Sevilla/Madrid, 21 Mayo 2016 (EFE).- El Baloncesto Sevilla acabará este domingo una temporada en la que ha ido de menos a más y en la que ha logrado no tener apuros clasificatorios, por lo que la visita del Real Madrid es considerada como un gran final de fiesta en la que el rival aún se juega la posibilidad de ser primero en la fase regular.
Los sevillanos, que por su mala primera vuelta liguera llegaron a estar en puestos de descenso, reaccionaron en la segunda y han terminado la campaña con un aprobado alto, al llegar undécimos a esta última jornada con catorce triunfos y diecinueve derrotas, un puesto que conservarán hagan lo que hagan frente a los madridistas.
La gran asignatura pendiente del equipo entrenado por Luis Casimiro ha sido su bajo rendimiento fuera de casa, donde volvió a caer la pasada jornada en su visita a Zaragoza (91-87), lo que contrasta con la gran fortaleza que ha mostrado, sobre todo en la segunda vuelta, en su pabellón de San Pablo.
Los hispalenses llevan siete triunfos seguidos como locales, una racha que intentarán alargar frente al Madrid en este fin de fiesta.
El Baloncesto Sevilla se aseguró matemáticamente la permanencia en la élite, en la que ha cumplido veintisiete temporadas consecutivas, y ha llegado muy fuerte al final de la fase regular de la Liga Endesa, con siete partidos ganados de los últimos once, a pesar de que perdió hace varias jornadas sus opciones de pelear por el Playoff.
Ahora le visita un Real Madrid que es segundo con las mismas 28 victorias que el líder, el FC Barcelona Lassa, y que aún puede asaltar el primer puesto si gana y los azulgrana fallan en su casa contra el Iberostar Tenerife, que se juega acceder al Playoff.
Por ello, se prevé un choque atractivo en el cierre de la temporada, para el que el club, como es habitual, ha preparado una fiesta final con una paella casera en los aledaños del pabellón en la que participan toda la plantilla y la afición.
Los jugadores del Baloncesto Sevilla están satisfechos por la campaña hecha por el equipo, sobre todo en la segunda vuelta, y así el pívot checo Ondrej Balvin, le puso "un notable", mientras que el capitán, Berni Rodríguez, ha dicho que de haber estado mejor en el primer tramo, quizás habrían podido luchar por "otros objetivos".
Este choque será especial para el pívot Willy Hernángomez, quien estuvo las dos temporadas anteriores a préstamo en el club andaluz por el Real Madrid, y también para el joven ala-pívot rumano Emanuel Cate, cedido en Sevilla por la entidad merengue.
Por su parte, el Real Madrid llega a Sevilla con el único objetivo de la victoria para intentar apurar sus opciones de ser primero en la fase regular, lo que conlleva el factor campo en todas las eliminatorias de Playoff, en el conocimiento de que no dependen de ellos y que debería perder el FC Barcelona Lassa para lograrlo.
Pablo Laso no decidirá hasta última hora los jugadores con los que puede contar para el partido. Con Maurice Ndour y KC Rivers dados de baja en la competición, el entrenador debe hacer todavía un descarte, pero la presencia de Rudy Fernández y Sergio Rodríguez está en entredicho.
Ambos jugadores no estuvieron en la pista el pasado miércoles ante el Laboral Kutxa, el alero por un edema en la cadera y el base por un problema en el talón que le impedía pisar bien y le provocaba grandes dolores.
Está claro que el Real Madrid no va a arriesgar lo más mínimo en este sentido pues aunque desearía acabar primero no depende de sí mismo.
El Baloncesto Sevilla no se juega nada y acabará undécimo sea cual sea el resultado, pero precisamente esta falta de objetivos le puede hacer más peligroso, ya que despedirse de su afición en casa y con una victoria ante el Real Madrid sería la guinda a una temporada complicada que mejoró mucho en la segunda vuelta.
Los sevillanos llevan siete victorias consecutivas en el pabellón de San Pablo, una de las claves de su temprana salvación, y están en un gran momento de forma, pero el Real Madrid ganó los últimos quince duelos entre ambos y tiene un 8-22 como precedente, con 13 triunfos seguidos en San Pablo.
Así fue el partido de la primera vuelta