Redacción, 16 Nov. 2013 (EFE).- El CB Valladolid viaja a Manresa, donde mañana se enfrentará a un rival directo, el Bruixa D'Or, a por una victoria que le permita enterrar las dos últimas y contundentes derrotas sufridas ante Valencia y Laboral Kutxa y que impulse una progresión que no se evidencia en la pista.
De hecho, según el entrenador del CB Valladolid, Ricard Casas, el equipo "trabaja bien" durante la semana y es consciente de "dónde están los errores" y "cómo hay que responder para evitarlos", pero en los partidos no ha mostrado la suficiente "intensidad y concentración" y "sin esas herramientas, no pueden salir bien las cosas".
Una vez analizado en una reunión lo acontecido en el anterior encuentro ante el conjunto vitoriano, los vallisoletanos esperan "dar un paso adelante" y "salir con la máxima concentración" a la difícil cancha manresana, a la que vuelve el técnico catalán Ricard Casas.
"Es un partido especial", ha reconocido el responsable del banquillo morado, ya que Manresa es su ciudad natal, el club que le dio la "oportunidad" de comenzar su carrera profesional y allí tiene a su familia y amigos, aunque se centra sólo en la reacción que pueda mostrar su equipo.
En este sentido, confía en que dé "una respuesta fuerte" tras haber dado "una muy débil", en los dos anteriores citas, y que la plantilla sea capaz de trabajar "con concentración, sacrificio y un nivel de exigencia alto", si quiere sacar algo positivo del partido de mañana.
En su opinión, "Manresa es una pista en la que el ambiente empuja, ya que hay una implicación importante entre público y equipo", a lo que se añade enfrentarse a un rival "que ha conseguido dinamizar un grupo atlético, con las nuevas incorporaciones y con gente joven".
Por tanto, el objetivo es "competir", "luchar" y "buscar sacar un buen resultado", para lo cual contará con un Jason Rowe "más integrado, que ya está tácticamente dentro del grupo y que va cogiendo la dinámica" al que espera se añada Vasilopoulos quien, hasta la fecha, no está cumpliendo con lo que se esperaba de él.
Precisamente el interior griego ha tenido algún problema físico esta semana, que le ha impedido ejercitarse todos los días, si bien Casas podrá contar con su participación ante la Bruixa D'Or, que ocupa la decimotercera plaza en la clasificación, con dos victorias -una más que el CB Valladolid- y tres derrotas.
La Bruixa d'Or Manresa espera conseguir mañana, ante el Valladolid entrenado por Ricard Casas, una victoria que le permita olvidar los ridículos de las dos últimas jornadas.
Después de un inicio de liga prometedor, los hombres de Borja Comenge salieron bien escaldados de las pistas del Zaragoza y del Real Madrid y buscan redimirse en el partido contra el CB Valladolid, un rival directo en la lucha por la permanencia.
Volver a jugar en casa y con el horario habitual en Manresa (las 7 de la tarde) son factores de los que La Bruixa d'Or espera sacar provecho ya que los dos lesionados del equipo, Darryl Monroe y Salva Arco, no se han recuperado completamente y su participación no está asegurada.
"Ha sido una semana complicada, por el hecho de haber perdido ampliamente; hemos analizado los motivos de nuestra derrota y hemos cambiado algunas rutinas", ha dicho Comenge.
El partido de mañana puede ser clave para definir la trayectoria del Manresa esta temporada, enfrentándose a un equipo que ha presentado más problemas en el arranque liguero. Pero pese a las dificultades, y a ocupar plaza de descenso, el Valladolid solo tiene una victoria menos que el Manresa.
El hecho que el entrenador del equipo pucelano sea el exentrenador del Manresa Ricard Casas puede jugar a favor de los visitantes.
Así lo cree Comenge, quien avisa: "tienen un muy buen entrenador y puede ponernos en peligro, pero con nuestro público, en nuestro horario por primera vez, tenemos que luchar por el partido".
Los precedentes favorecen al equipo local (16-11), aunque la temporada pasada la victoria se fue para Valladolid.