El partido de este viernes en la Fonteta fue muy especial. En primer lugar, por ser el primer encuentro de la Liga ACB tras los tristes acontecimientos recientes que afectaron a la provincia; y en segundo lugar, porque marcó el regreso de Bojan Dubljevic a un lugar que fue su hogar deportivo.
El ahora jugador de Casademont Zaragoza pisaba el parque que durante más de una década le vio crecer como jugador y convertirse en un icono del club y la afición taronja. Un momento muy especial que, según confesó, superó todas sus expectativas. “No me imaginaba que iba a pasar todo esto, pero, de verdad, que es un momento increíble, un momento muy emocionante y un momento que voy a recordar toda mi vida”, señaló
El jugador dijo sentir “orgullo” de lo vivido porque “ojalá todos jugadores pudieran tener la celebración que he tenido yo esta noche con la afición. Mi corazón ahora está lleno de alegría”.
Una noche muy especial donde Dubi pudo aguantar los más de dos minutos de ovación al ser presentado, un video homenaje y los constantes aplausos a cada canasta o cambio. Sin embargo, finalmente, la emoción le pudo y soltó alguna lagrima al final del partido. “Yo pensaba que era fuerte, pero al final no soy tan fuerte”, admitió con una sonrisa, asegurando que “ha sido muy emocionante todo el partido”.
Entre tanta emoción, también hubo espacio para un momento de complicidad con los aficionados. Los que fueron sus fieles seguidores le cantaron el mítico “lo vas a fallar”, reservado para los tiros libres de los rivales, lo que provocó una sonrisa en el jugador. “Nunca me lo habían cantado a mí”, bromeó.
En una noche tan especial, Dubljevic también quiso tener un recuerdo para las victimas de la DANA declarando que “esto que ha pasado ha sido una tragedia. Mucha gente se ha quedado sin familia, sin casas, ni coches. El pueblo valenciano lo ha pasado muy mal y yo quiero dar mi apoyo y fuerza para que puedan aguantar. Estoy con ellos en estos momentos tan duros y ojalá se puedan recuperar porque es una tragedia muy grande”.
Por más que hayan pasado dos años desde su salida, es evidente el fuerte lazo de unión existente entre jugador y club, y que prácticamente se forjó el primer día que se puso la camiseta taronja. “Es algo que tuve aquí desde el principio. Creo que lo tuve durante los 11 años que pasé aquí. De verdad, estoy muy orgulloso de todo lo que ha pasado”, afirmó.
Y es que Dubi es un montenegrino de Valencia, y eso es algo que nunca va a cambiar. “Al final, yo viviré aquí. Mi casa está aquí y quiero vivir aquí. Ahora estoy en Zaragoza, ahora mi club es Zaragoza y estoy al 100% con ellos y voy a dar siempre el 100% de lo que tengo, pero, como en Valencia he vivido tantos años, aquí me quedo. Después de acabar mi carrera me quedaré a vivir con mi familia aquí. Mi hijo nació aquí y eso es algo que queda para toda la vida”, concluyó.