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Esteban López, el pibito de Lugo

No ha sido el argentino más joven en emigrar (Scarione y Gigena se marcharon a Italia con 15 años) y sus 40 partidos en la Liga Argentina superan los 37 con los que se despedía Marcelo Nicola (34 Hugo Sconochini y 14 Carlos Delfino), pero en Lugo están encantados con este base de 1.86 metros y 19 años que fue fichado, en palabras del director deportivo Juan Carlos Castro, 'porque vi a Montecchia. En una o dos temporadas será, como poco, el segundo base del equipo. Tenemos mucha confianza en él'

Esteban López parece tener un futuro muy prometedor en Europa
© Esteban López parece tener un futuro muy prometedor en Europa
  

Y eso que no le estaban siguiendo a él. A decir verdad, las miras breoganistas apuntaban al alero de Independiente de General Pico, a la postre también contratado, Fernando Mohedano (1.95 metros y 20 años). Era el año del famoso corralito: el club había armado un más que correcto plantel (Jason Rowe, Lee Grant Jr., Darío Arenas, Maurice Ingram...), donde este prometedor base que debutara la temporada anterior, en un primer tiempo ante el Estudiantes de Bahía Blanca (5 puntos en otros tantos minutos), ocupaba un papel marginal debido a la lógica inexperiencia de sus 16 primaveras. 'Con la crisis y todo el lío los extranjeros se marcharon. Además, Darío se lesionó, así que quedaron cinco o seis seniors más nosotros, los juniors. Y empecé a jugar'. Bastante bien, por cierto. Lástima de aquel doloroso descenso (eliminatoria perdida por 3-2 después de haberse puesto con 0-2) con el que este joven que iba para ingeniero agrónomo se despidió de su país.

Porque no sólo el Leche Rio 'después de enterarse de que ese Tamborini de su apellido materno le conferiría el pasaporte italiano sin dificultad alguna- echó sus redes sobre él. Sepan que el Reggio Calabria andaba muy encima del asunto, aunque finalmente resultara vencido por la mano de Jorge Óscar Racca, también natural de General Pico y que ejerce en España de padre, padrino y protector de nuestro personaje. Al menos, así se lo prometió a su madre (que practicó la 'pelota al cesto', un deporte autóctono de Argentina, llegando a ser internacional) antes de regresar a Europa.

'Yo ya conocía a Jorge de verlo jugar. Estamos hablando de una de las máximas figuras del básquetbol argentino. Imagináte tenerlo ahora como compañero. Hablamos de todo, no sólo de deporte. Nuestra relación es fantástica'. A buen seguro que más de una vez han comentado aquella final liguera de 1995 entre Independiente y Olimpia, que el veterano recuerda porque pertenecía a los segundos (subcampeones) y el pibito (así le llaman en Galicia) porque, como canterano del club de los Héctor Campana o Esteban de la Fuente, era 'a sus 11 años- uno de los que secaba el parqué de la cancha.

Lo que pierde el fútbol lo gana el baloncesto

No crean, que el chico 'al menos en sus inicios- anduvo en ocasiones más cerca de las porterías que de las canastas. Es lo que suele pasar, se supone, cuando tu padre ha sido portero 'normalmente, a la sombra del genial Hugo Gatti- de uno de los mejores Boca Juniors de la historia (campeón de la Copa Intercontinental en 1977, ante el Borussia Mönchengladbach), que entrenaba el ex Atlético Juan Carlos Lorenzo. 'Era bueno el cabrón. Yo en vivo no lo vi apenas, pero en videos sí'.

¿Esteban 'nos recuerda el propio progenitor, Cacho López- arrancó de futbolista. Jugaba de número 10 y era exquisito. Lo que pasa es que a mí me llamaron para gestionar el Independiente, que nos quedaba a una cuadra y media de casa, y pronto se enganchó al basket. Ambos deportes, no crean, tienen sus semejanzas: espíritu de grupo, exigencia de cuidado personal, entrenos' No obstante, acá el fútbol conlleva mucha mayor presión, es más desgastante, por lo que estamos muy felices y esperanzados con que triunfe en Europa. Lo que más me gusta de él, por cierto, es su atrevimiento, el caradurismo que demuestra en la cancha. 'Lo peor? Bueno, supongo que la contracción al entrenamiento tan clásica en todo talentoso'.

Ahora, continuamos, prefiere el número 11 ('por Pablo Lamare, un escolta que jugaba en aquel equipo que salió campeón en el 94. Tenía un muy buen trato conmigo y yo lo apreciaba especialmente'), si bien -por supuestísimo- continúa siguiendo y apoyando al Boca futbolero casi tanto como a su combinado nacional cuando quedaron para presenciar, por televisión, la final del pasado Mundobasket: 'Vimos el partido en casa de Racca y te podés imaginar. Jorge estaba especialmente nervioso porque tenía muchos amigos en el equipo. Acabamos todos muy calientes porque sí, la jugada parecía dudosa, pero si llega a ser para Yugoslavia la pitan seguro. Será muy difícil repetir algo así, más que por nosotros, por los americanos: les tocaron el corazón y eso no lo van a perdonar. En el Preolímpico, por ejemplo, ya nos dieron por 25'.

Para llegar él a la albiceleste absoluta ('es un orgullo para cualquiera, aunque la actual selección aún tiene chapa para rato. Nocioni y Scola, por citar dos referentes de nuestra Liga, se encuentran a otro nivel y podrían estar ya jugando perfectamente en la NBA. Para nosotros los jóvenes es bueno que ellos destaquen. Así verán materia prima en los que venimos detrás') deberá pasar con anterioridad por algunas estaciones previas. La del debut en la ACB, sin ir más lejos, que se produjo (lo de la Liga de Verano de Alcoi, en 2002, no cuenta, aunque rindiera de maravilla) en Murcia el pasado 8 de octubre. Que lo cuente el interesado, si les parece: 'Quedaba un minuto y medio para el descanso cuando pedí el cambio por Gomis, que tenía que lanzar dos tiros libres. Si metía el segundo' Pero falló y el reloj no se detuvo hasta un minuto después, por lo que sólo jugué una defensa y un ataque'. Unos días después, alcanzaba los 6 minutos en el Fernando Buesa Arena vitoriano. Y pare usted de contar' de momento.

Está claro que no son numerosas las oportunidades que le está brindando (o que le puede brindar, según se mire) Andreu Casadevall a estas alturas de la película. Por eso se le ha mantenido la ficha (Chantada, Liga EBA) que ya adquiriera el año pasado cuando, por fin, se cerraban todos los trámites de su nacionalidad. 'Lo más duro fue eso, lo de doblar turnos con los dos equipos sin poder jugar partidos. Si no hubiese tenido compañía, me habría vuelto loco. Este año, ya con el pasaporte, viajo con la primera plantilla, donde me tratan bárbaro, como en toda la ciudad, y a veces también participo en la EBA, un buen campeonato para foguearte, pues hay muchos chicos creciendo y veteranos con pasado ACB'.

De su afición a la pesca o a Internet; de la impresión que se llevó el primer día que comió pulpo; de su novia argentina, que lo sigue desde allá; de las esperanzas que tiene puestas en el Mundial Sub-21 de 2005, donde compartirá esfuerzos con los Vay, Manoldi o Alloati; de la pasión por asistir a los compañeros, organizar el juego y contraatacar a la más mínima oportunidad; o de sus preferencias, dentro de nuestra competición, por Montecchia y Calderón, ya le oirán ustedes hablar en posteriores ocasiones. Porque, vamos a recordarlo, don Esteban López Tamborini tan sólo ha vivido 19 añitos. En resumidas cuentas, un pibito con las ideas muy claras: 'Es que el tren no pasa dos veces'.

Mateovic
ACB.COM