Manresa (Barcelona), 6 may. 2006 (EFE).- La victoria ante el Alta Gestión Fuenlabrada es la llave que necesita el Ricoh Manresa para asegurar la permanencia en la ACB.
Ganar mañana, ante el equipo de Fuenlabrada, que ya no se juega nada pues no tiene opciones de entrare en el Playoff, supondría para el equipo catalán dar un paso definitivo por la salvación, que podría ser matemática en función del resto de resultados.
El Ricoh depende de él mismo para salvarse, juega en casa y ante un equipo que no se juega nada. Ganar parece la única opción posible para los hombres de Oscar Quintana, ya que, si no, la salvación se complicaría muchísimo (el último partido es en casa del Llanera Menorca).
"Todos los partidos que hemos jugado des de que yo llegué han sido finales y este será uno más, aunque a medida que se acerca el final de liga, cada partido es más importante ya que queda menos margen de error", dijo el preparador cántabro.
El Ricoh Manresa quiere aprovechar al máximo el factor pista, tal y como explica Quintana: "será importante ganar en casa, ya que es el último partido y mentalmente somos más fuertes en el Nou Congost".
El partido de mañana, además, servirá para reencontrar a los dos entrenadores con sus ex equipos, ya que Luis Casimiro entrenó dos temporadas en Manresa y Oscar Quintana fue el encargado de subir el Alta Gestión Fuenlabrada a la máxima categoría.
El técnico del equipo catalán no considera que el Alta Gestión Fuenlabrada pueda venir a Manresa relajado: "es un equipo profesional, que lo ha hecho muy bien y que ha aspirado a llegar lo más arriba posible. Ellos no vienen con ninguna presión, pero van a intentar acabar lo mejor posible porque han hecho una gran campaña".
En el último partido de la temporada en Manresa, la afición espera poder decir hasta el año que viene a la ACB, por lo que la presión del público será máxima para empujar al equipo. Además, el encuentro será el partido número 100 del jugador de Santpedor Rafa Martínez, todos ellos con la camiseta manresana.
El Alta Gestión Fuenlabrada una vez cumplimentado su objetivo inexcusable de permanecer una año más en la Liga ACB, y olvidado el sueño disputar las eliminatorias por el titulo, sólo cuenta con la motivación de concluir la competición en el mejor puesto posible y no perjudicar a terceros, sobre todo si se tiene en cuenta que su rival de mañana, el Ricoh Manresa, se encuentra inmerso en la lucha por evitar el descenso.
El partido del Nou Congost que se disputa a las 19:00 horas, añade el morbo de que en el banquillo del equipo manresano estará Oscar Quintana, que fue técnico del Fuenlabrada durante seis temporadas y con el que el club del sur de Madrid obtuvo los mayores éxitos deportivos de su historia y cuya salida de la entidad fuenlabreña resultó algo más que abrupta.
El Alta Gestión Fuenlabrada, que viaja con sus todos sus efectivos hasta Manresa, se ha conjurado durante la semana para dar una buena imagen que no empañe una temporada que debe calificarse como más que exitosa.
Luis Casimiro, su técnico, apuesta por la motivación y por la profesionalidad: "No es lo mismo quedar décimos que duodécimos, así que no debe ser excusa la falta de motivación. Además hay terceros equipos implicados y nuestra profesionalidad nos obliga a seguir dando el máximo en cada partido".
Acerca del rival de mañana, el entrenador manchego aludió a la importancia que para los manresanos tiene el choque, como un elemento de dificultad añadida: "Es el partido más importante para ellos, jugamos en su cancha y con una afición que estará volcada, por lo que será muy difícil sorprenderles".