Valencia, 19 Ene. 2002.- El Pamesa Valencia recibe al Casademont Girona en un partido con claro pronóstico local en el que no hay nada en juego excepto mejorar en la clasificación, pues ambos equipos, para bien o para mal, no tienen ya nada que decir respecto a la clasificación de cara a la Copa del Rey.
El Pamesa se encuentra, sin duda, en el mejor momento de la temporada. El equipo valenciano se ha situado quinto en la clasificación, a una sola victoria del trío que le precede, y aspira a meterse entre los cuatro primeros. Para ello, no puede fallar en su encuentro ante el Casademont Girona, ante el que parte como claro favorito.
El principal problema del conjunto valenciano es la duda de José Antonio Paraíso, quien sufrió un tirón en el adductor y podría causar baja en el encuentro.
El Casademont Girona, una vez perdidas todas sus opciones de clasificarse a la Copa del Rey, quiere seguir mejorando y no distanciarse de los puestos de Playoff, que son ahora su objetivo. El conjunto gerundense, capaz de lo mejor y de lo peor, como se ha visto esta temporada, intentará sorprender al Pamesa desde el acierto de su trío americano: Sasser-Sekunda-Keefe. El problema es que éste último tiene problemas físicos, al igual que Capdevila. Aún así, se espera su participación.
"El domingo no podemos fiarnos de nuestra buena racha y de que ellos vengan de perder en la última jornada, en ese partido nosotros podemos ser los favoritos pero tenemos que esperar al mejor Girona y seguro que será un equipo difícil de batir", explicó Casimiro. Para el técnico manchego, el Casademont tiene una tarjeta de presentación que obliga a respetarles mucho, con buenos jugadores y un buen entrenador y su estilo de ataque, "con la polivalencia de Sekunda que puede jugar de tres o de cuatro abierto, puede traernos problemas defensivos", añadió.
El entrenador del Pamesa destacó que los buenos resultados que ha cosechado el equipo en estos últimos partidos, ha provocado que en estos momentos el nivel de satisfacción con los resultados haya alcanzado al nivel de satisfacción que ya tenían con el trabajo desarrollado. "El equipo hace tiempo que adquirió una mentalidad dura que es con la que afronta los partidos, sacrificándose en defensa y estando cada día más acertado en ataque", desgranó Casimiro, quien además aseguró que, como dice la clasificación, "los grandes están a una sola victoria de nosotros".
Trifón Poch afirma que 'después de un inicio de competición con muchas dudas el equipo ha encontrado un cierto equilibrio, tenemos un balance de victorias aceptable aunque particularmente creo que todavía no hemos encontrado el camino de trabajo y especialmente personalidad que podemos alcanzar, todavía nos falta mucho tanto en ataque como en defensa y esperamos poder estar mejor en las primeras jornadas de la segunda vuelta'.
El técnico gerundense admite que 'todavía al equipo le es difícil ser consistente durante todo el encuentro y evidentemente ante un equipo tan competitivo y en forma como el Pamesa necesitamos esta solidez, ser más constantes, no conformarnos con el trabajo que pueda hacerse durante dos cuartos sino mantener la línea del equipo durante todo el partido y no dejarnos influir negativamente por ningún aspecto'.