el lenguaje no verbal del equipo comenzó a ser malo y las decisiones demasiado individuales y fuera del guion colectivo que el equipo predicó en la primera fase.

Pese al aluvión de problemas, España fue fiel al espíritu olímpico con un gesto que le honró al devolver un balón cuando a Becky Massey le señalaron pasos justo cuando cayó lesionada. Ejemplo de deportividad en el mayor escenario deportivo que fue premiado por una ovación de todo el pabellón. Sin embargo, no había premios en la pista y otro parón ofensivo hizo que España entrara en el último cuarto con el duelo convertido en una misión imposible.

Se intentó todo, pero nada salió. Cambiaron las estrategias y entraron nuevas caras, pero el resultado no cambió. Bélgica, subida en la ola de moral que le supuso entrar en cuartos de final (ganó a Japón por 27 puntos), no dio una concesión a España y el tiempo fue pasando a su favor sin que hubiera un atisbo de remontada.

España llegó a situarse a 11 puntos (60-71), pero la selección belga respondió anotando sus dos siguientes ataques. Fue el último párrafo del guión de un encuentro que, extrañamente, se resolvió antes de lo pensado. El sueño de la medalla que se había construido en tres partidos se esfumó en tres cuartos y no hubo consuelo posible.