Cuando las semifinales del Playoff de la Liga Endesa se ven abocadas a jugar un quinto y decisivo partido, el papel de favorito para lograr el triunfo final recae en el equipo que partía con la ventaja de campo a favor. Así, al menos, lo dicen los precedentes.
El 2-2 en semifinales se ha producido en 20 ocasiones a lo largo de la historia de la competición y en 16 de ellas la victoria en el quinto choque correspondió al equipo local (3-2).
Es decir, existe un 80% de posibilidades de clasificación para el conjunto que jugará ante su afición (3-2) y sólo un 20% para el que lo hará lejos de su cancha (2-3).
El último precedente de un 2-2 data de la campaña 2014-15, en una eliminatoria que finalizó con 3-2 cuando el entonces FC Barcelona Lassa venció a un Unicaja que fue capaz de reaccionar a un 2-0 y forzar el quinto partido, en el que finalmente acabó siendo derrotado por los locales.