Artículo

El mural de la ACB

La Liga ACB es un auténtico mural, con numerosos jugadores tiñendo su cuerpo de tatuajes de muy diferentes formas, colores y, sobre todo, simbolismo. Brazos, piernas, pecho, espalda e incluso cuello dan fe de verdaderas obras artísticas, todas ellas con un importante significado para aquellos que las lucen. En su mayoría son estadounidenses, pero cada vez hay un mayor número de jugadores españoles, europeos y argentinos que deciden tatuarse

Tyrone Ellis luce en su brazo un llamativo balón en llamas
© Tyrone Ellis luce en su brazo un llamativo balón en llamas
  

Posiblemente el tatuaje más conocido de la competición es el polémico retrato del ultranacionalista Draza Mihajlovic que ilustra el brazo izquierdo de Milan Gurovic y que llevó al alero a no viajar con el Unicaja a Zagreb por temor a represalias. Sin embargo, el del general serbio no es el único rostro dibujado en los cuerpos ACB. Amal McCaskill, pívot del Fórum, lleva en su hombro izquierdo una imagen de Bob Marley, y Maceo Baston (ex jugador del DKV Joventut) portaba el retrato del general Antonio Maceo, héroe en la independencia de Cuba.



La abuela de Rashard Griffith, en su brazo

Los de Rashard Griffith quizá sean los retratos más emotivos. El pívot del Tau Cerámica rinde tributo en sus brazos a su madre y su abuela, ambas fallecidas. 'Tenerlas en mis brazos significa que siempre estarán conmigo dándome energía para conseguir éxitos', explica el pívot.


Bud Eley y el lema de su cuello

Whateva it takes ('lo que haga falta') es el lema de Bud Eley (Auna), quien no ha dudado en tatuárselo ¡en el cuello!. 'Soy un luchador y esto me recuerda que debo pelear por conseguir aquello que me proponga', afirma.

El eslogan de Eley compite en espectacularidad con la omega de Corey Brewer (Adecco Estudiantes) y Danny Lewis (Leche Río Breogán). La letra griega, símbolo de una fraternidad universitaria, está marcada en sus bíceps. Pese a la perenne quemadura, Brewer asegura que 'no duele pues lo preparan mucho y tienen cuidado; no somos vacas'. El base explica que 'casi todos los compañeros de fraternidad lo tienen, incluso Jordan y Shaquille O'Neal'. Además de la omega, su cuerpo viste cuatro tatuajes: un ángel en el paraíso, una referencia a su abuela muerta, su apellido en el brazo derecho y Shelley, su apodo, en el izquierdo.

No es el único que lleva su 'nombre de guerra': Louis Bullock luce una inscripción de 'Sweet Lou' y Leandro Palladino tiene dibujado un toro en su hombro izquierdo. Pero éste no es ni mucho menos el tatuaje más llamativo del escolta argentino. Y es que el 'Torito' lleva grabada en su espalda la firma de Maradona, su gran ídolo. El jugador del Tau Cerámica no se queda ahí y destapa sus gustos musicales con inscripciones en espalda y pie de los grupos 'Mano Negra' y 'Los fabulosos Cadillac'.


Uno de los doce tatuajes de Davis


No hay cuerpo ACB con tanta tinta como el de Devin Davis. El pívot del Leche Río Breogán tiene hasta 12 tatuajes ( 'estoy seguro de que nadie en la ACB lleva más que yo', comenta) de muy diversa índole: 'la muerte con una guadaña, un ataúd en homenaje a un amigo muerto, una cruz, la figura de una virgen e inscripciones con los nombres de amigos'. Sin embargo, Davis aclara que 'me gustan los tatuajes, pero no los hago por placer: todos tienen un importante significado para mí'.


Struelens y sus tatuajes
En este sentido, el pívot afirma que 'en cierto modo, mi vida está escrita en mi cuerpo'.

Eric Struelens (Casademont Girona) viste su cuerpo con cuatro tatuajes tan diferentes como llamativos: un tribal (lazos entrecruzados, el más habitual) en el bíceps


La cruz de Ellis
, un águila en la espalda, y un Demonio de Tasmania y un logo de Nike en el gemelo. Sorprendente, como también el espectacular balón en llamas que decora el brazo izquierdo de su compañero Tyrone Ellis.

El escolta del equipo gerundense hace gala también de una enorme cruz haciendo referencia a 'Marcos, 10:20': Él entonces, respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud.


Escudo heráldico de Santangelo
Los tatuajes con cruces y símbolos religiosos son muy habituales entre los jugadores americanos, si bien hay quien apela a su fe para no marcar su cuerpo. ¿'Tatuajes? No, soy cristiano', explica Gabe Muoneke (Cáceres).

Hay quien prefiere tatuarse escudos.


Óscar González y Pittsburgh
Matt Santangelo (Caja San Fernando) luce un gran escudo heráldico en su brazo izquierdo, y Óscar González (Fórum) recuerda su paso por la Universidad de Pittsburgh State con un completo grabado. 'Fueron cuatro años inolvidables, posiblemente los mejores de mi vida, y el tatuaje me sirve para recordarlo', afirma el jugador, que describe el grabado: 'el logo de la Universidad en colores rojo y amarillo con la mascota, un gorila, difuminado, mis iniciales (O y G), el número de victorias (86) y el de derrotas (33), y escrito el apodo del equipo ('Gorillas') y 'All American', pues fui incluido dos veces en los mejores equipos de la NCAA 2'.


Mehdi en árabe en el brazo de Labeyrie


Los hijos de Hopkins, en chino


El base del Fórum también porta en su gemelo unas letras chinas que significan 'felicidad'. Y es que están de moda las inscripciones en diferentes alfabetos; bien en chino, como es el caso de Alfons Albert (significa buena suerte), Gaby Fernández (el nombre de su mujer) o Bernard Hopkins (su hijo y su hija); en árabe como Mehdi Labeyrie (de origen argelino, luce su nombre); en hebreo como Pedro Fernández, que ha inscrito 'Pedro F' en la cara interna del bíceps. 'Donde más duele', como él mismo señala.


El flamante dragón de Gurovic


No obstante, los tatuajes más habituales son los de animales. Da igual que sean ficticios como el espectacular dragón de Milan Gurovic en su brazo derecho o el popular Demonio de Tasmania.


El tigre de Tamames
Pero también son comunes tigres (Tamames, Gomis y dos de Espil, todos ellos en la espalda), águilas (Struelens), bulldogs (Nocioni, Montas y Harper Williams), toros (Palladino y Javi Rodríguez, éste en su ombligo), tiburones blancos (Gurovic), escorpiones (Gaby Fernández) o panteras, bien negras (Calderón en el tobillo) o rosas (Alston en el pecho).

Quizá alguno de estos protagonistas se arrepienta en el futuro de alguno de sus tatuajes y tenga que hacer como el ex jugador de Fuenlabrada y Maccabi Tel Aviv, Nate Huffman, quien decidió borrarse el logo de la NBA que llevaba en su hombro izquierdo. 'La gente me decía que debía tatuarme el logo de la NBDL', lamenta el pívot, cortado hace unos meses por los Toronto Raptors, y que ahora luce 'un dragón chino que simboliza fuerza y valentía'.

De todos modos, si les va mal también pueden hacer como Bobby Martin, quien se tatuó un gran 'October 1, 1999' en su hombro izquierdo; estaba en un mal momento y se propuso que a partir de aquel momento todo sería mejor en su vida. Por cierto, está en el paro.

NBA, reino de los tatuajes

El índice de personas tatuadas en Estados Unidos es muy alto (15%), pero lo es aun más en la NBA. El porcentaje de jugadores con la piel marcada supera ampliamente el 50% y crece espectacularmente cada año. Dennis Rodman puso de moda el 'body-art' mediada la década de los 90 y ahora son legión los jugadores que llevan al menos una decena de tatuajes. Allen Iverson, con 20 de muy diversa índole, es el abanderado de esta moda, en su mayoría seguida por jugadores negros de clase baja, pero que también ha seducido a blancos como Jason Williams o Cherokee Parks

Pablo Malo de Molina
ACB.COM