Para triunfar en el SuperManager acb, como norma general, hay que tener a muchos jugadores locales y evitar al máximo a los que jueguen como visitante. Para decir tal obviedad probablemente no necesito escribir un artículo con más de mil palabras ni haceros perder 10 minutos de vuestro tiempo. Pero el tema tiene más miga de la que nos pensamos, así que os invito a dedicar unos minutos a repasar los datos y ver cómo podemos utilizarlos para dar ese golpe de efecto que necesitamos en nuestra liga privada.
En efecto, un jugador local cualquiera, en promedio, está consiguiendo una puntuación un 12% superior a la de un jugador visitante en esta edición del SuperManager acb (19,41 cada 40 minutos de local por 17,26 como visitante). Pero, probablemente, las razones no sean las obvias.
En categorías inferiores, por ejemplo, uno pensaría primero en las condiciones de la cancha: estar familiarizado con los aros, su altura, su dureza, el efecto de la pelota rebotando contra el tablero… es sin duda un elemento diferenciador. ¿Quién no ha jugado alguna vez en esa pista exterior, quizá de patio de colegio, en la que no había manera de coger el golpe de muñeca mientras los rivales, acostumbrados ellos a entrenar ahí casi todos los días, no fallaban una? En el baloncesto profesional, sin embargo, parece poco probable que las diferencias sean tan relevantes. De hecho, a tenor de los porcentajes de tiro, no lo son: tras la disputa de la jornada 12, el porcentaje de tiro de campo de los equipos locales es ligeramente inferior al de los visitantes, con una ventaja ínfima en el tiro de 2 (52,5% vs. 52,4%) y una desventaja, también pequeña, en el triple (35,8% vs. 36,2%).
¿Y entonces? ¿Si los porcentajes de tiro son casi idénticos, de dónde viene ese 12% de diferencia? La respuesta es fácil: de todo lo demás. El tiro es el único aspecto del juego en el que los jugadores visitantes superan a los locales. En todo lo demás, dominan los jugadores de casa: anotan más (+3%), capturan más rebotes (+2%), dan más asistencias (+4%), ponen más tapones (+10%), recuperan más pelotas (+4%) y pierden menos (-8%) e incluso reciben más faltas (+3%) con un mejor porcentaje en el tiro libre (76,2% vs. 73,2%). Y, por supuesto, un elemento vital en el juego: el bonus por victoria (+68%), con los equipos locales habiendo ganado el 62% de todos los partidos ya disputados.
Visto lo visto, tendremos que darle el mérito a la afición, los miles de personas que con sus ánimos y cánticos se convierten en el sexto jugador del equipo local, ayudando al anfitrión a convertir un mayor número de posesiones en tiros y un mayor número de defensas en errores rivales. Seguro que tienen mucho que ver, pero ojo, el año pasado, casi sin público en los pabellones, los números fueron algo más parejos (56% de victorias locales) pero muy similares en cuanto a que los locales dominaron todos los aspectos del juego.
Sea cual sea la causa, lo que es evidente es que los jugadores lo suelen hacer mejor como locales que como visitantes. En la gráfica de abajo podéis ver a todos los jugadores que han disputado un mínimo de 4 partidos en casa y otros 4 fuera. El número de jugadores que están por debajo de la línea naranja (media como local superior a la media como visitante) es netamente superior (109) a los que están por encima (76), si bien puede que menos de lo que hubiéramos esperado.

En los extremos encontramos, por un lado, a Dzanan Musa (Río Breogán) y en el otro a Louis Labeyrie (Valencia Basket). Dos jugadores que rinden de forma muy distinta en función del pabellón en el que juegan.
El bosnio es, hasta la fecha, el mejor jugador local de la competición. Sus 24,56 de media en casa (que incluyen 3,56 del bonus de sus 4 victorias en 5 partidos) contrastan con los 10,16 que ha conseguido como visitante, con una única victoria en 5 partidos. Musa anota casi el doble de puntos en el Pazo que en sus visitas y presenta un 53% en triples en Lugo (vs. 37% jugando fuera). Sin haber bajado de 16 aún en los partidos de casa, parece obligatorio ficharlo esta semana ante el MoraBanc Andorra. Aunque luego plantea el dilema de su venta, pues sólo ha superado los 11 como visitante en una ocasión (ante Casademont Zaragoza).
El ala-pívot francés del Valencia, por su parte, no acaba de encontrar su nivel en La Fonteta. Sólo ha conseguido dobles dígitos de valoración en uno de los 6 partidos disputados (15,6 ante el Joventut), habiendo incluso cedido 4 victorias en esos partidos. Como visitante, sin embargo, presenta un sensacional 4-1, habiendo bajado una única vez de los 10 (7,2 frente al Casademont). Eso le convierte, con 16,88 de media, en uno de los mejores interiores visitantes de la acb.

Mejor equipo local y mejor equipo visitante
Aunque los de Musa y Labeyrie son los casos más extremos, no son pocos los jugadores que presentan datos muy distintos como local o visitante. En la imagen de arriba tenéis los equipos (sin tener en cuenta cupos) con una mayor diferencia en uno u otro sentido. Entre los “caseros”, tenemos a un Ante Tomic que está excelso en todas partes, pero que en Badalona da un salto más de calidad. Y también nombres sorprendentes, por poco habituales en los equipos, como Tyler Kalinoski o Fran Guerra, que se encuentran entre los mejores locales de la liga pero que parece que hay que evitar sin dudarlo cuando juegan fuera. Entre los que rinden más como visitante, pocos nombres habituales, lo que parece indicar que un jugador que rinda mucho más de visitante que de local no parece ser muy fiable para el juego.
La excepción, si se puede calificar así, la encontraríamos en Bruno Fitipaldo. El base del Lenovo Tenerife se va hasta los 22,63 de valoración como visitante, casi 6 puntos más que cuando juega en la isla. En 6 partidos fuera aún no ha bajado de 11 y sus últimos dos desplazamientos han sido una delicia (34,8 en Sevilla y 27 en Manresa). Pero claro, es que en casa también es una garantía, con un promedio de 16,7 y un pico de 43,2 ante Unicaja.
Fitipaldo, sin embargo, no es el mejor jugador visitante de la liga. Bojan Dubljevic, por un par de décimas, le supera (22,9). El montenegrino no es el jugador más caro del juego porque Nikola Mirotic se beneficia de que su tropiezo ante el Casademont no contó. Pero sí es, claramente, el jugador con el que menos necesitamos mirar dónde juega. “Dubi” es el único que presenta un promedio superior a los 20 puntos tanto en casa como fuera, liderando al equipo ideal visitante (de nuevo sin considerar cupos) de la competición.

Un equipo ideal visitante, eso sí, que apenas alcanza los 185 puntos de media visitante, superando en 28 las prestaciones de sus jugadores cuando juegan en casa. Mucha mayor diferencia encontramos en el equipo ideal local, liderado por Musa y Tomic, que alcanzan los 203 puntos como local, con un superávit de 69 puntos respecto a sus medias visitantes. Un nuevo indicador de que lo mejor, en general, es buscar a cuantos más jugadores locales como nos sea posible. Pero como sólo tenemos 3 cambios, conocer las excepciones (Dubljevic, Fitipaldo, Giedraitis, Moneke…) que nos den cierta tranquilidad también será de mucha ayuda.
En casa o fuera… ¡mucha suerte en la jornada 13!