Redacción, 26 Abr. 2002.- El Caja San Fernando recibe al Gijón Baloncesto en el que los sevillanos sólo ponen en juego su orgullo, mientras que los asturianos se juegan la permanencia, cada vez más complicada. Tanto que una derrota en tierras andaluzas condenaría al Gijón Baloncesto al descenso a la Liga LEB.
El Caja San Fernando está en una muy mala situación, pues ha ganado nada más dos de sus últimos 16 partidos, y ha cosechado 6 derrotas de modo consecutivo. Esta nefasta racha le ha llevado a un 12º puesto del que ya no puede ascender pero que perderá de no mejorar rápidamente. Pese a que muchos jugadores se están dejando la piel en la cancha pese a la situación, lo cierto es que el equipo no mejora y encima se ha visto desarbolado por las bajas de Joey Beard, lesionado, y Antonio Granger, traspasado.
En su lugar el Caja ha inscrito a Pete Guarasci, finalmente de vuelta tras su lesión, y a Carl Thomas, un escolta que llega para suplir a Granger y como relleno de cara a unas intrascendentes últimas jornadas. Su aportación probablemente no sea muy importante ante el Gijón debido a su reciente incorporación al equipo. Por ello, volverán a tomar responsabilidades Sergio Sánchez, Solana, Guardia, Fajardo y compañía.
El Gijón Baloncesto está obligado a ganar en Sevilla si quiere seguir vivo. Un triunfo le permitiría extender su agonía una semana más, mientras que una derrota significaría su adiós definitivo a la Liga ACB. El conjunto asturiano obtuvo ante Tau y Canarias dos triunfos que le dieron vida, pero fue incapaz de superar al Casademont Girona con lo que vuelve a pender de un hilo. Lou Roe, mejor jugador de la jornada del jueves, tratará de refrendar tal condición en tierras hispalenses