Redacción, 6 Ene. 2017.- Hubo una época en la que se señalaba a Adrián García como un aspirante a ser 'el nuevo Carlos Jiménez'. Obviamente, este tipo de etiquetas y predicciones no son buenas porque siempre generan una expectativa muy difícil de cumplir. Había algunos motivos para buscar ese titular, como el hecho de la formación de ambos en el Estudiantes y el carácter generoso y entregado de su juego desde la posición de '3-4', pero nada más.
García se encargó de alimentar las esperanzas con buenas actuaciones en las selecciones inferiores: plata cadete en el 2001 y bronce en el Torneo de Mannheim junior el año siguiente. Ha terminado siendo, eso sí, una buena pieza de equipo, uno de esos jugadores que están en todos lados y que también ganan partidos, aunque de forma sorda. Nada mejor que su propia autodefinición: "No hago nada perfecto, pero hago un poco de todo. Me gusta defender y rebotear y aportar algún tiro abierto y en penetración. Creo que soy polivalente porque puedo jugar como '3' y como '4'".
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