El Barça de baloncesto y el jugador Jabari Parker han llegado a un acuerdo para la renovación del ala-pívot estadounidense hasta el 2026. El '22' azulgrana llegó a Barcelona este verano con un vínculo de una temporada y, después del acuerdo entre ambas partes, continuará dos cursos más. “Estoy muy agradecido. Desde el primer momento que vine a Barcelona he tenido buenas sensaciones, buenos partidos y experiencias. Solo quiero mantener esos buenos momentos con más años aquí en Barcelona”.
En este sentido, Parker afirma que “ha sido muy fácil tomar esa decisión. Tomaría esta decisión 10 veces si tuviera la oportunidad. Creo que es la mejor decisión”.
En sólo unos meses en Barcelona, Parker se ha convertido en uno de los referentes del equipo de Roger Grimau y en una de las sensaciones del público del Palau Blaugrana, que disfruta en cada partido de su gran calidad y de sus acciones espectaculares. Sus cifras le avalan, tanto en la Euroliga (10,3 puntos, 3,9 rebotes y 9,3 de valoración en 33 partidos) como en la ACB (11,5 puntos, 3,1 rebotes y 10, 6 de valoración en 28 partidos). Y describe su inicio en Barcelona como "intenso". "Lo he hecho lo mejor posible y quiero devolver a la afición esta intensidad. Mi objetivo para las dos próximas temporadas es dar el 100%, dar toda mi dedicación a la pista y devolver todo lo que pueda a los aficionados".
Quien fue número 2 del Draft del 2014, afronta ahora la recta final del curso con la máxima ambición, con el play-off de Euroliga contra el Olympiacos como reto más cercano: “Espero que estemos intensos, con la afición, con energía. Ambos equipos jugamos para ganar el título”.
Fuera de la pista y en su primera experiencia en Europa, Jabari Parker está demostrando su voluntad de adaptarse a la ciudad. “Mi vida en Barcelona es fantástica. Me encanta, tanto por la calidad de vida como la comida”.
Y también es un usuario habitual del transporte público: “He escogido no tener coche porque estoy en una ciudad en la que moverte es muy fácil. No tengo que preocuparme del coche. Cojo el tren porque entiendo el privilegio que me ha dado Dios. La gente que está en el autobús no tiene elección, así que yo estoy agradecido de poder tomar el tren y el metro porque lo escojo. Pero también disfruto de estar con la gente, me da buenas energías cuando veo a la gente todos los días y tengo la oportunidad de ir andando por la calle. Esto también me permite ser una persona en Barcelona y ciudadano en Barcelona. Esto es lo que intento hacer. Intento ser un local más”.