Curiosamente no son ni Phil Jackson ni el sólido staff técnico de los Bulls de los 90 (Jackson, Winter, Bach, Cleamons), los creadores del ya célebre 'Triángulo Ofensivo' que tan buenos resultados está dando al hoy técnico angelino. Su originalidad reside, sin embargo, en ser los primeros en alumbrar esta estrategia en el baloncesto profesional, o mejor, una variante específica de este sistema.
El precursor y verdadero padre de este singular sistema de juego fue Eddie Jucker, quien llevó a la universidad de Cincinatti a ganar el título NCAA en 1961 y 1962. Tex Winter, entonces entrenador de Kansas State y colega de Jucker, quedó maravillado por aquella armónica puesta en escena y trató de desarrollar en su libro 'Fake and Drive' una variante que abriera incluso más posibilidades, el 'Triple Post Offense', en rigor la metodología estratégica de Jackson en los últimos once años.
Pero antes de entrar en la descripción del sistema, lo que conllevará inevitablemente una cierta carga técnica, os propondré por último un ejercicio interesante. Si contáis con una pizarra o un papel en blanco, id perfilando sobre ellos los movimientos de una variante muy utilizada por los actuales Lakers. Es fácil y al final de la secuencia veréis dibujados dos triángulos perfectos en una opción de ataque aplastante. La numeración es la clásica (del 1 al 5) y algo importante no citado anteriormente, el inicio de todas las variantes del sistema puede tener lugar desde cualquier posición del ataque:
El jugador 2, que ha subido el balón por el centro abre al 4, en el lateral derecho, todo ello sincronizado con el movimiento del 1 a la esquina donde se juega el balón e igualmente con el corte del 3 hacia ese lado aprovechando un bloqueo cercano al aro del 5. El pívot permanece después en una posición intermedia entre el poste alto y bajo, digamos un paso delante de la línea de personal. El 3 fija entonces una posición media entre el 1 (esquina) y el 5, de tal forma que entre los tres pueda trazarse una recta. Mientras el 2 se ha quedado fuera y ligeramente vencido a la derecha, observad cómo se han formado tres triángulos: 1-3-4, 3-4-2 y 3-5-2.
En cualquier caso, si tenéis oportunidad de ver a los angelinos en juego, observad su ataque desnudo y comprobaréis el enorme yacimiento ofensivo que, con total naturalidad, nace de unos presupuestos básicos perfectamente aprendidos, nada nuevo, sin embargo, en un equipo campeón. Aun así, también hubo malos alumnos (Stacey King, Isiah Rider) y crueles disonancias técnicas (Dennis Rodman, Glenn Rice), en todos los equipos que Jackson permitió llevar a la gloria.
Características de los jugadores
Este punto es sin duda el más controvertido y merecería un artículo aparte. Muchas críticas ha recibido Jackson por dos motivos: la calidad de algunos jugadores que le han hecho campeón y la supresión de la idea del base como organizador del juego. Ciertas son ambas. Y cierto es que la resolución eficiente del Triángulo Ofensivo requiere de jugadores rápidos cercanos a los dos metros (el pequeño tiene el lastre de perder tiempo mientras trata de superar los brazos del defensor para realizar pases, generalmente altos; la secuencia fugaz de los pases se ralentiza). En esencia, todo un equipo podría estar construido en torno a prototipos de los que nunca careció este singular técnico: Jordan, Pippen, Grant, Kukoc, Harper, Bryant, Horry, Fox, Rider, Rice...). Se requieren por supuesto condiciones físico-técnicas pero el Triángulo es tan rico que puede permitir tanto esto como opciones de pívots tan dispares como Cartwright y O'Neal. Si el sistema funciona, los principios básicos pueden convertirse en meras sutilezas.
Sucesión de movimientos
La puesta en escena del ataque no es en ningún caso estática (Knicks de Riley, Celtics de Jones), salvo en la opción del aclarado, en que, salvo los postes altos, el resto debe replegarse ligeramente para garantizar una transición defensiva digna. Con jugadores como Pippen, Jordan o Bryant, esta fase es ampliamente utilizada, pero el fundamento específico es una constante dinámica para la construcción de continuos triángulos, de tal forma que el receptor del balón tenga siempre dos opciones claras de pase sin contar con su propia iniciativa de ataque. En concreto, una de las siete variantes del triángulo llega a formar dos piezas iguales en un lado del ataque entre los cinco jugadores de campo.
Movimiento del balón y espacios de dominio
A la dinámica de los jugadores se une la del balón, que ha de estar moviéndose constantemente en limpias triangulaciones. No hay apenas pases cortos sino lo que se denomina 'acción inversa', continuas inversiones del balón de uno a otro lado. Se trata de encontrar un equilibrio perfecto en la distribución de los jugadores, de tal forma que no existan puntos débiles o lagunas de ataque, espacios en los que no exista la posibilidad de anotar. Si hay sobrecarga en un lado, no hay opción en el otro y viceversa. El espacio de dominio incluye además la necesidad de tener en la zona de juego exterior una constante presencia para garantizar el balance defensivo en caso de repentinas transiciones.
Encadenamiento con otras opciones
La continuidad del movimiento resta rigidez a la estrategia y libera a los jugadores en cualquier momento de la consecución de la variante que Jackson, desde el banquillo, haya designado en un ataque que nazca de cero (después de canasta, rebote en defensa u opción de banda). Todas las variantes del triángulo están relacionadas de tal modo que siempre exista compatibilidad entre ellas y sea posible cambiar de idea en mitad del ataque si conviene al poseedor del balón.
Uso incondicional de recursos clásicos del juego
Que nadie piense que este sistema es novedoso en su proceso. El constante fluir del ataque está plagado para la creación de los triángulos de bloqueos directos y ciegos, pantallas, cortes en diagonal, autobloqueos (Bryant, Jordan, Pippen), aclarados, formaciones en L, dentro-fuera, e incluso una opción habitual de 'Pick and Roll'. Lo original y eficaz es el uso combinado de todos ellos en apenas pocos segundos y la continuidad interdependiente en sucesivos ataques.
G Vázquez
ACB.COM