6 de septiembre de 2015. El Club Baloncesto Miraflores trabajaba a contrarreloj para conformar una plantilla que le permitiera salir a competir en la temporada de LEB Oro. Aquel día, un ala-pívot llegaba desde Fuenlabrada para apostar por un proyecto recién nacido, con la intención de ayudar a hacerlo crecer desde dentro, de comprobar en primera persona hasta dónde podrían llegar trabajando juntos. El jugador era el tercer fichaje de una entidad para la que se convertiría, aunque entonces aún no lo supiera, en su capitán de futuro.
Javi Vega ha pasado los últimos cinco años de su carrera deportiva en el San Pablo Burgos, construyendo una etapa que quedará imborrable en la mente de los aficionados al conjunto castellano y también en el colectivo de la ciudad, en la que se integró como un burgalés más. El fuenlabreño se ha ganado por derecho propio un hueco en el corazón de todos ellos.
Desde el club, solo existen palabras de agradecimiento para un jugador honesto, trabajador y comprometido, que ha sido una referencia indiscutible tanto en los buenos momentos como en los malos, dentro y fuera de la pista, apoyando a sus compañeros, haciendo equipo día tras día. Queremos desearle toda la suerte del mundo para su futuro personal y profesional porque todo lo bueno que le pase será bien merecido.
Gracias por todo, Javi.
Gracias por tanto, capitán.