Alicante, 31 Oct. 2009 (EFE).- El Meridiano Alicante necesita ganar este domingo al Suzuki Manresa en el Centro de Tecnificación si no quiere verse sumido en la primera crisis de la temporada después de haber perdido tres de los cuatro encuentros disputados hasta el momento.
Tanto el técnico Óscar Quintana como el presidente Miguel Cano han intentado realizar una llamada a la tranquilidad durante la semana, pero lo cierto es que la imagen que ha dado el equipo -más que los resultados- ya ha generado dudas sobre su capacidad de rendimiento.
"Perder dos partidos fuera de casa y en casa ante un equipo de Euroliga (Caja Laboral) podía entrar dentro de los planes, pero preocupa más la imagen", comentó Cano a principios de semana, además de resaltar la relevancia del choque del domingo ante el Suzuki Manresa, "un rival directo".
Quintana es consciente de la importancia del envite de mañana y confía en la reacción de sus jugadores, más aun cuando considera que su plantilla va progresando adecuadamente y sólo le falta refrendar el trabajo que realiza con victorias.
El preparador del Meridiano ha resaltado, sobre todo, del Manresa el espíritu de sacrificio, lucha y mentalidad de la que hace gala en cada encuentro, además de considerar que el hecho de llevar más años en la ACB le permiten estar más asentado en la categoría que su equipo.
De cara al choque del domingo, Quintana podrá contar con todos sus jugadores, si bien el ala-pívot lituano Mindaugas Katelynas no estará en plenitud de condiciones después de padecer un problema lumbar durante la semana que le obligó a guardar un tiempo de reposo.
Para Quintana, la clave del partido estará en la defensa que sea capaz de realizar su equipo -considera que esa faceta es "el suelo" desde el que deben crecer- y en poder mantener una regularidad e intensidad en el juego durante los cuarenta minutos de partido.
Su rival se desplaza con el objetivo de lograr la victoria en un escenario del que ha salido derrotado en sus cuatro anteriores visitas. Esta estadística es la única que juega en contra de la plantilla manresana, que suma tres triunfos en las cuatro primeras jornadas de Liga ACB por sólo uno el cuadro alicantino, aunque ambos clubes comparten objetivo de permanencia.
Uno de los atractivos del partido será el duelo de entrenadores. El técnico del Suzuki Manresa, Jaume Ponsarnau, se enfrenta al que sustituyó, Óscar Quintana, quien dirigirá su partido 250 en la ACB.
Ponsarnau podrá contar con todos sus jugadores a excepción de Brian Cusworth, sustituido por Michael Ruffin, que ha tenido toda la semana para irse aclimatando y asumiendo los sistemas de juego.
Hasta el momento, el Suzuki Manresa ha mostrado un buen nivel de juego y su técnico está consiguiendo el objetivo de que todos los jugadores sumen. En San Sebastián destacaron Rodrigo San Miguel y Cusworth, contra Unicaja lo hicieron Sergyr Gladyr, Ahmad Nivins y Alfons Alzamora y, en el último partido contra el Bilbao, fueron decisivos Román Montañez y Kaloyan Ivanov.
Otra diferencia entre la plantilla manresana y la alicantina es que Ponsarnau ha renovado completamente la suya, con seis jugadores nuevos, mientras que Quintana ha mantenido la base del equipo que consiguió el ascenso.
También destaca la diferencia en las defensas, ya que la del Suzuki es la quinta mejor de la competición (con una media de 70 puntos recibidos) y, en cambio, la del Alicante es la segunda peor (86,5 puntos recibidos).
Faltará ver cómo afecta a los jugadores del cuadro alicantino la urgencia por conseguir una victoria y si el Manresa es capaz de mostrar la misma solidez con la que juega en el Nou Congost.