Previa

El Palau Blaugrana dictará sentencia en el quinto partido de la Final

El FC Barcelona y el Adecco Estudiantes se disputarán el título de liga en el quinto partido que tendrá lugar el domingo en el Palau Blaugrana. Los azulgrana deberán mejorar su juego para contrarrestar el buen momento de los estudiantiles mientras que los del Ramiro de Maeztu tratarán de contradecir la historia y llevarse el campeonato tras perder los dos primeros partidos de la final

El partido decidirá el campeón de la Liga ACB
© El partido decidirá el campeón de la Liga ACB
  

Barcelona, 12 jun. 2004 (EFE).- El FC Barcelona espera que el inexpugnable Palau Blaugrana dicte sentencia a su favor en el quinto y definitivo partido de la final de la Liga ACB, que le enfrentará mañana (18.00) a un crecido Adecco Estudiantes, que ha sido capaz de igualar a dos una serie en la que comenzó perdiendo los dos primeros encuentros.

El ambiente terrorífico del Palau, donde los azulgrana se convierten en un equipo dificilísimo de batir, la bisoñez de un Estudiantes que está jugando su primera final de la ACB y las estadísticas, que indican que jamás un equipo ha ganado una final que comenzó perdiendo por 2-0, son los principales argumentos para un Barcelona que llega, sin embargo, tocado al partido decisivo.

El equipo catalán sufrió muchísimo para ganar los dos primeros encuentros de la final en el Blaugrana (79-78 y 80-74), y se ha encontrado en los dos siguientes con un Estudiantes demoledor, que le ha arrollado en su feudo de Vistalegre (82-72 y 85-68), y que llega por lo tanto al momento decisivo con la moral al cien por cien.

Los madrileños, pese a acabar la fase regular de la ACB como quintos clasificados, han demostrado además una combatividad, una ambición y una fe en la victoria impresionantes, después de haber superado la desventaja de campo tanto en los cuartos de final (ante el Real Madrid) como en las semifinales, en las que fueron capaces de superar en el quinto partido al todopoderoso Tau Cerámica en Vitoria.

El equipo que entrena Svetislav Pesic tendrá mañana a su favor, además de a su público, a la experiencia de unos jugadores como Dejan Bodiroga, Gregor Fucka o Juan Carlos Navarro, acostumbrados a asumir la responsabilidad y a ser decisivos en los partidos importantes.

Pero el Barcelona también puede tener en su contra la losa que puede suponerle el haber sido incapaz de ganar nada esta temporada (fue eliminado a las primeras de cambio de la Copa del Rey y no consiguió clasificarse para la Final a Cuatro de la Euroliga), después de haber conseguido hace un año el triplete histórico de títulos que jamás antes había logrado (Liga, Euroliga y Copa).

El mejor equipo de la temporada pasada podría pasar a quedarse huérfano de títulos en esta campaña si pierde mañana, algo similar a lo que le ha sucedido en fútbol al ´Galáctico´ Real Madrid.

Para no quedarse en blanco de títulos, Pesic volverá a encomendarse mañana a Bodiroga, su jugador franquicia y más resolutivo en la final, y tendrá en la recámara la pólvora de un Navarro y un Fucka que han estado hasta ahora más irregulares.

Mejorar la defensa y parar sobre todo a Felipe Reyes y Nicola Loncar serán la obsesión de Pesic, sabedor de que estos dos jugadores han sido los más resolutivos de Estudiantes.

Loncar sólo estuvo mal en el segundo partido de la final, lo mismo que le sucedió a Reyes, pero en los otros tres fue un auténtico cañonero que destrozó con su tiro exterior la defensa azulgrana, ya que anotó 18 puntos en el primer encuentro, 23 en el tercero y 17 en el cuarto.

Reyes es, por su parte, un pívot atípico, muy bajo para las torres del Barcelona (Roberto Dueñas, Patrick Femerling y Gregor Fucka), pero muy complicado de defender gracias a su constante movilidad y velocidad. No en vano está siendo uno de los máximos reboteadores de la ACB en los últimos años.

Otro de los factores a corregir por Pesic son los constantes errores cometidos por sus jugadores, que se vislumbran en las 18 pérdidas de balón sufridas en el cuarto partido de la final.

El Adecco Estudiantes, tras empatar a dos la serie final con el F.C. Barcelona, viaja a la Ciudad Condal con la intención de apurar sus opciones para lograr el título en el partido definitivo, apoyado en su estado óptimo de moral, confiando en que su defensa siga funcionando como hasta ahora y en que el descaro ofensivo siga dando tan buen rendimiento.

Tras el 2-0 inicial que el Barcelona consiguió en el Palau Blaugrana, pocos apostaban por un Adecco Estudiantes que, aunque jugando un gran baloncesto, no había tenido la suerte de su lado. Ningún equipo, en los 20 años de historia de la ACB, ha conseguido levantar un 2-0 en la final.

Adecco Estudiantes tenía que luchar contra un temible rival, superior en centímetros y kilos, y contra la estadística, pero aupado por el embrujo de Vistalegre y por el excepcional ambiente creado por los más de 15.000 aficionados que han abarrotado sus gradas, ha sido capaz de poner contra las cuerdas al Barcelona y forzar el partido definitivo a cara o cruz.

"Un quinto partido contra estudiantes puede ser muy peligroso", advertía el pívot azulgrana Femerling, que junto a Dueñas, solo ha sido capaz de superar puntualmente el juego interior de los del Ramiro de Maeztu.

Jose Vicente Hernández, entrenador del Adecco Estudiantes, ha sabido inculcar a sus jugadores la filosofía necesaria para afrontar estos partidos: "vivir el momento y luchar cada balón como si fuera el último, sin pensar más allá".

El trabajo defensivo local hay que calificarlo de brillante. La alternancia entre la defensa zonal y la individual ha conseguido maniatar al ataque azulgrana, hasta el punto de que en un cuarto de la serie solo han conseguido anotar una canasta de jugada. Intensidad y ayudas han sido la clave.

En ataque, el descaro ha sido fundamental. Loncar, Iturbe, Azofra, Reyes, Jasen, Jiménez, todos han aportado puntos. En la diversificación ha estado el acierto.

En Madrid, el Estudiantes ha encontrado esa pizca de suerte que le faltó en Barcelona. Los madrileños necesitan tener un elevado porcentaje de acierto en los lanzamientos y pasar de los 80 puntos en anotación para tener más posibilidades de victoria.

Nikola Loncar parece más serbio que nunca y sus lanzamientos desde detrás de la línea de 6,25 metros están siendo letales para los azulgrana. Nacho Azofra está sabiendo encontrar el ritmo necesario de juego después de que Corey Brewer desbroce las fuerzas rivales de inicio.

Felipe Reyes y Rafa Vidaurreta están saliendo airosos en el juego interior, mientras que Jasen, Iturbe y Patterson aportan fuerza, ganas y puntos.

Otra de las claves está siendo la velocidad. Estudiantes es inferior físicamente al Barcelona, y su única opción es correr en defensa y en ataque, anticiparse y no dejar pensar ni reaccionar al rival.

"Iker Iturbe puede defender a Gregor Fucka, pero nosotros tenemos muchas dificultades para frenarle", ha reconocido el entrenador azulgrana Svetislav Pesic.

Nadie ha levantado un 2-0 inicial en la serie final por el título, y el Estudiantes nunca ha ganado en Barcelona en un partido de "play-off", pero de momento ya han igualado a dos victorias el marcador parcial y llegan al Palau con la intención de romper moldes.

Adecco Estudiantes y sus jugadores siempre han sido atípicos, nunca han encajado en la ortodoxia de la canasta. El trabajo a destajo, el descaro y la inspiración les han llevado al partido final y ahora no piensan abandonar sus raíces.