Vitoria, 27 nov (EFE).- El Caja Laboral retomará el pulso a la Liga ACB este domingo frente al Vive Menorca en el Buesa Arena como mejor antídoto para superar la depresión que le ocasionan los partidos de la Euroliga, en los que ha encadenado cuatro derrotas consecutivas.
Su relación con la competición doméstica es mucho más placentera porque los de Ivanovic llegan a la cita ante los menorquines liderando la ACB, todo lo contrario que cuando viajan a Europa.
Hace una semana los baskonistas dieron cuenta del Regal Barcelona en un duelo de una intensidad impropia de la octava jornada y más propio de las series por el título.
Para el encuentro ante el Menorca, Dusko Ivanovic tiene a todos sus hombres disponibles, incluido al joven pívot Dejan Musli, que se vuelve a vestir de corto tras no hacerlo ante CAI Zaragoza y Regal Barcelona.
El serbio ocupará la plaza de Martin Rancik, que disputó hace una semana su último partido con el Caja Laboral al haberse recuperado Marcus Haislip de una rotura fibrilar y un esguince de tobillo.
El ala-pívot estadounidense debe amoldarse cuanto antes a los esquemas de Ivanovic para comenzar a aportar, ser un refuerzo que marque la diferencia y un complemento a Mirza Teletovic y Stanko Barac.
El Menorca Básquet buscará en el Buesa Arena ante el Caja Laboral, líder de la liga ACB, un triunfo de prestigio, en un partido en el que podrá jugar el pívot estadounidense Jakim Donaldson, que ha tenido que viajar esta semana de urgencia a su país por motivos personales.
El equipo de Paco Olmos ha viajado a Vitoria con mucha ilusión y poco que perder, ya que se enfrenta a uno de los conjuntos más en forma de Europa.
Los isleños, que estarán acompañados en Álava por más de un centenar de aficionados, asumen el reto de competir ante el actual campeón, que viene de vencer en su pista al Regal FC Barcelona y de perder en la Euroliga ante el Maccabi.
Olmos podrá disponer de Jakim Donaldson, que tuvo que viajar de forma precipitada a Estados Unidos el pasado martes debido a la muerte de un familiar.
El pívot de Pittsburgh, el mejor activo del Menorca en este inicio de campeonato, llegó en la tarde de ayer a la isla e incluso tuvo tiempo de ejercitarse en el gimnasio.
"Es el partido más complicado que hemos tenido hasta ahora", ha asegurado Paco Olmos, consciente de la dificultad de vencer en una cancha inmaculada hasta ahora en la temporada 2010/11.
El Menorca Basquet ha perdido en sus cuatro visitas anteriores al Fernando Buesa Arena.