Sevilla/Zaragoza, 10 ene. 2009 (EFE).- El Cajasol espera mañana ante el CAI Zaragoza, un rival directo en la zona baja de la clasificación, iniciar por enésima vez una dinámica positiva con la que salir de la crisis en la que se encuentra desde el inicio de la temporada.
El equipo sevillano, colista con sólo dos triunfos en quince partidos, llega a la jornada decimoséptima, última de la primera vuelta en la Liga ACB, desorientado por distintos factores que han sucedido.
El anuncio a las primeras de cambio del base estadounidense Elmer Bennett de que dejaba el equipo se unió posteriormente a diferentes bajas en la plantilla por bajo rendimiento, a la sustitución en el banquillo de Manel Comas por Pedro Martínez, a la apertura de algún expediente disciplinario y a la sucesión de lesiones, lo que se ha traducido en un pésimo discurrir durante la campaña.
La última lesión ha sido la del pívot madrileño Iñaki De Miguel, quien fue operado ayer en un hospital sevillano de la dolencia que padecía en la rodilla derecha, lo que le tendrá de baja de dos a tres meses.
Pese a todo, en el club se intenta que la situación varíe y una buena oportunidad de hacerlo es mañana en el Palacio de los Deportes San Pablo con el apoyo de la desencantada afición.
El equipo andaluz, en caso de ganar, acabaría la primera vuelta con tres victorias y se quedaría a una del equipo zaragozano, que actualmente es el que está en la frontera de las dos posiciones de descenso.
El escolta italiano Andrea Pecile ha destacado que "es un partido importantísimo porque luego viene otro partido en casa y es una ocasión también de acabar la primera vuelta con una victoria contra un rival que tampoco lo está pasando demasiado bien".
"Aparecemos nuevamente ante nuestra afición después de haber ganado el último partido en casa contra el Menorca y creo que hay muchos motivos parta ganar, hacerlo bien y empezar un camino positivo", ha señalado el italiano.
Andrea Pecile, sobre el rival, ha comentado que "El CAI empezó bien la Liga pero luego ha tenido algunos problemas de juego y de resultado y a lo mejor no están donde ellos querían".
El CAI Zaragoza necesita la victoria mañana contra el Cajasol de Sevilla, en terreno andaluz, para alejarse de un rival directo en la lucha por la permanencia.
El conjunto maño, que lleva una racha de siete derrotas consecutivas, intentará hacer cambiar la tendencia en suelo sevillano en un partido en el que tiene prohibido perder si no quiere ver agravada la ya de por sí delicada situación que ostenta en la tabla clasificatoria, primer equipo fuera del descenso con los mismos triunfos que el que le precede, el MMT Estudiantes, y que el que le sigue, el C.B. Murcia, que es penúltimo.
El encuentro es crucial para el conjunto que entrena el granadino "Curro" Segura que cada vez parece estar más cuestionado por la trayectoria del equipo.
La presión para ambos conjuntos será importante en un choque trascendental y en el que el que mejor sepa aguantar los nervios tendrá más opciones de lograr una victoria, que será balsámica para el que la consiga, al menos momentáneamente.
Si el triunfo cae del lado zaragozano complicaría todavía más las cosas al equipo sevillano, que se quedaría a tres victorias del CAI Zaragoza, lo que supondría que, con respecto a los maños, tendría una clara desventaja para la segunda vuelta de la competición liguera.
Si es al revés el Cajasol tomaría aire y una gran dosis de moral porque metería al conjunto de Segura todavía más en la lucha por una permanencia que se haría más cara.