Valencia - Badalona 28 oct. 2006 (EFE).- El Pamesa Valencia recibe mañana en el pabellón de la Fuente de San Luis al DKV Joventut en un choque en el que se estrena en su banquillo el griego Fotis Katsikaris.
Las cuatro derrotas que el conjunto valenciano acumula en las cinco jornadas que se han disputado hasta el momento provocaron que el pasado domingo Ricard Casas fuera destituido de su cargo y que pocas horas después Katsikaris se hiciera cargo del equipo.
El técnico heleno ha tenido cinco días para trabajar con su nuevo plantilla y existe una notable expectación por ver cómo implanta su método en el conjunto valenciano, aunque por la premura de tiempo ya ha asegurado que respetará algunas dinámicas de la etapa anterior.
Por lo visto en los entrenamientos y por su trayectoria, se espera que el Pamesa Valencia se convierta en un equipo más aguerrido en defensa y que se dé prioridad los contraataques pero falta por ver si cambia alguno de los roles que Casas había asignado a los jugadores.
Para este encuentro, el entrenador del conjunto valenciano tendrá las baja de Albert Miralles, operado hace semanas de una hernia discal, aunque, por el contrario, recupera al escolta Jon Stefansson, que se perdió el último encuentro tras sufrir, en el choque ante el Etosa Alicante, una rotura fibrilar.
Uno de las incógnitas que rodea al encuentro es ver la reacción de la afición del Pamesa Valencia, contrariada con la trayectoria del equipo pero que parece estar dispuesta a ayudarle a salir de la situación en la que se encuentran.
Pese a que no se quiere mirar a tan largo plazo, Pamesa Valencia sabe que para entrar en la Copa del Rey deben ganar nueve de los próximos doce encuentros, una difícil tarea que no admite más aplazamientos.
Por lo que respecta al rival, el DKV Joventut se desplaza hoy a Valencia, donde mañana se enfrentará al Pamesa Valencia en un atractivo encuentro en el que los verdinegros tratarán de corroborar su buen inicio de liga y olvidar así el tropezón sufrido el pasado martes en su estreno en la Euroliga ante el Panathinaikos (79-82).
La derrota ante el conjunto griego hizo daño en la plantilla del DKV por la forma en que se produjo, tras perder una ventaja de 24 puntos a favor poco antes del descanso, y por este motivo los jugadores están deseando resarcirse de este pequeño disgusto.
Habrá que ver también cómo se recupera el equipo en el aspecto físico por el enorme esfuerzo realizado en un partido de una competición tan exigente como la Euroliga, aunque ese el pan de cada día para los de Aíto García Reneses, que ahora deberán compaginar las dos competiciones más exigentes de Europa, la ACB y la Liga Europea.
El técnico podrá contar con todos sus efectivos, aunque habrá que ver si jugadores hasta ahora poco utilizados por diferentes motivos (como Huertas, Sullivan o Archibald) entran poco a poco en las rotaciones y tienen más peso en el equipo.
La cancha de la Fonteta no es, sin embargo, una pista fácil para el DKV. En la última década, la Penya sólo ha podido vencer en tres ocasiones de las doce en las que se han enfrentado (incluidos dos partidos de las eliminatorias por el título de la temporada 2002-2003).