Antonio Gutiérrez. Sevilla, 25 nov. 2007 (EFE).- El Cajasol dio el golpe de efecto que necesitaba para iniciar el arranque definitivo en esta temporada y sacó literalmente de la cancha a un desconocido AXA FC Barcelona, pésimo en el tiro y despistado en defensa.
Los azulgranas, que llegaron a Sevilla con una convincente victoria en la Euroliga ante el Real Madrid y con una sola derrota en la ACB, se encontraron con un rival muy distinto al que sólo había conseguido hasta el momento dos triunfos en las primeras ocho jornadas del torneo doméstico.
El equipo sevillano salió convencido de que la entrega total y el derroche físico en la defensa era condición indispensable para tratar de superar a un rival que tiene muchos más recursos.
Con ello el Cajasol sorprendió al equipo que entrena el serbio Dusko Ivanovic con una fuerte defensa individual que motivó la precipitación en el tiro del AXA FC Barcelona y el que en el primer cuarto nunca estuviera cómodo en la cancha, algo que salvó el base esloveno Jaka Lakovic con su aportación anotadora (siete puntos).
La formación local, en su debe, tuvo pocos recursos en el ataque, donde no aprovechó las muchas ocasiones de las que dispuso para mandar, con lo que el primer cuarto terminó con un ajustado 10-12.
En el segundo parcial los del argentino Rubén Magnano mantuvieron gran intensidad y buen hacer en la defensa ante un rival que nunca encontró la fórmula de encontrar la canasta local, lo que se refleja en los ocho puntos que sólo metió en estos diez minutos y que se fuera al descanso con un triple transformado en nueve intentos.
El Cajasol, por contra, mejoró sus porcentajes desde el principio y logró un parcial de 11-2 con el que mandó con suficiencia hasta la conclusión de la primera parte, que reflejó la máxima ventaja del partido, de once puntos (31-20).
La pájara con la que había entrado en este partido el AXA FC Barcelona no cesó en el tercer cuarto, en el que sólo Lakovic se mantuvo firme en el lanzamiento, pero se rodeó de unos porcentajes de equipo espectaculares con sólo un triple de catorce lanzamientos.
El conjunto andaluz, por su parte, se lo creyó conforme avanzó el choque y fue superior en defensa, rebotes y tiros, sobre todo en los triples, con seis aciertos de nueve intentos, con lo que se entró en el último cuarto con la máxima ventaja hasta el momento, de 25 puntos (59-34).
Este último parcial se pudo considerar en su totalidad como el de la basura, porque el partido estaba visto para sentencia con un Barça entregado ante un Cajasol que se quiso gustar y que quizá por ello también bajó en su intensidad, lo que dejó el resultado final en 17 puntos de ventaja (75-58) cuando llegó a ser de hasta 27 puntos (65-38).
75 - Cajasol (10+21+28+16): Miles (10), Ellis (7), Ignerski (15), Kakiouzis (6), Betts (9) -cinco inicial-, Cilla (2), Bueno (11), De Miguel (5) y Carroll (10).
58 - AXA FC Barcelona (12+8+14+24): Lakovic (17), Basile (7), Ilyasova (4), Trias (-), Marconato (1) -cinco inicial-, Pepe Sánchez (4), Fran Vázquez (11), Moncasi (3), Morandais (-), Acker (-), Kasun (6) y Grimau (5).
Árbitros: Juan Carlos Arteaga, Santiago Fernández y Sánchez Monserrat. Eliminaron por faltas personales a Grimau (m.36).
Incidencias: Partido disputado en el Palacio de los Deportes San Pablo ante unos seis mil espectadores. Antes del encuentro el presidente del Cajasol, Juan Carlos Ollero, entregó a Raúl Pérez, alero sevillano ya retirado y jugador del equipo durante muchas temporadas, la insignia de oro del club.