Sevilla/Manresa, 23 Ene. 2016 (EFE).- El Baloncesto Sevilla recibe este domingo al ICL Manresa en un duelo entre equipos en horas bajas, que luchan por alejarse del descenso y que acumulan cuatro derrotas seguidas cada uno, lo que les tiene anclados en la parte baja de la tabla.
El equipo hispalense es antepenúltimo con sólo cinco victorias y el catalán, decimocuarto con seis.
El CB Sevilla está obligado a reencontrarse con la victoria para disipar todas las dudas que se ciernen sobre él y que lo mantienen al filo del precipicio con cinco partidos ganados y once perdidos, con una ventaja de dos victorias sobre los dos últimos (Movistar Estudiantes y RETAbet.es Gipuzkoa).
El conjunto entrenado por Luis Casimiro podría afrontar con solo nueve jugadores de la primera plantilla este choque, tras haber decidido el club dar de baja por bajo rendimiento al base canadiense Jermaine Anderson y al pívot esloveno Uros Slokar.
Además, para este encuentro, de la última jornada de la primera vuelta de la Liga Endesa, es seria duda el escolta estadounidense Scott Bamforth, con problemas musculares.
Por ello, al seguir lesionado el base serbio Nikola Radicevic y no haber podido ser inscrito el base sueco Ludde Hakanson, que iba a debutar este domingo como cedido por el FC Barcelona Lassa, Casimiro ha convocado al jugador canterano Leo Cizmic.
Con estos condicionantes, el equipo sevillano afronta este importante compromiso con la necesidad de volver a encontrar el rumbo y ofrecer su mejor baloncesto para doblegar al ICL Manresa.
Los manresanos son un rival directo en la liga 'particular' del Baloncesto Sevilla, al ocupar la decimocuarta plaza de la tabla con un triunfo más que el equipo andaluz, que buscará ganar su cuarto encuentro en el Palacio de los Deportes de San Pablo frente a un adversario que llevan tres victorias en casa y otras tres fuera.
Las estadísticas favorecen a los hispalenses, que han vencido en trece de los veintitrés partidos jugados contra el Manresa en San Pablo, el último de ellos en la temporada 2013-14 (78-60).
La pasada temporada, el cuadro catalán ganó por 72-80, el único triunfo de los manresanos en Sevilla en las seis últimas campañas.
Será un encuentro especial para Casimiro, que debutó como técnico de la Liga Endesa con el Manresa en la temporada 1997-98 y consiguió el título de liga, así como para el pívot local Pierre Oriola, que también se estrenó en la máxima categoría con el equipo catalán (2009-2012).
Además, el alero Alfonso Sánchez militó en el equipo manresano en el tramo final de la pasada temporada y contribuyó al logro de la permanencia en los seis últimos encuentros.
Por su parte, los catalanes viajan a Sevilla con la baja Román Montañez, con una fisura en una costilla.
Además, los catalanes han tenido a Dejan Musli, con problemas de espalda, y a Juan García, Chase Simon y Maksym Sandul con procesos gripales durante la semana, pero se espera que los cuatro estén a punto para poder jugar. También estará en la convocatoria Jermaine Thomas, más recuperado de su lesión en la espalda, entrará por Montañez.
Los del Bages buscan reencontrarse con la victoria, después de un mes de enero muy complicado, en el que se ha enfrentado a rivales de mucha entidad.
Para el entrenador, Ibon Navarro, conseguir la séptima victoria supondría acabar la primera vuelta "un poquito por encima del aprobado", ya que considera que su equipo ha firmado "una aceptable primera vuelta" y seria una buena manera de rematarla.
Navarro cree que sus hombres han aprendido la lección de la derrota en casa del RETAbet.es GBC y que ahora el equipo está "menos obligado a ganar el partido de Sevilla de lo que se sentía a ganar el partido de Guipúzcoa".
El técnico pide a sus hombres que jueguen "con la energía con la que hemos jugado en casa, que el equipo compita, duro, y que cuando vengan los momentos malos el equipo este junto". También solicita una mejora del acierto, después de dos partidos con porcentajes muy bajos.
Sobre el rival, destaca la preocupación por "su comienzo de partido", ya que es un equipo que saca adelante sus encuentros gracias a la confianza de sus tiradores. "Es importante que ellos no empiecen bien, que no se sientan muy cómodos", ha dicho.