El capitán del Barça, Nikola Mirotic, explicó en una entrevista a EFE que hubo momentos de su carrera en los que sintió "muchísima ansiedad por demostrar que era el mejor", pero que "con la edad y el tiempo" se dio cuenta de que un "líder tiene que ayudar a los demás" para ganar colectivamente.
"El equipo ha ido un poco de menos a más esta temporada. A partir de la Copa, el equipo ha dado un paso importante hacia adelante. Estamos jugando un muy buen baloncesto y se nos ve a los jugadores disfrutando un poco más, que creo que es algo que se nos pedía. Disfrutar un poco más, hacer un baloncesto más alegre".
"Creo que también era una cuestión de tiempo de adaptación. Hay muchos jugadores nuevos. Pero se ve al equipo muy serio, con mucha hambre y muy compacto, con las cosas claras, sabiendo qué es lo que se espera de nosotros, de qué somos capaces. Está en nuestras manos hacer el mejor baloncesto posible".
"Esto es el Barça. Tenemos jugadores con muchísima clase, capaces de hacer cosas increíbles y para mí un equipo ganador siempre debe tener varios líderes. No hay duda de que este equipo los tiene, tanto dentro como fuera de la pista. Te puedo mencionar varios nombres: Laprovittola, Satoransky, Vesely, Kalinic y yo mismo".
"Sé lo que se espera de mí y lo que puedo darle al club, siempre intento hacerlo de la mejor manera posible. Y cuando vienen jugadores del calibre de Satoransky, 'Lapro' o Vesely, siento que se quita un poco la presión de que todos los ojos están puestos en ti, que al final ayuda".
"A partir de los jugadores, que hemos cambiado bastante, es una cuestión de experiencia sobre todo, de aprender de los errores, de estar más calmados, de quitarse un poco esa presión que siempre está ahí, de saber cómo manejarla. Es una cuestión de proceso, de los jugadores y de los técnicos".
"Este tercer año, las cosas pintan mucho mejor, aunque hasta que no se cumpla veremos cómo acaba esto, pero veo muy bien al equipo. Veo un equipo y un ambiente diferente, la gente está disfrutando mucho más, la afición también, la gente está más metida en el baloncesto, que es lo bonito".
"No hay duda de que él, igual que yo y otros jugadores que hemos estado aquí, cada uno se tiene que adaptar a cada situación. Él es un entrenador muy exigente, y lo debe ser. Cada uno tiene que ser exigente, sobre todo estando donde estás, con los jugadores que tienes. Pero hay que saber los momentos en los que tienes que controlar al equipo, llevártelo hacia ti y poner calma".
"Es algo que está haciendo mucho mejor este año. También comunicándose mucho mejor con los jugadores, que es algo que también es importante, que los jugadores y técnicos tengan una comunicación mejor".
"Todo esto está ayudando y le veo muy bien al 'coach'. Más tranquilo, pero sin perder de que sea él mismo. Ahora toca hacer el trabajo importante y estoy seguro de que él lo hará de la mejor manera posible para acabar esta temporada".
"Sinceramente, yo tengo contrato, pero es algo que no está mucho en mis manos un planteamiento de qué es lo que va a pasar. Yo simplemente tengo que decir que me siento muy querido por la afición y la gente que está aquí. Soy muy consciente de las cosas que están pasando dentro del club, pero estoy muy tranquilo".
"Estoy aquí para jugar la Final a Cuatro de la Euroliga, las eliminatorias por el título de la Liga Endesa. Aquí lo más importante ahora mismo es ganar, ganar y ganar. Y a partir de ahí, ya veremos. Pero a mí me quedan otros dos años de contrato que espero poder cumplir si estoy bien y si estoy sano".
"Nunca me había perdido una pretemporada y llevo 15 años como profesional. Haberme perdido estos meses en el inicio me ayuda a estar mejor física y mentalmente ahora. Me veo más fresco, todavía con mucha energía aunque estemos en la parte final de la temporada. Siempre intento sacar algo bueno cuando pasa algo malo, así que creo que me puede ayudar".
"En lo deportivo, fue una gran experiencia jugar cinco años y cuatro eliminatorias por el título en la NBA. Mi paso por Chicago fue bueno, con algunas experiencias diferentes, pero todo un aprendizaje tanto en lo deportivo como en lo personal. Luego, Nueva Orleans y Milwaukee fue brutal, probablemente mi mejor baloncesto fue en los últimos dos años de ahí".
"En lo personal, me he dado cuenta de que es duro, que no es tan fácil mantener a la familia unida y pasar tiempo con ellos, sobre todo con tus hijos con un calendario tan complicado, con tantos viajes. Por eso la cuestión familiar fue uno de los motivos por los que quise volver a Europa".
"La adaptación fue muy rápida. Mi primer año en el Barça con Pesic fue muy bueno y fui MVP de la Liga Endesa. Tuve que cambiar mi juego en el sentido de que en la NBA era mucho más tirador, de jugar más al contraataque y por fuera, casi ni jugaba en el poste bajo. Cuando vine aquí yo sabía que tenía eso dentro de mí. Ya lo hacía antes de irme en la NBA, pero ahí ya raramente algún jugador postea, como Jokic y alguno más".
"Y de ser un jugador de rol en Estados Unidos, a venir a Barcelona a ser uno de los líderes, eso sí que ha cambiado mucho, pero para mí la adaptación ha sido rápida y la gente me ha recibido con muchísimo cariño que para mí fue una gran sorpresa, que la gente me acogiera tan rápido. Todo ha cuajado muy bien".
"Y muchísima. Eso es algo de lo que no se habla y debe hablarse bastante. Yo conozco jugadores que sufren mucho y de sufrir tanto han dejado de amar su trabajo. Tengo que decir que yo había momentos en mi carrera, cuando era uno de los líderes, que notaba muchísima ansiedad por demostrar que era el mejor, que debía meter 20 puntos, hasta ponía el equipo o los resultados por encima mío para demostrar que era el mejor. Y así no debe ser".
"Con la edad y el tiempo me di cuenta de que el líder tiene que ayudar a los demás, hacer que los demás sepan mejor su rol. Se trata de ganar colectivamente, esto no es tenis. Un ejemplo es Jokic. Es brutal cómo reparte juego y ha hecho crecer a su equipo. Un líder no es simplemente el que pega una bronca. Hay un líder silencioso, otro que habla mucho. De varias maneras se puede liderar".
"En el baloncesto moderno muchos clubes tienen sus propios terapeutas. Yo mismo también tengo un equipo con el que trabajo, gente con la que hablo, y eso sin duda me ayuda a gestionar mejor las cosas y hacer mejor mi trabajo. Así duro mucho más. Es importante que se hable de esto y que la gente que no lo lleve bien pida ayuda".
"No es ningún secreto. Soy una persona de mucha fe. Soy ortodoxo cristiano. Creo y confío en Dios Jesucristo, y para mí es clave en todo en la vida. La mayoría de mi tiempo, cuando puedo, rezo. Antes de los partidos también. Le pido a Dios que me ayude y me lleve a donde me tenga que llevar y sobre todo me dejo en sus manos".
"La religión es muy importante en cada uno de nosotros y es algo que se está perdiendo, desafortunadamente. Para mí es algo clave. Eso lo transmito también a mis hijos".
"La familia es muy importante para los deportistas, que estamos viajando arriba y abajo por el mundo. No hay nada como cuando llegas a casa y te están esperando tu mujer e hijos. Ellos son los que siempre están contigo, los que están en la sombra y los que te ven cuando sufres, cuando estás mal, los que te ayudan".
"Al final, creo que toda esta gente que ha sido grandísima en sus deportes también es gente que ha tenido una familia muy estable. En mi caso estoy más que bendecido y agradecido a mi mujer e hijos porque son los que me cuidan y me ayudan a seguir adelante".
"A mí la naturaleza y los animales me encantan. Yo he sido un niño que ha crecido en el pueblo, cultivaba con mis padres y abuelos. Tuve la oportunidad, en la montaña a la que voy, de comprar una granja y lo hice, la reconstruí. Ya había animales y compré más. Producimos queso de oveja, produciremos yogures y es una granja bastante grande. Me encanta ir en verano".
"Yo sigo todo el trabajo desde la distancia, estoy en contacto con la gente de allí que me lo lleva. Es un trabajo complicado, que se está perdiendo últimamente, aunque nosotros dependemos de la gente que lo hace. A mí me encanta".
"Créeme o no, pero cuando voy en verano yo me levanto a las seis de la mañana, voy a los establos y ayudo a la gente a darle comida a los animales, trabajo. Y luego por la noche voy a tirar un poco a canasta".
"¿Si me veo como granjero, llevando el tractor? ¿Por qué no? No me he metido en este negocio por una cuestión de ganar dinero, sino de sentirme satisfecho, de hacer algo que me llene. No hay duda de que pasaré un buen tiempo ahí, eso quiero. Y quiero que mis hijos lo pasen también, que aprendan y vivan esa infancia en la naturaleza, con los animales. Ahí no tenemos ni televisión, estamos un poco desconectados, disfrutando de la naturaleza".
"La familia, Dios, mi trabajo, mi granja... Muchas cosas, pero sin duda no es el dinero. El dinero es importante, todos lo necesitamos para vivir, pero en mi caso no es algo que me lleve a estar feliz o no. Yo en verano no me voy a Maldivas, me voy a mi granja, a mi casa, con mis padres. No suelo viajar mucho. Si me voy quizás lo hago a un sitio espiritual, como Jerusalén, que me va a llenar. Este es mi motor de vida".
"Buena pregunta, no lo sé. Soy de esos jugadores que prefiere jugar hasta que se sienta bien y pueda ser alguien importante. Una vez que vea que estoy sufriendo demasiado, que mi cuerpo no me da o que estoy por estar en el banquillo, jugar cinco minutos, viajar con el equipo, ahí ya lo dejo. Por eso es importante cuidarme, estar bien, estar cómodo y si veo que no es así seré el primero que levanta la mano y voy a decir que basta".