Jorge Muñoa. Madrid, 17 may. 2007 (EFE).- El belga Axel Hervelle disparó los brazos al aire y abortó la canasta que hubiera roto los pronósticos de la serie de cuartos entre el Real Madrid y el Pamesa Valencia, cuya actuación y el bagaje que le ha traido hasta las series por el título le confirman como un rival de cuidado para el conjunto de Vistalegre.
Los dos primeros clasificados de la Liga se han encontrado con una peligrosa eliminatoria en cuartos de final. El TAU ha topado con el defensor del título, el Unicaja, su verdugo en la última final. El Madrid tampoco ha encontrado ningún chollo porque el Pamesa Valencia ha demostrado con hechos lo que puede dar de si y juega por el título por primera vez después de dos años.
Los valencianos, entre otras cosas, han seguido el mismo paso que los blancos en las últimas veinticuatro jornadas (15-9). En la primera fase sellaron la segunda derrota más amplia del currículo madridista (87-79) y son fuertes en su pista. No coinciden con el perfil de regalo que se le supone en un duelo entre el segundo y el séptimo de la tabla.
El Real Madrid, números aparte, cuenta con el factor cancha y ha entrado en las eliminatorias con una única derrota en Vistalegre en los diecisiete partidos que ha jugado como local en la ronda previa. Además, se ha reforzado con el francés Jerome Moiso y con Sergi Llull para compensar las bajas de Venson Hamilton y del serbio Ratko Varda.
Plaza recurrió primero a Llull con el partido ya metido en harina. El juego exterior madridista tomó la iniciativa, más que nada, porque el estadounidense Louis Bullock ha conectado el programa del Playoff (15-8 m.7) y daba gusto verle. Aunque nada de eso afectó al bloque de La Fonteta.
El Pamesa Valencia aspira a todo. Ha regresado a las series por la Liga después de dos temporadas de ausencia y tras una campaña complicada. El serbio Vule Avdalovic abrió los ojos a quien pudiera quedarle alguna duda al respecto. Anotó ocho puntos seguidos dentro de un parcial de 0-10 y volteó el tanteador (15-16 m.8).
Le siguió el joven y prometedor Víctor Claver, que tuvo una aparición vital para los valencianos. Eso no evitó que, en un choque de buen ritmo, Bullock asumiese el peso del juego hasta el descanso, el Madrid marcase una distancia máxima de catorce puntos (44-30 m.19) y despidiese el primer tiempo diez por delante (47-37).
La renta local subió a dieciséis en la salida del tercer periodo (53-37). El Pamesa Valencia sufría en el cinco contra cinco, las faltas de Garcés tampoco le facilitaban la vida y extrañaba alguna noticia positiva del panameño Rubén Douglas, uno de los mejores realizadores del equipo, ajeno al aro hasta el minuto veinticuatro.
El equipo del técnico griego Fotis Katzikaris, sin embargo, consiguió controlar mejor las evoluciones colectivas del Madrid y animó la función (58-49 m.27). La batuta de Albert Oliver también ayudó a situar mejor al Pamesa Valencia (59-52 m.29), aunque poco antes de que Garcés cometiese la cuarta falta frente al debutante Moiso, que en un momento conquistó al público con un escalofriante tapón sobre Albert Miralles.
El Madrid marcaba la pauta, pero rodeado de la incertidumbre del Playoff. La sombra del Pamesa Valencia le seguía a todas partes (64-56 m.30). Y Miralles rezumaba ganas y deseo. El pívot abrió la cuenta del último periodo y desencadenó una tormenta en la que Douglas puso los truenos.
El internacional español anotó y, merced a una técnica para Joan Plaza por protestar y sendos triples a cargo del panameño y de Claver, los valencianos tomaron el mando tras un 0-10 (64-66 m.33)
El primer asalto de la serie adquirió otro aspecto. A cinco minutos del final la iniciativa correspondía al equipo de La Fonteta y el parcial del corte también (4-15; 68-71).
Ahora, el Madrid se ha ganado un respeto como equipo a lo largo de todo el curso. Puede surgir cualquiera y matarte. Quien quiera sea. Al Pamesa Valencia le salieron al paso el belga Axel Hervelle -triple-, el turco Kerem Tunceri, el estadounidense Charles Smith y Felipe Reyes. Los cuatro contribuyeron a una racha de 9-0 (77-71 m.37) y aliviaron la presión.
Los valencianos tampoco bajaron los brazos. Douglas pasaba por el mejor momento del choque. Sumó cinco puntos seguidos y electrizó el ambiente (77-76 m.38). Alex Mumbrú hizo magia (80-78) y Douglas, sin puntos antes del intermedio y letal después, sacó un conejo de la chistera (80-81).
El partido buscaba dueño. Bullock acertó desde la línea de personal y Hervelle culminó el triunfo local con un tapón estratosférico a Garcés. El resultado era 80-81 y la obligada falta contra el ataque madrileño permitió a Tunceri resolver el primer envite a favor del Madrid. Los taronja reclamaron una posible fuera de Tunceri al recoger el balón tras el tapón de Hervelle.
Todavía queda mucho y el Pamesa no tiene aspecto de rendirse fácilmente; la serie se traslada ahora a Valencia para jugarse el sábado el segundo encuentro.
84 - Real Madrid (22+25+17+20): Tunceri (4), Bullock (17), Smith (16), Hervelle (7), Reyes (14) -cinco inicial-, Sekulic (2), Llull (-), López (5), Hernández Sonseca (-), Mumbrú (14), Tomas (3) y Moiso (2).
81 - Pamesa Valencia (19+18+19+25): Avdalovic (13), Douglas (15), Timinskas (7), Miralles (10), Garcés (4) -cinco inicial-, Mavrokefalidis (4), Claver (12), Hamilton (3) y Oliver (13).
Arbitros: Arteaga, Perea y Llamazares. Excluyeron por personales a Smith (m.39) y Avdalovic (m.40). Señalaron técnica a Joan Plaza, técnico del Real Madrid, por protestar (m.31).
Incidencias: primer encuentro de las eliminatorias de los cuartos de final por el título de la Liga ACB 2006-07 disputado en el Palacio Vistalegre ante unos 6.000 espectadores.