El Pamesa Valencia aplica el rodillo en Tenerife (66-86)

La Laguna (Tenerife), 18 ene. 2004 (EFE).- Los naranjas sólo tuvieron que emplearse a fondo esos primeros diez minutos, con Oberto en plan estelar, para luego vivir con comodidad el resto de un partido que no tuvo más historia, salvo la incertidumbre de ver si la diferencia final, que llegó a rozar la treintena de puntos, rompía algún récord.

La puesta en escena del Unelco Tenerife fue sencillamente horrible, no porque el juego interior del Pamesa fuese superior, que lo fue, sino porque en ataque lo hizo todo al revés, sin conexión con el poste bajo y las pérdidas de balón haciendo acto de presencia (0-10 min. 4).

Oberto lo metía todo, la defensa naranja se mostraba inexpugnable y además la lucha por el rebote era dominada claramente por los de Paco Olmos, cuya ventaja crecía y crecía con el paso de los minutos, hasta llegar al final del primer cuarto con un escandaloso parcial de 8-27.

Las dificultades en ataque de los tinerfeños eran notorias, y para muestra, un botón: en once minutos acumulaban sólo nueve puntos, fruto de un triple de Palladino y el resto, de tiros desde la línea de personales. Así, poco podía hacer ante el aluvión valenciano, que seguía a lo suyo.

Además, el santo y seña del Unelco, la defensa, hacía aguas por todos lados, con Paraíso ganando todos los uno contra uno, Popovic metiendo sus triples, uno de ellos sobre la bocina, y Tomasevic palmeando su enésima canasta en segunda opción (12-36 min. 13).

Paco García movió constantemente su banquillo. Alternó en el puesto de base con Gil, Corrales y por algunos momentos hasta con Robles, pero nadie daba con el antídoto para desactivar la "pájara" que sufría el Unelco, ni siquiera un irreconocible Hopkins (9 puntos).

El Pamesa Valencia levantó el pie del acelerador con un 19-46 a los diecisiete minutos, y de ahí al descanso se vio la mejor versión, o la menos mala, de los de casa, que encadenaron un parcial de 9-0 para dejar las cosas con un 28-49 a la conclusión del segundo cuarto.

El Unelco apretó algo más en defensa, y al menos consiguió que no le entraran tantas canastas cercanas y que Tomasevic se cargara de personales, pero no contaba con la aparición de Montecchia desde los seis veinticinco, quien con sendas "bombas" agrandaba el agujero en dos ocasiones, 33-57 min. 24 y 39-65 min. 26.

Richi Guillén aportó más centímetros y poderío bajo tableros, pero la dinámica no cambiaba, sino todo lo contrario, ya que el tercer cuarto se lo volvió a adjudicar el Pamesa, lo que hacía que el último fuera un mero trámite en el que tinerfeños y levantinos disputaron una particular "pachanguita" con todo más que decidido.

66. Unelco Tenerife (8+20+18+20): Gil (-), Yáñez (2), Palladino (10), Savané (4) y Hopkins (9) -inicial-. También jugaron Corrales (2), Rodríguez (1), Toledo (3), Sánchez (11), Guillén (12) y Robles (12).

86. Pamesa Valencia (27+22+24+13): Montecchia (17), Rigaudeau (8), Paraíso (11), Tomasevic (12) y Oberto (10) -inicial-. También jugaron Popovic (8), Kammerichs (-), García (1), Luengo (7), Rodríguez (-), Dikoudis (12) y Amador (-).

Arbitros: Maza, Perea y González Díaz. Sin eliminados.

Incidencias: Partido correspondiente a la vigésima jornada de la ACB disputado en el pabellón Santiago Martín de La Laguna, al que acudieron unos 4.000 espectadores. En los prolegómenos, el capitán del Unelco Tenerife, Iván Rodríguez, recibió una placa conmemorativa de sus cien partidos en la máxima categoría.