El Gran Canaria quiere celebrar su partido 500 ganando al poderoso Pamesa

Las Palmas de Gran Canaria, 26 feb. 2005 (EFE).- El Gran Canaria, conjunto que mañana disputará su encuentro número 500 en la ACB, confía en festejar junto a su afición este hito con un triunfo ante el poderoso Pamesa Valencia.

Diez son las temporadas consecutivas que ha militado el club insular en la máxima categoría del baloncesto nacional -catorce en total-, aunque ha sido en estas últimas -coincidiendo con la llegada al banquillo de Pedro Martínez- cuando se ha hecho un hueco entre los elegidos.

Sin embargo, para este compromiso, los isleños, sextos e igualados a triunfos con los levantinos en la clasificación -trece- después de 21 jornadas disputadas, se presentan con una única baja, la del base Gonzalo Martínez, quien en el entrenamiento de ayer recayó en su lesión de rodilla.

El director de juego de los canarios llevaba dos meses y medio alejado de las canchas, y su puesto lo suple a la perfección el norteamericano Billy Keys -con contrato temporal hasta la próxima semana-, por lo que no sería de extrañar, dado este nuevo contratiempo, que esa vinculación se prorrogue.

Pedro Martínez, entrenador de los grancanarios, aseguró que no será fácil superar al Pamesa Valencia –\"no es un equipo cualquiera que dependa de uno o dos jugadores, es un gran bloque\"-, pero \"tenemos ánimos y si hacemos las cosas bien, podemos ganar\".

Para ello, el Gran Canaria intentará olvidar sus últimos tropiezos -ha perdido sus dos anteriores encuentros ligueros y cayó en cuartos en la Copa del Rey ante el Tau- y así brindar un triunfo a una afición que acudió a la cita de Zaragoza en número aproximado al medio millar.

Pese a todo, los enfrentamientos previos en Las Palmas son favorables a los peninsulares, quienes se han impuesto en diez de los doce disputados, correspondiendo el último triunfo canario a la temporada 1999-2000, cuando el Pamesa cayó en el pabellón de la Avenida de Las Alcaravaneras por 69-60.

El encuentro Gran Canaria-Pamesa Valencia, declarado día del club, se disputará en el Centro Insular de los Deportes, con el arbitraje de los colegiados Amorós, Redondo y Bultó.

El Pamesa Valencia visita mañana la pista del Gran Canaria con el objetivo de sumar un triunfo que le permita cortar la racha de dos derrotas consecutivas que arrastra en la Liga ACB, competición en la que nunca ha caído en tres partidos seguidos esta temporada.

El equipo valenciano afronta este reto después de la decepción que supuso perder ante el Unicaja la semifinal de la Copa del Rey que se disputó en Zaragoza, tras haber dominado buena parte del encuentro.

Si bien es cierto que la \'resaca\' no ha sido tan turbulenta como en otras ocasiones en la entidad valenciana por la aceptable imagen que transmitió el equipo, la derrota ha reabierto algunas dudas que sólo el tiempo y las victorias permitirán volver a cerrar.

La estadística favorece a los valencianos, que han ganado tras sus últimas tres eliminaciones coperas y acumulan cuatro triunfos consecutivos en la pista del conjunto insular, pero, como advirtió el técnico Pablo Laso, necesitarán demostrar \"carácter\" para sacar adelante este encuentro.

El choque le enfrenta a un rival directo en la parte alta de la clasificación, no en vano ambos equipos tienen un mismo balance de trece victorias y ocho derrotas, aunque el equipo canario está por delante en la clasificación al tener mejor diferencia de puntos.

Un triunfo permitiría al conjunto valenciano adelantar al Gran Canaria y, según como se dé el resto de la jornada, le podría situar en la quinta posición de la clasificación, a sólo una victoria del cuarto clasificado.

Para este encuentro, Laso recupera al ala-pívot alemán Ademola Okulaja, que actuó unos segundos en la Copa de Zaragoza pero que lleva cerca de tres meses sin disputar la Liga ACB por una lesión en la rodilla izquierda.

La única baja para este choque por parte visitante es el escolta Antoine Rigaudeau, que podría volver a las pistas en poco más de dos semanas.