Sevilla/Las Palmas de Gran Canaria, 16 feb. 2008 (EFE).- El Cajasol, después de interrumpirse la competición en la ACB por la disputa de la Copa del Rey, espera retomar el torneo con buen pie, ya que la victoria como local ante el Kalise Gran Canaria se antoja vital para que el equipo escale puestos en la tabla y salga de la zona de peligro.
El entrenador del conjunto sevillano, Manel Comas, se hizo con el banquillo en sustitución del argentino Rubén Magnano y sumó dos triunfos consecutivos, aunque la progresión quedó truncada en la anterior jornada, cuando el Cajasol cayó en la cancha del Alta Gestión Fuenlabrada.
Ahora, de vueltas al Palacio San Pablo, la formación sevillana se ha concienciado en no dejar escapar más triunfos, y más si en la siguiente jornada repiten como local con la visita del Iurbentia Bilbao Basket, dos hipotéticas victorias que dejarían al Cajasol con el futuro más despejado.
Para este partido, la gran duda es la participación del base estadounidense Elmer Bennett, que se lesionó en Fuenlabrada y que las dos semanas de descanso desde ese partido han propiciado que pueda llegar al choque de mañana, aunque muy justo.
El estadounidense, último refuerzo del equipo andaluz, sufrió una microrrotura fibrilar en el recto anterior del muslo izquierdo y el pasado lunes se sometió a una ecografía que ratificó la buena marcha de su recuperación, aunque su participación mañana no se desvelará hasta poco antes del inicio del encuentro.
El pívot Iñaki De Miguel ha reconocido que el parón por la Copa del Rey "ha venido bien para asimilar los nuevos sistemas de Manel Comas".
"Tenemos dos partidos en casa que hay que sacar como sea. Tenemos dos rivales complicadísimos, pero estamos haciendo un buen trabajo, preparándonos bien y ganar estos dos choques en casa sería dar un paso muy importante", ha comentado el madrileño.
De Miguel, del rival, ha destacado que "el Kalise Gran Canaria sigue aspirando al Playoff y siempre es un equipo muy complicado. Tradicionalmente es un equipo que da mucha guerra porque no se sale nunca del partido".
El pívot, que cumple su primera temporada en el Cajasol, ha afirmado que están convencidos de que "el equipo no ocupa el lugar que le corresponde".
Por su parte, el Kalise Gran Canaria visita al Cajasol con el objetivo de romper sendas trayectorias negativas en la ACB -no ha ganado esta campaña un partido como visitante- y en Sevilla, donde ha perdido los doce últimos.
Los jugadores que entrena Salva Maldonado afrontarán el retorno competitivo con propósito de enmienda, ya que han aprovechado el paréntesis competitivo de la Copa del Rey para recargar pilas y, también, preparar al detalle este exigente compromiso liguero, en el que la asignatura a aprobar será el trabajo defensivo.
En tierras hispalenses, el Kalise Gran Canaria sólo ha podido ganar uno de los catorce encuentros que ha disputado, en concreto en noviembre de 1991 (69-72). Antes y después sólo derrotas para los amarillos que, en la primera vuelta de la actual campaña, venció en la isla al conjunto andaluz por 68-61.
Maldonado, que dispondrá de la totalidad de su plantilla, avisó de las intenciones de su equipo: "Viajamos a Sevilla con buena mentalidad para ganar fuera nuestro primer partido ACB".
"Vencer como foráneo es muy complicado, pero para conseguirlo debemos estar equilibrado y, sobre todo, bien en la primera parte de los partidos, porque si no siempre se paga al final", apuntó el técnico barcelonés.
"Tenemos que estar muy sólido atrás porque, si somos débiles en defensa, lo más normal es que perdamos; y en ataque habrá que evolucionar en la línea de anotación de los últimos encuentros", destacó.