Redacción, 25 Abr. 2014 (EFE).- El Laboral Kutxa recibe mañana en el Buesa Arena al Bilbao Basket que se presenta en el derbi vasco más pendiente de asuntos extradeportivos vinculados a la economía y pervivencia de la entidad.
El Baskonia espera seguir la buena racha de resultados ante su vecino bilbaíno y prorrogar su hegemonía en el baloncesto de Euskadi con un triunfo que termine por asentarle en los puestos de 'playoff' cuando solo restan cinco jornadas para terminar la fase regular.
Sergio Scariolo tiene a toda su plantilla al completo, incluido Lamont Hamilton que, con el paso de las jornadas, va acumulando los minutos necesarios para llegar a su mejor versión tras superar la fascitis plantar que le ha tenido casi dos meses en el dique seco.
El poste estadounidense tendrá la ocasión de medirse por segunda vez en este curso a sus excompañeros del pasado año cuando defendía la camiseta de Bilbao Basket.
Los vitorianos siguen basando su juego en la conexión entre Heurtel y Pleiss, con la sempiterna aportación de Andrés Nocioni, y después son muy pocos los elementos que aportan de manera positiva al juego del equipo.
La irregularidad de San Emeterio a lo largo de la campaña, alternando partidos brillantes con otros desapercibido, es otro de los lastres que merman las posibilidades del Baskonia.
A partir de ahí jugadores como Mainoldi, Jelinek, Hanga, Hamilton o Poeta deberían tener una mayor presencia y ser mucho más productivos para redondear y convertir en realmente peligroso el irregular juego del Laboral Kutxa este curso.
El Bilbao Basket jugará en el Fernando Buesa Arena a pesar de los problemas económicos que afronta. El alero catalán Alex Mumbrú ha querido destacar que "nos debemos a nuestra afición. De momento, hay mucha gente que confía en nosotros, mucha gente que nos apoya y vamos a jugar mañana".
Por parte del equipo de Rafa Pueyo, no podrá jugar el ala-pívot belga Axel Hervelle por un esguince de grado II-III del ligamente colateral de su rodilla izquierda, sufrido al final de marzo.
