El base del Lenovo Tenerife Marcelinho Huertas se mostró orgulloso de cómo su equipo creyó en la victoria ante el Joventut Badalona (72-73), un triunfo que le valió poder disputar este domingo la final de la Copa del Rey ante el Unicaja.
"Fue un partido complicadísimo, durísimo. Tuvimos que remar desde el principio. Cuando íbamos por detrás, incluso cuando parecía que se nos ponía imposible, tuvimos fe", afirmó el MVP de la semifinal, en la que anotó 15 puntos y repartió 4 asistencias.
Huertas se refirió de este modo a la última posesión, favorable al Joventut cuando además iba un punto arriba. Pero Feliz, en lugar de dejar correr el crono hasta el final, se jugó un triple que no entró y Cook anotó al contraataque. Abromaitis, en el último segundo de partido, taponó la entrada de Parra.
El base brasileño, exjugador del Joventut, pidió el apoyo de su exafición en la final de mañana: "Que la gente de la Penya venga a animarnos un poquito, les tengo mucho cariño y ganar aquí sería especial".
De lograr el título, Huertas lo lograría con 39 años, batiendo rel récord de longevidad de Joan Creus con el Manresa, que conquistó la Copa a la misma edad pero siendo seis meses más joven que él.
"Le tengo mucho cariño a Chichi (Creus) de mi etapa en el Barça (entonces él era el director deportivo del equipo azulgrana) y los récords están para romperlos, así que sería increíble conseguirlo", opinó.
En cualquier caso, Marcelinho Huertas sabe que ganar al Unicaja no será nada fácil. "Tenemos que controlar el ritmo del partido. Nos viene bien que no sea un partido muy loco, con mucho riesgo. Ellos están defendiendo bien, como siempre, pero aquí además están jugando a un nivel extraordinario en ataque", resumió.