El capitán del RETAbet Bilbao Basket, Jonathan Rousselle, aseguró este martes que "el ánimo" en el equipo "está bien" a pesar de haber caído de nuevo a la posición de colista en la tabla, pero admite que tienen la necesidad "de empezar a ganar de nuevo".
"El ánimo está bien, pero no nos podemos lamentar ni parar. Hay que mejorar cosas, que tenemos muchas cosas que mejorar, e intentar jugar mejor, y hacer las cosas mejor contra el Murcia. Tenemos que empezar a ganar de nuevo porque necesitamos claramente ganar por la clasificación", reflexionó el base francés en una rueda de prensa ofrecida en la semana en la que el domingo visitarán al UCAM Murcia.
Para Rousselle, el RETAbet Bilbao Basket debe "pensar en ganar a cualquier equipo, ya sea el Madrid, el Barça o UCAM Murcia, da igual el rival", ante las "diez finales" para evitar el descenso a la Liga LEB Oro al final del campeonato.
Aunque para ganar partidos cree que deben mejorar sobre todo en el aspecto mental. "Seguro que hay cosas técnicas y tácticas, pero para mí tenemos que mejorar más de cabeza, mental. Van a ser diez finales pero tenemos que jugar partido a partido y creer en cada momento porque tenemos el destino en nuestras manos", apuntó.
Al respecto, consideró la del domingo en Murcia como una nueva "oportunidad" en la que quieren "hacerlo bien", pero centrándose en ellos mismos sin pensar en otras cosas.
"No podemos mirar ni el calendario ni a otros equipos, tenemos que centrarnos en nuestro juego y en nuestra cabeza. Para mí lo más importante es tener tranquilidad y las cosas claras para llegar en el mejor estado físico y mental de cara al domingo", apuntó.
Y confesó que el "problema más grande" del RETAbet Bilbao Basket de esta temporada "es la capacidad de seguir a un nivel igual durante todo el partido. Tenemos buenísimos momentos pero en dos o tres minutos hacemos las cosas muy mal".
Ha agradecido al esfuerzo del técnico Alex Mumbrú por intentar ayudar a la plantilla: "Intenta ayudarnos mucho, con muchas cosas y tranquilizarnos", desveló.
Por otro lado, Rousselle admitió que en su condición de capitán, de jugar con la experiencia que le dan sus "31 años" de edad y el hecho de haber estado ya en el equipo bilbaíno la temporada pasada tiene que la "responsabilidad" de ejercer cierto liderazgo en la plantilla a pesar de problemas físicos que le están lastrando. "El objetivo es aguantar los diez partidos y si puedo correr, puedo jugar", resumió.
Lo que no quiso es calificar su rendimiento en lo que va de curso. "Hablamos en diez partidos, pero la nota que importa es la nota del equipo en la clasificación", subrayó.