La Bruixa d'Or cierra la temporada en casa frente al Iberostar Tenerife

Manresa/Tenerife, 24 mayo. 2014 (EFE).- La Bruixa d'Or cierra mañana en su pista contra Iberostar Tenerife una temporada que ha sido una pesadilla y se certifica con el descenso, aunque pendiente de una carambola que lo reflote a la ACB, si logra capitalizarse y un equipo que ha ascendido no cumple con las exigencias de la Liga.

Los catalanes no han ganado ni un solo partido en la segunda vuelta y hace semanas que certificaron su descenso. La llegada de Pere Romero al banquillo no fue el revulsivo esperado y mañana es la última oportunidad para él y sus hombres de quitarse algo de la amargura que los malos resultados provoca.

El técnico ha reconoce que la Bruixa d'Or llega "con el contador en reserva y cerca de cero. Hemos hecho un esfuerzo por entrenar duro hasta el último día". Una exigencia que, explica, "es un aviso. Si sigo siendo el entrenador la exigencia seguirá siendo esta y más". Eso sí, asegura que su futuro no está decido y que el club no le ha propuesto continuar.

Según Romero, la semana ha sido "larga y difícil", en especial por las lesiones. Álex Hernández vuelve pero Rasmus Larsen es de nuevo baja y Haris Giannopoulos, llegará aunque se ha perdido buena parte de los entrenamientos por una lesión en la pierna. Ello dará algún minuto a jugadores júnior.

Toda ayuda será poca para derrotar a un Iberostar Tenerife que, pese a quedar fuera de la lucha por el 'playoff', ha hecho una buena temporada. Romero considera que ahora son más peligrosos. "Juegan muy alegre, todos tiran y en los últimos partidos han anotado a porrillo", ha apuntado.

Para el futuro del Manresa, y después que el presidente, Josep Vives, explicara que de no seguir en la ACB el equipo podría desaparecer, Romero argumentó: ´"Se puede estar en la ACB con el presupuesto del Manresa, pero con un equipo corto. Con 6 o 7 jugadores que sepan de qué va la liga y con jóvenes de la casa que empujen con su ilusión".



La Liga llega a su fin y el Iberostar Tenerife se juega en esta jornada final ante La Bruixa D'or de Manresa, mantener esa undécima posición de la clasificación que no iguala la posición de la campaña pasada, pero si que le permite concluir con un buen sabor de boca.

El técnico, Alejandro Martínez, ha intentado a lo largo de la semana y a pesar de los numerosos actos sociales que han tenido que hacer, mantener la concentración de los jugadores para que salgan en Manresa con las máxima tensión y terminar la competición con un triunfo.

Y es que para muchos este puede ser el final de un ciclo en el conjunto canarista, Jesús Chagoyen ya se despidió de la afición el pasado fin de semana porque no seguirá en el equipo lagunero la próxima temporada, aunque podrían ser algunos más los que no renueven su contrato y por ello quieren terminar la Liga, no solo ganando sino haciendo un buen partido.

Martínez podrá disponer para esta cita con la totalidad de su plantilla, a excepción de Juan Pedro Gutiérrez que no podrá jugar por lesión.

Como ocurriera en el partido ante el Bilbao el pasado fin de semana, se espera un tanteo alto en este duelo entre La Bruixa D'or y el Iberostar Tenerife, un choque donde los dos equipos querrán ganar, pero sin la tensión de tener que jugarse algo más importante en un solo encuentro.

Los jugadores canaristas tendrán que estar finos en defensa, esa tensión que ha solicitado el técnico canarista a sus jugadores, y que se tiene que demostrar en defensa para intentar que los jugadores importantes del equipo catalán, como Ericksson, Asselin, Creus y Arteaga, no hagan daño en la zona del equipo aurinegro.

Será, por tanto, un partido atractivo para los espectadores y ver a un Iberostar Tenerife que, aunque algo tarde, que ya se encuentra recuperado de esa crisis de resultados que tanto daño hizo en los meses de enero y febrero y que le ha impedido alcanzar metas mayores.